Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
domingo, 5 de noviembre de 2023
Banco de la paz
Iba a sentarme en el banco del amor pero cuando he llegado al parque el banco estaba todavía a la sombra y hacía viento, así que he continuado hasta encontrar un banco al sol y poder sentarme para leer. La casualidad ha querido que el primer banco al sol haya sido el banco de la paz. Y aquí estoy sentado, sintiendo el calor y la paz que me reportan los rayos de sol sobre mi rostro mientras leo y escribo. Me acompañan varias moscas, una camina sobre mi pantalón y la otra investiga en mi barba. Primero las espanto, pero luego me tranquilizo, dejo que vuelvan. Pienso, estoy sentado en el banco de la paz y he de ser consecuente. La calma me invade y me siento como si estuviera recargando mis pilas. Es una sensación muy agradable, el calor del sol mezclado con un viento fresquito, una armonía natural me envuelve y me arropa. Las plantas bailan a mi alrededor, las ramas de los árboles entonan una discreta melodía que crea el ambiente perfecto en el parque. Es una melodía que recuerda al oleaje marítimo. El banco de la paz me recuerda al del amor. Y yo pienso en el amor. La naturaleza habla y dirige mi pensamiento con sus palabras. Me dejo llevar. Ya estoy cerca. Me encamino a los brazos de mi amor. Los siento rodeando mi cuerpo. Brota una sonrisa en mi cara. La calma se ha transformado en placer. La alegría está sentada a mi lado. Todo en orden.
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