lunes, 11 de diciembre de 2023

La pregunta es

Siempre preguntamos cuál es la pregunta. Ya no toleramos que nos cuenten historias. Queremos reducir todo a una sola pregunta. Para Shakespeare era ¿ser o no ser? Para otros es ¿hacer o no hacer?, ¿dinero o amor?, ¿tiene sentido la vida?...Llevo un rato pensando en cuál sería mi pregunta, pero tengo tantas, pero tantas, casi casi como dudas. Pienso en las preguntas de los demás. La de William, por ejemplo, ¿ser o no ser?, y sé, lo he leído, que somos energía, y que la energía no se destruye, se transforma, por tanto siempre somos algo. Así que esa no es la cuestión. ¿Hacer o no hacer? tampoco parece muy probable que sea la pregunta idónea, porque siempre que haces, a la vez, dejas de hacer otra cosa. El amor sin dinero podría ser llevadero en ciertas circunstancias especiales, pero la mayoría de veces no es factible, y tener mucho dinero no suele reportar amor verdadero, luego hay que tener un poco de dinero y a lo mejor tenemos amor. Puede que el sentido de la vida sea pasarse la vida entera buscándoselo. La mayor parte de las veces suele ser absurda, con momentos divertidos pero también tristes. ¿Hay vida después de la vida? Claro que sí, cuando te mueres está la vida de los quedan. ¿Qué hay para cenar hoy? ¿La pregunta es? ¿Por qué reducir todo a una pregunta? Toda la vida una pregunta me ha llevado a otra. Las preguntas son como los libros. ¿Se fijará en mí? ¿Me quiere? ¿Hay una tercera persona? Hay preguntas que no deberíamos hacernos nunca, pero somos animales que preguntan, no podemos evitarlo. Preguntamos buscando una respuesta que muchas veces ya nos la hemos dado de antemano. ¿Me quieres?, le decimos a nuestra pareja, ¿pero qué clase de pregunta es esa? Mejor sería decir, dime que me quieres. Y mejor todavía no decir nada y comprobarlo con los actos. ¿Cuál es la pregunta? No hay más preguntas, señoría.

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