sábado, 16 de diciembre de 2023

Cómo decir lo innombrable

A veces me faltan las palabras. No puedo expresar con frases lo que siento. No todo es blanco o negro, sí o no, a la hora de decir. Hay matices que se nos escapan. Cómo expresar una caricia de alguien que te ama. Puedo explicar el acto físico, describirlo, intentar decir qué siento, qué me genera ese acto y esa situación, sus consecuencias, cómo me ha cambiado la vida, la alegría que me proporciona, el amor compartido en un roce de pieles, el placer, la felicidad que supone. Y aún explicando todo eso, habría cosas que se me escaparían, características sin nombrar. Además, cada caricia es distinta, cada momento único. Y otra cosa más, ¿es necesario decirlo con palabras? El amor muchas veces habla con gestos, con actitudes, con miradas, con espacio, con libertad. Las palabras muchas veces no lo dicen todo. Y, a veces, las mismas palabras, dicen cosas distintas dependiendo de quién las dice y de cómo se dicen. Pero el significado también puede cambiar en la manera en que se escuchan las palabras. Debemos asumir que el amor puede escucharse o puede pasar desapercibido. La intensidad en las formas de decir y de escuchar tiene sus tiempos. Y esto que parece tan complicado es a la vez muy simple: el amor nunca exige, no se le suplica al amor. Lo doloroso del amor es que para amar no hace falta correspondencia y que solemos amar más la vida, lo vivo, y que la vida termina. Por eso hay cosas que olvidamos decirlas. Cuando uno es feliz, cuando ama, no quiere oír nombrar a la muerte y quiere correspondencia. Pero el amor no es un trueque, de ahí que el requisito primero para amar sea amarse uno mismo que, aunque suena a egoísmo, es amar la vida y todo lo que conlleva. El amor es respirar sin darse cuenta y sonreír en silencio.

No hay comentarios: