
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
martes, 31 de diciembre de 2024
Familia universal
Qué estamos comprobando al observar el genocidio que está perpetrando el sionismo de Israel para construir una nueva nación, un nuevo Estado. Que las naciones son una falsedad, que la invasión es un crimen y, primordialmente, que lo único que nos hace falta comprender es que somos una familia universal. Con culturas diferentes pero parecidas, con pequeños matices cambiantes que solo debemos entender y respetar, no unificar. Que la violencia no es el método ni la respuesta a nada, al contrario, la única respuesta, el único método es el amor. Somos una familia universal y debemos entendernos mejor, abrazarnos más, besarnos mucho, confraternizar. Hemos de darnos la mano, cooperar, construir el poema de nuestra existencia conjunta, convivir en el amor, ser una comunidad íntima. El universo es nuestro hogar y hemos de conocerlo en paz. Crear rutas de cariño para llegar a destinos de verdad compartida como lo que somos, una familia universal. El paraíso está en nosotros, siempre lo hemos tenido delante, pero hicimos de él un infierno, construimos un sistema endemoniado que ha acabado controlándonos con nuestra involuntaria ayuda. Solo os pido un favor: abrid los ojos y volved al amor.
lunes, 30 de diciembre de 2024
Fin de año
Unos saldrán y pillarán la cogorza del año, comenzando el nuevo periodo borrachos, riendo, para terminar con un olor nauseabundo, despertándose en un banco del parque o en un charco de sus propios vómitos. Otros se quedarán en casa, haciendo lo de siempre. Muy pocos se decidirán por un término medio, un poco de fiesta y a dormir; Aristóteles y dos más, para que nos vamos a engañar. Muchos hacen balance de lo que ha sido el año, se hacen promesas de futuro que, como siempre, no van a cumplir o cumplirán mínimamente. Y el año nuevo será muy parecido al anterior, con risas y llantos, con cuotas de un gimnasio al que no vamos o esas clases de inglés que comenzamos todos los años religiosamente desde hace más de cuatro décadas. Despedimos y recibimos al año y, los otros trescientos y pico días que lo componen nos zambullimos en la rutina de nuestras vidas, con el mismo trayecto al trabajo, dando siempre las mismas vueltas, recorriendo los mismos sitios y, cuando nos jubilamos, queremos esforzarnos por mantener la salud que nunca cuidamos y comenzamos a andar y nos juntamos por las calles tropecientos mil jubilados dando vueltas no como tiovivos sino más bien como tíos casi muertos, que caminan hacia ninguna parte, que se paran en las obras a criticarlas, que despotrican de todo hasta que se toman dos sol y sombra y llegan cocidos a casa. Qué vergüenza, les dicen sus familiares y vecinos, nunca va a cambiar, pero no puede, son muchas vueltas andando, todos los días, y eso es lo que realmente marea, no las copichuelas que se echa al coleto. Feliz año cabrones.
domingo, 29 de diciembre de 2024
Insoportablemente sensible al mundo
Siento todo lo que ocurre. Me implico en comentarios ajenos. Me duelen las catástrofes y las guerras pero también siento satisfacción cuando me entero de una reforestación. Soy un trozo de piel de mundo. He intentado ser indiferente, no implicarme en asuntos que no me conciernen aparentemente. Aunque si he de ser sincero, creo que todo nos concierne porque todo y todos estamos conectados de alguna manera. Dejarse manipular, olvidarse del pensamiento crítico, vivir sumido en una felicidad consumista, solo son características del autoengaño imperante. Todos los consejos nos incitan a ser positivos y optimistas, pero no es una actitud realista, ni la contraria tampoco. La vida tiene sus altibajos, la mejor opción, sin duda, es saber aceptarlos todos; aceptar el dolor, pero no buscarlo; asumir la muerte, pero no ir hacia ella; analizar nuestra tristeza, de dónde viene, ¿es provocada, un autocastigo tal vez o es natural y propia del ser humano?; analizar también nuestra felicidad, su naturaleza o su artificialidad, saber que la primera es amable y beneficiosa y la segunda un engaño más que acabará perjudicándonos. Ser capaces de amarnos y de amar, darnos cuenta del oleaje del amor, de que el sentimiento puro es paz y calma, pero, para llegar hasta él, viviremos ciertas ansiedades. No sucumbir en la derrota sino aprender y resurgir, recomponer nuestra alma rota, amar con o sin placer. Siento todo lo que ocurre porque pasa por mi piel. Siento lo que pienso también, incluso los deseos que imagino, siento mi destino, y el futuro que está en camino. Y lo que siento es la vida, que es un arte que se aproxima y me envuelve y, por eso, he decidido amarte porque, aunque insoportablemente sensible al mundo, amarte es lo más maravilloso y aunque estés en cualquier parte te siento y te sentiré pues haces mi corazón palpitable.
sábado, 28 de diciembre de 2024
El cuento
Somos un cúmulo de narraciones. Lo que pensamos es una narración, nuestro pensamiento se narra. Lo que decimos es otra ya que el lenguaje nos limita el pensamiento que nos narramos interiormente. Lo que hacemos es otra narración pues muchas veces hacemos las cosas sin pensar y son completamente distintas a lo que habíamos dicho con anterioridad. Me di cuenta de todo esto en la narración de mi pensamiento y, mientras pensaba narrando, me dije a mí mismo que, tal vez, la solución, podría ser, cualquiera sabe, aunar todas las narraciones. Pensar, decir y hacer una misma narración. Aunque puede que todo sea una ilusión intenté llevar a la práctica este pensamiento narración y busqué las palabras apropiadas para poder contarlo, decirlo, con la exactitud que se habían manisfestado en mi pensamiento. El hecho de escribirlo, decírmelo a mí mismo, pensarlo, era ya un pequeño éxito, pues estaba igualando las narraciones. Por lo menos eran parecidas, como si fueran versiones, la versión pensada, la versión dicha y la escrita o hecha. Y era sólo el comienzo. Pues la narración del pensamiento es la vida que hay que vivir con hechos y palabras y, para ser bueno, no solo tengo que pensar el bien, también he de hacerlo. Por eso, el amor que pienso es el amor que digo y el que procuro poner en práctica. Esa es la búsqueda, el sentido de mi vida, hacer que las narraciones del amor en mí confluyan, se asemejen y esta narración amorosa se expanda y sea la brisa que hace vibrar los pétalos de la rosa que te voy a dar con mis labios en tu boca.
viernes, 27 de diciembre de 2024
El capitalismo es el parásito
Entra en nosostros con luces de colores, con la promesa del éxito, con el tú lo puedes todo, si quieres, claro, ¿y quién no iba a querer? Te dice cómo medrar, a quién pisar por el camino, qué sustancias ingerir, dirige tu destino y, cuando lo quieres percibir, ya es demasiado tarde. El capitalismo está en todas partes, pero, sobre todo, en nuestro interior. A todo le ha puesto un disfraz: al consumo el de la felicidad, a la religión el de la espiritualidad, a la manipulación y la mentira el de la información... Y esto es un sinvivir. Es difícil escapar de aquí porque el capitalismo no quiere disidentes. Nos quiere abotargados, sumisos, complacientes, dóciles, colaboracionistas. Y una vez que lo tenemos dentro (algunos ya desde nacimiento, pues lleva generaciones infiltrado y hasta nuestro ADN ha llegado), nos dirige, nos hace creer que las elecciones que tomamos son nuestras, que no nos hace falta pensar, que el amor duele y que son mucho mejor los placeres instantáneos. Nos dice cómo disfrutar, a dónde hay que viajar y cuándo, qué comer, cómo informarnos y cómo educar a la prole para perfeccionar a los futuros abotargados. ¡Despierta! Libérate del parásito, cultiva el pensamiento crítico, lee, ama y elimina cuanto antes al parásito.
Es más fácil con un muerto
Al principio es duro. La muerte arranca las cosas de cuajo. Sobre todo cuando muere alguien que no esperabas, alguien que no le tocaba morir. Luego las cosas se calman, los ánimos se atemperan y, como el amor es más fuerte que la muerte, puedes seguir amando al muerto aunque te haya abandonado en esta vida. Con los vivos es todo mas complicado. El amor tiene altibajos, ahora te quiero yo, luego me quieres tú, hoy te quiero más que mañana y menos que ayer, nos queremos pero no nos vemos, hay un sinfín de posibilidades. Por eso hay que tener claro en el amor que si uno quiere amar nada tiene que buscar. Ama aunque no te correspondan. Ama aunque aún no te conozcan. No esperes a la tercera dimensión para amar, ama en dos dimensiones. Ama en la distancia. Amar así es doloroso e intenso y siempre, siempre, es más fácil con un muerto. El muerto siempre corresponde pero su amor no es tan intenso. Sus caricias son más leves, sus besos más tenues y su cuerpo, transparente, sin peso; una alucinación, solo eso. Sí, es más fácil con un muerto pero ¿quién quiere la facilidad? La existencia es complicada. Encontrar el sentido a la vida es todo y nada. De repente estás alegre, luego te desanimas, pero ay el amor, el amor es esa flor que hay que regar de por vida. El amor duele, contamina, infecta, pero tiene muchas vitaminas y, a pesar de todo, una vida sin amar es como un mar sin agua o sin sal, como estar vivo y no respirar, como ser un muerto viviente que solo va a trabajar. Y en el mar de mi amor el oleaje es intenso y quiero respirar los sentimientos de todos los corazones que amo y ser un vivo que muere, pero que muere amando.
jueves, 26 de diciembre de 2024
La invasión de los recalcitrantes
Ha sido poco a poco. Muchos nos fijábamos en la manipulación de los medios como si fuera el gran problema de este milenio, del siglo tal vez, de la época en que vivimos. Pero si observamos a los propagadores de bulos nos damos cuenta de que son como las naves nodrizas de los recalcitrantes. El sistema instala en las mentes, a través de ellos, toda una serie de mentiras y opiniones sin sentido que van calando hasta transformar a una persona, aparentemente normal, en un nuevo recalcitrante. No puedes discutir con ellos porque los argumentos, cualquier tipo de argumento válido, se las trae al pairo. Siempre se las arreglan para desviar el tema de conversación hacia su territorio y, cuando te quieres dar cuenta, habíamos comenzado hablando de religión y, visto y no visto, estás discutiendo sobre paguitas. Ellos no suelen argumentar, sólo repiten lo que les proporciona su nave nodriza de confianza, su propagador de bulos habitual. Y así es como infectan al resto, a base de repiticiones, van calando una serie de ideas absurdas que no dejan pensar en lo que de verdad importa. Cuando se ven atrapados en una conversación sacan sus comodines excusa que, en caso de que hables de política, son Venezuela, paguitas y los ocupas. Estos comodines pueden ir variando aunque algunos permanecen como comodines estrella y se eternizan. Hoy ha sido harto interesante ver la discusión en el trabajo con un recalcitrante convencido y otro que a veces solo tiene algún síntoma dependiendo del tema que se trate. Hablaban de religión, de su veracidad y falsedad, hasta que al recalcitrante se le disparo un comodín político y dijo ¿y las paguitas? Todos nos quedamos sorprendidos pues no tenía nada que ver con lo que estaban hablando. Me metí la mano en el bolsillo y le di unas monedas al recalcitrante, toma, para que te entretengas en una máquina tragaperras. Todos me miraron extrañados pero el recalcitrante se guardó la calderilla.
miércoles, 25 de diciembre de 2024
Con tu cara
Con tu cara en mi pecho quiero abrazarte, sintiendo mi piel y mis pelos vibrando de amor en tus mejillas, acariciar tu lindo rostro con pasión y dulzura, llevarte a un éxtasis sosegado fabricándote sueños con el roce de mis dedos mientras mis brazos te dan la protección y seguridad que necesita tu vulnerabilidad. Con tu cara como lienzo mis dedos pintan el momento, se deleitan en el instante de tenerte entre mis brazos, funda de mi regazo, tesoro de mi corazón, fusión del alma, espíritu entrelazado, cosita linda tu eres mi hado y, con tu cara en mi pecho, me siento hoy regalado, a una vida plena de dicha, a una alegría nunca entredicha. Con tu cara aprendo la vida, me siento en maravillosa compañía y lleno mis pensamientos con todos sus gestos y todas sus sonrisas. Con tu cara junto a la mía creamos besos que son el arte de cada día. Siempre hay tiempo para un nuevo beso, de esos que nunca terminan, que hablan del amor y de la vida, que cuentan historias, que parecen novelas golosas y relamidas, y uno nunca se cansa porque con tu cara me lleno de energía. Con tu cara en mi pecho te sueño despierto, oigo tu respiración, siento tu calor y el latir de tu cuerpo se sincroniza con el mío y el amor late en estéreo con tu cara en mi pecho.
Flujo creativo
El flujo creativo es constante. Estoy en la cama, recién despertado, retozando entre las sábanas para recibir el nuevo día. Me levanto y agarro una libreta porque las frases han acudido a mí. Las escribo y vuelvo a la cama, pero mi mano no para de sentir y enciendo la luz de nuevo y vuelvo a escribir. Casi va sola llenando el papel de aureolas literarias, de cantinelas que resuenan en mi cabeza como un eco que busca cobijo, de francachelas imaginarias que acuden a mi mente generándome sonrisas. Y este flujo creativo es un torrente que desborda y aturulla mi imaginación. Y qué a gusto me quedo cuando escribo, siento en mi interior un mar silente, una calma chicha, una suave caricia de la vida que me susurra, relájate un poco pero continúa, escribe, controla tu flujo, cabalga o navega sobre él, dirige el timón, acopla las velas, hazte cargo de riendas y manivelas, escribe y disfruta, corrige y moldea, imagina personas, hechos, aldeas, mundos y calaveras. Sigo desnudo en la cama pero he llenado ya media libreta. Este flujo es un embrujo y yo soy el hechicero, tranquilo y humilde, nunca altanero. Este flujo me descubre quién soy, quién estoy siendo, y quién seré si sigo escribiendo lo que estoy sintiendo. Amo lo que imagino, lo retuerzo y lo exprimo, escribo y escribo y, luego, separo la paja del trigo. Creo que he encontrado el camino. Andaba perdido pero el amor corrió las cortinas y descubrí mi destino que tiene forma de flujo creativo.
Grita el silencio
Y un viento de amor provoca. Primero sopla suave, lento, luego fuerte y lleva hasta tu boca los besos que lancé al aire ayer mientras te pensaba y te sentía, mientras recordaba el día que aparaceiste en mi vida y me producías alegría incluso no estando, pero estabas, porque siempre estás a mi lado sin saberlo o puede que sabiéndolo, pues nuestro amor te lo habrá susurrado, como hizo a los cuatro vientos. Grita el silencio su canción de espanto que relaja el cuerpo. Grita el silencio y se van los llantos que tengo dentro, y en ese hueco que dejan, lo lleno del brillo de tus miradas y tus maravillosas sonrisas y, enseguida, me puse contento, siempre, en cuanto grita el silencio. Siento que a ti estoy conectado. Hay un hilo invisible de amor que va de mí a ti y nos hace sentirnos queridos. Grita el silencio que la vida es maravillosa, que hay tesoros increíbles, que hay personas de otros mimbres, como tú, con tu elegante desnudez, con tu vida de puro arte, con la sencillez de tu presencia que pronto estudiará la ciencia, la ciencia de mi cariño, la de mi amor, para que sigas siendo un niño y desintegrar tu dolor y, cuando grite el silencio, oigamos una delicosa música y bailemos los dos.
martes, 24 de diciembre de 2024
Hay algo más importante
Sí, hay algo más importante que la verdad: la belleza. ¿Pero dónde se halla la belleza, la belleza de verdad? A veces creo que son la misma cosa. La belleza de verdad es interna y con paciencia, bondad, empatía, amor, mucho amor, se va exteriorizando, se muestra ante nosotros o tal vez seamos nosotros los que hayamos hecho que se muestre. La belleza está en el silencio que habla y canta, y en la quietud meditada donde nuestra alma baila. Y esa belleza de verdad también está en la excitación endemoniada, en el deseo que fluye y aparece a borbotones por todos los rincones de nuestra piel. Entonces una caricia nos seduce y nos calma, un abrazo de cariño nos da cobijo y seguridad, el amor del otro nos envuelve y el nuestro se expande. Fusión bella que surge en el roce íntimo, en la yema de ese dedo que recorre con dulzura tu ombligo y asciende en busca de tus pezones para hacer brotar de ellos ilusiones que lamer y degustar para hacer que el amor llegue al paladar y la satisfacción a tu espíritu. Y la ascensión sigue hasta tu cuello donde hay una explosión de besos. Y al fin nuestras bocas se encuentran para decirse con una danza de lenguas que hay algo más importante que la verdad y es la belleza del amor, de nuestro amor, que empezó y ya no puede parar, y se propaga, y se hace arte, y va en tu busca y no para hasta encontrarte, y tu belleza me llena el alma y el amor diluye nuestras penas.
lunes, 23 de diciembre de 2024
Fuego
Llevo la llama del amor en mi interior y quiero prenderlo todo, que el amor se expanda por el universo y también por el multiverso. En mis dedos, donde habita el tacto, llevo la esencia de todas las pieles amadas, tengo una biblioteca de caricias y, al igual que los libros, hay estanterías de caricias dadas y otras que solo han sido pensadas o imaginadas, todas las caricias presentes pero también hay pasadas y futuras, y un pequeño laboratorio de caricias, donde tengo algunas primicias, como las caricias que doy con mi barba o como los besos caricia. Y tanto la biblioteca como el laboratorio están iluminados por mi fuego interno. Es un fuego de amor que no quema, pero prende y alegra, suscita placer y nuevo amor genera. Fuego en la piel que calma el dolor, fuego interior que produce la excitación, pero también fuego que calma y fuego de la meditación. La llama del amor es un fuego que transforma, que transgrede las normas, que transporta a esa dimensión ignota siempre imaginada y deseada y, ahora, también habitada por nuestros cuerpos que se aman.
domingo, 22 de diciembre de 2024
Y con tu espíritu
Te vi, me gustaste, nos hicimos amigos, apareció el amor, nos queremos en la distancia, estás en mi corazón, siempre es una alegría hablar contigo, de cualquier forma, saber de ti, ver tus fotos, sentir tu alegría al ver esa maravillosa sonrisa en tu rostro. Se ha generado esa increíble empatía con la que puedo sentir tus alegrías y derramar tus propias lágrimas, notar tus caricias y, después de imaginarme tus besos, tener tu sabor en mis labios. En sueños te abrazo y ya consigo despertarme sintiendo que estoy entre tus brazos. Despierto abrazado a la almohada que sigue susurrándome cositas lindas con tu voz y yo mantengo los ojos cerrados para que perdure la magia que me he traído del sueño. Abro los ojos y retiro la almohada y, al ducharme, son tus manos las que me enjabonan. Aún estando lejos cada día hay nuevas evidencias de que te acercas, de que, de alguna manera, ya estás aquí, pues percibo tu tacto, tu amor, saboreo tus besos y abrazos y apareces en todos mis pensamientos, apaciguándome cuando estoy nervioso, acompañándome cuando me siento solo, insuflándome el ánimo que me falta y necesito, y en su justa medida. Te llevo en el corazón y yo estoy en el tuyo, y con tu espíritu me he entrelazado, como dos cuerpos en un lecho con las piernas cruzadas y hechas un nudo de amor, así va mi espíritu con el tuyo y nuestras almas fundidas y el pensamiento conectado. Y nuestro amor creciendo a pasos agigantados.
Pese a todo
La mayoría de gente hace balance en sus vidas al finalizar el año. Pero solo de ese año. Por otro lado, los buenos propósitos de comienzo de año se diluyen a los pocos días. Estamos constantemente cambiando pero apenas nos damos cuenta. Solemos percibirlo cuando ha pasado mucho tiempo o cuando algún conocido que había dejado de vernos nos vuelve a ver al cabo de los años. Así que percibimos los cambios a través del otro. El concepto de felicidad no nos entra en la cabeza porque no queremos sentir dolor ni envejecer ni morir. La felicidad que nos vende el capitalismo no existe pero insistimos en buscarla. El dinero no da la felicidad ni la facilita ni ayuda bastante, como se suele decir, solo tienes más posibilidades de gastar y nada más. El amor muchas veces no es correspondido y, si no sabes amar, sufres más de la cuenta y acabas tergiversando el amor, lo transformas en una posesión más. Vivimos en la época del instante: lo quiero todo y lo quiero ya. Placeres, experiencias, caprichos... Pero el instante muere enseguida y nunca estamos satisfechos, nuestras alegrías solo son comparaciones y la envidia surge por todos los rincones. Pero siempre hay un resquicio, una pequeña grieta con un atisbo de luz, algo en tu interior que te dice que te esfuerces y que tengas paciencia. Que a amar no se aprende en un día, que el dolor forma parte de la vida y que el fracaso y el éxito son solo tonterías. Que la alegría y la riqueza es que te quieran y, sobre todo, querer. Porque pese a todo la vida es bastante bella.
sábado, 21 de diciembre de 2024
Soy distinto
Desde que te conocí no soy el mismo. Han cambiado varios de mis mecanismos. El amor ha hecho mi corazón más grande porque como no te puedo tener siempre delante, te llevo dentro siempre conmigo. Y cuando quiero ir a tu encuentro mi medio de transporte es el pensamiento e ipso facto te siento. Soy distinto porque tu amor me ha vuelto un niño, porque quiero jugar con tu ombligo que huele siempre a cariño. A veces estando en silencio oigo mi palpitar, y eres tú que estás llamando no para salir sino para entrar. Llamas desde el corazón y te oigo desde ultramar porque el amor acerca tanto que en mi alcoba siempre estás. Apago la luz y te veo y entre las sábanas te encuentro, hoy voy a contarte un cuento, y tú te acercas más y más. Abrazados nuestros cuerpos, soñamos la vida y vivimos el sueño. Y creamos mundos con cada beso. Una nueva realidad has traído a mi vida y soy distinto pues en tu amor floto mientras me vas haciendo fotos con una cámara invisible que, con cada parpadeo tuyo, hace clic, y cada uno de mis poros vibra creando la música de mi alegría que pone la banda sonora a cada una de tus fantasías. Soy distinto pues estoy en ti y en ese hueco de mi corazón donde antes nada había, ahora hay un tú muy grande que me genera alegrías.
Hasta que alguien diga
No te dejes llevar por la ola del dices y no haces, por esa tormenta de apariencias y mentiras, de mostrar las ilusiones y ocultar las realidades. No te dejes llevar por las banalidades. Lánzate al amor con todas sus cualidades, vívelo, siéntelo, expándelo como nadie. Nunca es tarde para acariciar el mundo y besar a la vida. Toma estas semillas, planta tus alegrías, riégalas con el amor de cada día y cosecharás amistades que transformarán tu vida. Pinta en tus pensamientos, pon lo que más deseas en eso futuros lienzos, cocina bien esos versos, tararéame en los pezones, susúrrame en el ombligo, dime con todos tus dedos que hoy quieres estar conmigo. Vuela desde mi corazón a mi lecho y aposéntate en mi pecho y escala por él hasta la cima de este beso. Haz de mí tu regalo y envuélveme con tus brazos y pongamos un lazo de sexo que según desde donde se mire será cóncavo o convexo. Dime que no soy guapo, que soy un poquito viejo, pero que me amas precisamente por eso. Ven a mi encuentro en un cuento que ahorita mismo me invento. ¿Quieres ser hada madrina o el príncipe del desierto? Vas a ser la luz divina que con amor resucita a un muerto. Salta de este mi sueño y aterriza en este beso que ya me está sabiendo a ti, dame cobijo en tu ombligo y déjame vivir en ti, juguemos como dos niños hasta que alguien diga fin.
viernes, 20 de diciembre de 2024
Continúo queriéndote
De adolescente pensaba en epitafios para mi lápida y todos los que se me ocurrían intentaban ser graciosos, como un último chiste del difunto que, ya desaparecido, te saca una sonrisa al leer la inscripción en la lápida de su sepultura. Pero hoy he dado con el epitafio exacto, continúo queriéndote, sí, porque como digo siempre, el amor es más fuerte que la muerte. Y este continúo queriéndote sirve también para las personas queridas y amadas que mueren antes que uno mismo o, sin tener que morir, te dejan, desaparecen de tu vida. Creo que el amor verdadero no termina nunca. Siempre usamos ese término, amor verdadero, para una sola persona con la que tendríamos que pasar el resto de nuestros días, pero creo que ese concepto es válido para todas las personas a las que se ama. Las relaciones no tienen que tener un final trágico, aunque esté la muerte de por medio. Mi madre murió hace casi quince años y la sigo queriendo, incluso como si siguiese viva. Es un amor que es eterno, pues cuando muera yo también la seguiré queriendo. La desaparición de los cuerpos no implica la desaparición del amor. Continúo queriéndote aunque te vayas del mundo o a otro país, o a otra ciudad, u otra casa, aunque te vayas de esta relación el amor perdurará. La sabiduría de la alegría así lo dictamina. El amor no se obliga y uno quiere la felicidad de las personas amadas, estén o no a tu lado.
jueves, 19 de diciembre de 2024
Demasiado raras
Hay cosas que no se pueden contar a nadie porque si alguna vez se te ocurre hacerlo, te toman por loco o por idiota. Pero va pasando el tiempo y no me importa nada porque me tomen los demás. Antes era muy dado a la explicación, pero me llevé más de una desilusión con tanta explicación porque ni aún así me entendían. Es más, era peor. Hoy puedo decir que es mucho mejor no aclarar las cosas, sobre todo esas cosas que solo son importantes momentáneamente. Malentendidos de plexiglás, heridas de orgullo de pacotilla, torceduras de ego como si fuera un tobillo falso de goma, fruslerías de ayer y hoy, chorradas de pitiminí o de chichinabo. Todo tan raro como oír música celestial en un charco o leer el pensamiento en un gesto. O más raro aún, al sentir un estremecimiento al ver una foto, amar a alguien sin haberlo visto físicamente, sentir su tacto a miles de kilómetros, y no en un sueño sino andando por la calle y saber que son sus dedos y a la vez que es imposible pero que es cierto. ¿A quién le cuento todo esto? Que cuando apago la luz vienen tus besos buscando mi boca y la encuentran y siento tu lengua bailando a la vera de la mía. ¿Es esto locura o una letanía de hechos a silenciar para no provocar rechazo por esa alarmante normalidad artificial que opera en la sociedad tan campante? Pero tengo que escribirlo y hacerlo pasar como ficción, porque hay cosas rimbombantes y otras descacharrantes que ya no puedo silenciar como lo hacía antes. Aunque sigan siendo demasiado raras.
La alegría de vivir
Ha retornado, sí, esa alegría de la infancia, de la aventura diaria, de bailar porque sí. Estaba agazapada en mi interior, como en una larga hibernación provocada por este sistema destructivo del capital. Pero ha resucitado gracias a la chispa del amor. No importan las contrariedades que me encuentre en el camino porque la disposición de mi ánimo es superior a ellas y, como esa planta que crece a través del asfalto, así es mi alegría de vivir, incombustible y, a la vez, mi amor es puro fuego. Porque todas las tempestades son el origen de la alegría que en este momento renuevo y ofrezco a todas mis amistades para que disfruten conmigo de sus realidades. La alegría de vivir resurge con fuerza como la sabiduría más perfecta y se mezcla con el amor para hacernos sentirnos mejor. Cada instante es una búsqueda donde se crea la sonrisa de satisfacción que nos espera en cualquier parte, con cualquier cosa y que me recuerda lo bonito que es amarte, a pesar de la distancia, pero con el corazón y el alma llenos de ti. La alegría de vivir es ver a los amigos sonreír, compartir abrazos, besos y caricias, y muchas, muchas risas. Porque el ingrediente esencial del amor es el humor, y el de la alegría es el amor, y el de la vida, la alegría, la alegría de vivir.
La última golosina
Llevo una pequeña bolsa de plástico llena de golosinas de perro en uno de los bolsillos laterales de mi pantalón de trabajo. Tengo varios amigos perro que vienen a saludarme a diario. Algunos quieren su golosina de mis manos otros solo quieren mis caricias y mi cariño. A Pancho, un labrador adoptado por un hombre mayor, lo veo casi todos los días. Es cariñoso y simpático, no ladra y tampoco es mucho de dar lametones, lo suyo es más acercarse y pedirte con pequeños toquecitos con el hocico que le acaricies. Pega su lomo en mi pierna y se contonea mientras yo le acaricio. Ese es el ritual en nuestros saludos. Cuando el dueño me ve, suelta a Pancho que viene corriendo hacia mí. Ayer le di una golosina y luego lo acaricie. Después volvió a sentarse para que le diera otra pero su dueño le dijo que ya se la había comido. Hoy, al comenzar a trabajar, he visto al dueño solo en un paso de peatones. Le he preguntado si había sacado al perro y no me ha contestado y entonces me he dado cuenta de que Pancho había muerto. El hombre apenas podía hablar y enseguida se ha puesto a llorar. Por lo visto Pancho ha sufrido un infarto a las dos de la mañana. Por lo menos no ha sufrido, le he dicho a su dueño. Entonces han venido a mi cabeza las imágenes de ayer. Yo dándole una golosina a Pancho, la última, y Pancho pidiéndome otra para su gran viaje pero no fuimos capaces de entenderle ni el dueño ni yo. Pancho me ha proporcionado multitud de instantes de alegría y cariño durante mi trabajo y permanecerá siempre en mi corazón.
miércoles, 18 de diciembre de 2024
Baba
Nada más verte tuve ganas de conocerte. Aunque eso me pasa con mucha gente y no siempre funciona, intuía que tú me ibas a dar muchas sorpresas. El tiempo me dió la razón. Comenzamos a hablar a distancia y tus palabras me envolvían, las sentía en mi piel, me llegaban al corazón y un día, casi sin querer, pude comprobar que apareció la baba. No la de arriba no, no la de la boca, que también, sino la de abajo, la del sexo. Hablar contigo a distancia me producía placer; la baba lo confirmaba. A partir de ese día, siempre, después de hablar contigo, miraba mi entrepierna y ahí estaba la babita linda, era como tu firma, el recuerdo de tu conversación, la alegría de nuestra relación, el amor que sentía y me generabas y que esa parte del cuerpo expresaba de esta forma. Visto desde fuera parece solo una secreción pero yo sé que es la demostración del amor. Esa baba portaba tu olor, me acercaba a ti de alguna manera, yo ya la consideraba un preámbulo, un prólogo a nuestra historia futura, a una vida compartida, a un conocimiento más profundo, a un abrazo físico donde esa baba se transformaría en río de alegría por estar cerca de mi amigo querido, por compartir un trozo de vida y crear una historia común que llenará nuestras cabezas de lindos recuerdos. Tan solo baba pero baba de amor que se desprende como el polen de una flor, y poliniza corazones en todos los rincones y la energía de esa baba achica las distancias y nuestras almas danzan fundidas al son del amor, como predijo la baba.
La belleza escondida
Busco ese tipo de belleza. A veces veo a personas e intuyo que esa belleza está ahí. Me pasa con muchos amigos. Personas que solo conocías de las redes sociales y a las que les faltaba añadirles una dimensión, aunque, en realidad eso no es lo importante. Cuando te relacionas con alguien y has adquirido cierta confianza, no hay que buscar solo similitudes a pesar de que nos han acostumbrado a ello, porque la diferencia es bella. El otro nos enseña a conocernos a nosotros mismos. Si conseguimos una relación, de amistad, por ejemplo, con sinceridad, hablando de múltiples temas y, como se suele decir, la cosa funciona, surgirá el amor, el amor al amigo, la alegría en la relación y las ganas de expandirla y es ahí donde la belleza escondida, que al parecer es muy tímida, surge al exterior y, donde antes no veíamos nada fuera de lo común, ahora es todo una preciosidad. La mirada brilla mientras nos hablan, los poros supuran cariño, respiramos el amor del otro durante la conversación o incluso estando en silencio, solamente en su presencia. Y esa belleza escondida que sale a nuestro encuentro es un auténtico regalo, es un premio que nos da la vida a través de esa persona. El premio de relacionarnos con ella, de poder pasar un rato junto a ese amigo maravilloso que, antes de conocerlo nos pasaba desapercibido y, ahora, nos parece hermoso.
martes, 17 de diciembre de 2024
Tengo palabras de sobras
Para decir lo que estoy sintiendo. Hay multitud de maneras de hacerlo, incluso en silencio, usando las palabras pronunciadas por un mudo, o las que lee un ciego usando sus dedos, tal vez esa sea la mejor manera de decirte que te quiero, pasando las yemas de mis dedos por tu cuerpo, vocalizando besos en cada uno de tus poros, susurrándote los tesoros que hay en todas las sonrisas que me regala tu rostro. Tengo casi tantas palabras como amor quiero ofrecerte, regalarte, hacer que lo sientas a través de mi lengua mientras pinto en tus pezones lametones y, como en un truco de magia, hago realidad todas tus ilusiones. Nuestras miradas chocan y se fusionan al igual que nuestros corazones. Y nos quitamos la ropa con tanto arte que nuestra desnudez es la más elegante. Y te contemplo con el corazón, con los ojos, con los labios y con el sexo, eres mi museo de amor y expones tus sentimientos, y yo los cuido, los amo, los observo, los pienso y los imagino pues me ha engullido un torbellino de deseo que solo lo calma la fusión de nuestros cuerpos, y entrelazamos los espíritus y nuestras almas se dan besos. Tengo tantas palabras que mientras hacemos el amor te cuento un cuento, y una historia maravillosa ocurre en el mismo momento, y una lluvia de versos lindos cae sobre nuestros cuerpos. Y si te acaricio dices sí, y si te beso dices más. Y nos amamos y los dos pensamos sigue. Sigue diciendo todas las palabras que te sobran, no pares.
Los axiomáticos
Los axiomas, según un diccionario común, son proposiciones tan claras y evidentes que se admiten sin ser demostradas. Hoy me di cuenta de que hay varios tipos de seres axiomáticos. Por un lado están esas personas a las que podemos calificar de algo, no sé, por ejemplo de imbéciles, y es tan evidente que son así que no hace falta ninguna demostración, aunque, inevitablemente, ellos insisten en demostrarlo a cada momento, tienen miedo de que se nos olvide a los demás su calidad de imbéciles. Y por otro lado hay seres axiomáticos más alegres y simpáticos que profesan amor en todos sus actos. Y los ves y sabes que te aman y no necesitan demostrarlo, pero lo demuestran sin necesitarlo. Y este tipo de ser axiomático es el más maravilloso, Hay una evidencia palpable de que rezuman amor por todos sus poros. Aman sin pedir nada a cambio, y lo admitimos sin demostraciones, porque podemos sentir su amor a distancia de forma clara y evidente, y a mí me ha pasado al sentir tu tacto sin que me tocaras, al saborear tus besos en la soledad de mis pensamientos, al notar tus abrazos mientras duermo, al sentirme dentro de ti y a ti dentro mío pues en mi corazón habitas y, muchos días, puedo oír tus sonrisas, e incluso, tus gemidos. Y este axioma maravilloso que es el amor que se me ofrece por este ser axiomático que demuestra sin demostrarlo y viceversa o al contrario, pues es tan claro y evidente lo que por mí siente que me envuelve su amor a diario.
lunes, 16 de diciembre de 2024
La organización dinámica de una intensidad
Dicen que soy intenso. Dicen muchas cosas pero esta puede que sea cierta. Siempre he creído que la vida hay que vivirla con intensidad, aunque eso no quiere decir que huya de la tranquilidad, más bien genero o creo una tranquilidad intensa, porque mis silencios son intensos al igual que mis miradas y, sobre todo, mi amor. La vida está plagada de historias y el amor es una de ellas y de las más importantes. Dicen que soy intenso. Y qué ocurre cuando un intenso encuentra a otro. La tierra tiembla. Y si entre medio de dos seres intensos nace el amor se produce una organización dinámica de la intensidad que fluye por el espacio cósmico, provocando sinergias alucinantes, generando una magia interna como las de antes, pequeños escalofríos chisporroteantes que estremecen nuestra piel, nuestros poros se abren para que el amor penetre y una música interna suena mientras nuestra alma baila un vals, un tango o lo que a ella le parezca. Nuestras intensidades contactan, salen chispas y en el cielo aparecen nuevas estrellas por donde se propaga nuestro amor. El cosmos sonríe, tú yo nos sentimos mejor y la organización dinámica de una intensidad está haciendo que la alegría y el placer que sentimos sea una enormidad.
El vericueto
La vida es un cúmulo de vericuetos que hay que atravesar. Entre medio hay llanuras, instantes de felicidad y alegría que, qué curioso, algunas veces son también vericuetos. Pero yo quiero referirme al vericueto del amor. Porque amar no es fácil y, para llegar a un corazón, hay múltiples zonas escarpadas. Cada uno tenemos nuestra personalidad y es tan difícil a veces estar bien con uno mismo como para estar bien con el otro. Por eso tenemos que vernos a nosotros mismos desde fuera y empezar a amarnos para poder empezar a expandir ese amor a los demás. Si yo no me quiero a mí no puedo querer a otro, y esto no tiene nada de egoísta, al contrario, lo que ocurre es que siempre lo mal interpretamos. Quererse a uno mismo es aceptarse y aceptarse es comprender nuestra forma de ser, el tiempo que nos ha tocado vivir, saber desasirse del sistema, ser social en justa medida y muchas otras cosas que forman los vericuetos de nuestra vida. No vamos a encontrar la perfección o puede que sea el aceptar y comprender nuestra imperfección y saber sacarle partido. Perder el miedo en medio del vericueto del amor y crear nuestro destino. Descubrir el amor en el amigo, no al recibirlo sino al darlo, porque lo bonito es amar sin esperar, amar y seguir amando, porque nuestro propio amor emprenderá su camino por sus propios vericuetos y acabará recalando en nosotros mismos. Y así te encontré, amor mío, flor de los vericuetos, sol de mi camino, agua en el desierto, luz que llena mi corazón, alegría de mi pensamiento, vericueto mío.
domingo, 15 de diciembre de 2024
Tesela
Si la vida fuera un mosaico ¿cuáles serían sus teselas? Yo descartaría los días monótonos, las repeticiones en el trabajo y cosas por el estilo. Las teselas de mi mosaico estarían repletas de colorido y alegría. Y en ellas se podrían ver las sonrisas de mis amigos, no solo de sus labios sino también de sus miradas. Habría muchas teselas con páginas de libros entrelazadas a algunos discos de vinilo y cimbreos míos y de mis amigos. Y en el centro del mosaico un gran ombligo. y arriba y a los lados dos hermosos rosetones rosados que, al acercarte, uno se diría, pero qué osado, son dos pezones, porque sí, porque siempre me han gustado. El mosaico de mi vida sería como esos cuadros compuestos de muchas figuras o cuadritos distintos que, al alejarte, toman otra forma y, dependiendo de la distancia desde donde se mira, se ve una cosa u otra. Porque la vida es cambiante y está hecha de pequeños instantes que hacen un todo, de muchas banalidades que adquieren importancia, de pequeñas cosas sencillas que se complican, de una frase corta que termina siendo un misterio o puede que un jeroglífico que lo acabe resolviendo. Y tú te preguntarás, pero qué dice, qué estás diciendo. Fíjate bien en el mosaico, porque muy cerca del pezón izquierdo estás tú sonriendo. ¿Y por qué el izquierdo? Porque estás en mi corazón, en el de mi cuerpo y en el del mosaico que es mi vida. Y tú eres la tesela del alma mía.
Deberíamos preguntarnos
Siempre nos preguntamos si las obras de arte deben contribuir a una mejora social, llevar implícitas una crítica del momento y, la belleza, bueno, la belleza puede estar incluso en su fealdad pero no quiero irme por las ramas. El arte debe de producir emociones, preguntas y respuestas, dar soluciones o solo hacer sentir. Pero ¿y el resto? Deberíamos preguntarnos si nuestros besos contienen arte, si podemos perfeccionar nuestras caricias, si los abrazos que damos son bellos, cálidos, transmiten amor, seguridad, confianza... Si hay arte cuando cocinamos, pensar si podríamos exponer nuestros platos con la comida de la semana, si hay arte en la acción de llenar un vaso de agua o cuando nos tiramos un pedo. Está bien que el arte nos haga pensar, sentir, que nos transmita valores, luchas, historias, críticas, que nos haga cambiar, entender, amar... Pero deberíamos preguntarnos por qué no hacemos todo con arte, por qué no vivimos la vida com si fuera arte puro, por qué respirar, respirarte no es uno de nuestros principales artes. Por eso en el taller de mi imaginación estoy perfeccionando las caricias, quiero poder darte los mejores besos y con más arte de la historia del universo, de hecho, he creado un mundo para poder hacerlo. Quiero que todos mis movimientos, pensamientos y actos sean portadores de arte, y no solo para obnubilarte sino para amarte con más arte. Quiero exponer nuestras miradas al mundo, escribir un libro con nuestros besos y caricias, hacer una escultura con nuestro amor, una película con nuestras vidas y que, tú y yo, seamos obras de arte vivas. Deberíamos preguntarnos todo eso y por qué aún no lo hemos puesto en práctica. Hoy sería un buen momento. Incluyamos arte a todo o muramos en el intento.
La tranquilidad de quererte
Hoy pensaba en la calma que me produce tu amor y amarte. No tengo ansiedad y cada vez que te pienso me lleno de contento. Imaginarte es alegría, es el comienzo, es abrir una puerta en el corazón para que, cuando hablamos, se encienda y sea como correr las cortinas del sentimiento y entre tu luz encantadora que me acaricia para que, cuando vengas a mi encuentro o yo al tuyo, nuestro silencio diga lo mismo que nuestras manos y nuestros labios, y el abrazo en el que nos fundiremos será nuestro refugio y nuestro lugar mágico donde, después de una gran charla de silencio y de miradas, y junto a la tranquilidad de quererte, hablaremos entre risas de nuestras vidas, de ilusiones y de sueños, de proyectos y recuerdos. Y puede que cuando mires al techo y solo pienses en lo mucho que me quieres te haga unas pocas cosquillas y sonrías, y me las devuelvas y nos enzarcemos en una pelea de cariño para terminar con un beso corto y otro más largo y otro casi eterno que generará gemidos hechos de pasión, alegría, amor y de este juego de niños que me produce la tranquilidad de quererte.
viernes, 13 de diciembre de 2024
Tu boca
Soñé que estaba en tu boca. Como una palabra que todavía tienes que pronunciar, que ya has pensado pero esperas el momento oportuno para decirla. Esa palabra primero brilla en tus ojos, no se ve, pero se siente una luz parpadeante, porque la mirada siempre habla primero, bueno, si los dedos no han alcanzado su propósito antes. Así que estoy en tu boca, balanceándome en tu lengua, y resbalo y vuelvo a subir, y la rodeo y me abrazo a ella, y tú piensas en mí y me sientes como la palabra que danza en tu boca. Y puede que no esté soñando, que todo esto lo esté viviendo, pero no acabo de creérmelo porque aún no me has pronunciado. Y de pronto dices amor y aparezco desnudo a tu lado. Y firmo un contrato para vivir en uno de tus magníficos abrazos con unas bellas vistas al lugar donde me has pronunciado y un cuarto secreto con un techo de ombligo donde todo se vuelve mágico. Y me pronuncies o no en la piscina de tu boca me baño y en tu pecho duermo mientras tú, como si fuera un niño, me estás amamantando. Y tu boca canta una nana erótica mientras el cuarto secreto se llena de magia. Y aunque esté despierto sueño porque es tanta la maravilla del amor que siento que pienso que no lo puedo estar viviendo, pero sé que miento, es como un juego donde lo imposible viene a mi encuentro, y al pronunciarme tu boca me envuelvo de placer intenso y ya no soy yo sino algo bello contigo que me une al universo.
Incluso a distancia
Hoy salí a la calle sin saber a qué. A paso firme y decidido pero sin saber a dónde. Hasta yo mismo estaba intrigado y me preguntaba por qué hago lo que hago. Caminando siempre en la misma dirección, guiándome por el cielo y un sexto o más bien séptimo sentido. Dejé atrás la ciudad y paré, cansado pero contento y algo me dijo, es aquí. Me senté y respiré. Y de repente tu presencia noté. Incluso a distancia te respiro, me dije. Feliz de olerte, de sentirte en el ambiente, de llevarte en mis pulmones, recorrías mi interior y me alimentabas como si fuera una flor. incluso a distancia te respiro y levanté una mano y toqué el cielo como si tocara tu ombligo, y una nube se estremeció y pude oír tu gemido. Incluso a distancia te veo pues es tanto el amor que siento que me olvido de lamentos y me proyecto a tu encuentro como si la vida fuera un cuento y yo el niño que me lo invento y lo vivo y lo imagino y, como no, estás tú conmigo y sí, te respiro, pero ya la distancia se ha ido. Ahora todo es amor y nuestras pieles son una y en un abrazo fundidos nos amamos como ríos embravecidos.
Magma de amor
Casi convencido por la sociedad de que nada iba a cambiar, de que debía sumergirme en un consumismo dulce y hedonista, ser uno más de los turistas precarios y sin mucho dinero que recorre los mismos sitios durmiendo en hoteles baratos y se hace las mismas fotos que vemos todos los veranos o cuando tenemos vacaciones como si fuera un decorado de cartón piedra en un estudio de un fotógrafo de barrio. Casi convencido de que debía comer mal pero tener un coche que me diera prestancia, un trabajo que no me gustase pero que ganara más que con uno que sí, una vida sexual activa con quien fuera pero que, socialmente, implicara éxito. Como digo, casi convencido. Pero el amor es como esa planta que crece en el asfalto, aprovechando una pequeña grieta y el agua de un charco o de una máquina que limpia las calles o, tal vez, solo las moja. Y esa planta fue creciendo en mi interior y todos los casi convencimientos se deshilacharon y se los llevó el viento. Y las raíces del amor hicieron una planta tan potente como un volcán y en el magma del amor comencé a nadar, al principio con dificultad debido a su espesura, pero más adelante con destreza y soltura me apoderé del entorno y absorbí todos los poderes y beneficios del magma del amor. Voluntad y paciencia y un toque creativo que fue definitivo me transportaron como en un tiovivo amoroso donde cada vuelta era aún mejor que la anterior. Mis mejores amigos salieron de este magma divino y a todo el mundo que quiero conmino para que se ponga a nadar y bucear en este magma amoroso y descubra por fin en esta maravillosa vida todo lo más hermoso que debemos disfrutar.
jueves, 12 de diciembre de 2024
Tú mismo
Me invitaron a una fiesta de disfraces. Me hacía mucha ilusión y no quería ir con el primer disfraz que encontrase, o ser uno de esos invitados que, en la fiesta, se viera repetido varias veces por no haber sido nada original y haberme inclinado a la moda imperante, a lo fácil, al disfraz del año, al tema del mes, en definitiva, a lo que muchos optan. Recorrí muchas tiendas y en todas tenían los mismos disfraces. Ninguno me convenció. y, cuando volvía para casa, un pelín desilusionado, vi a un hombre mayor intentando bajar la persiana de su tienda. No podía. Parecía haberse atascado. Me acerqué y, en el escaparate, vi un envoltorio con un cartel que decía 'Tú mismo'. Me llamó la atención y le pregunté al hombre qué era eso. Es un disfraz, me dijo. Me lo quedo. Le ayudé a bajar la persiana y me hizo un gran descuento. Al llegar a casa lo abrí y no había nada en su interior, ningún disfraz, solo una pequeña ficha que decía, hoy en día, el mejor disfraz es ser uno mismo. Guarde esta tarjeta en su bolsillo y encamínese a la fiesta de disfraces. El día de la fiesta todos me preguntaban cuál era mi disfraz y, al sacar la tarjeta del bolsillo, pude leer, disfraz de mí mismo. Fue una gran fiesta y ya nunca me quité el disfraz.
La maleta rosa
Dicen que el hombre feliz jamás fantasea. No sé si será cierto. Será entonces que la felicidad consiste en aceptar la realidad y que además sea de tu agrado siempre. Pero yo, desde pequeño, he creído que la fantasía era algo muy importante para la vida, para ser feliz de verdad. No veo a la fantasía como un sustituto de nada, al contrario, más bien para mí es un preámbulo. Imagino, fantaseo y, con el tiempo, si todo sale bien, se transforma en realidad. Por eso voy guardando todas mis fantasías en una maleta rosa que tengo en el cerebro. Porque el rosa es el color de la esperanza en mis fantasías y, además, combina muy bien con el negro. Siempre he querido un traje negro, tal vez con un bombín que lleve un ribete rosa, y la corbata, también rosa pero con un punto negro, o puede que tres puntos, suspensivos tal vez, no sé. La camisa negra con unos pequeños adornos en las puntas del cuello y en el bolsillo, todo rosa, claro. Y los zapatos negros y los cordones rosa. Esta vestimenta lleva mucho tiempo en mi maleta rosa y ya va siendo hora de que me la ponga. En otra de mis fantasías me vestía así para ti, amor, para pasear a tu lado de esta guisa, negro y rosa bajo un cielo azul y blanco con mucho sol, y nuestros helados favoritos, o puede que una horchata. O puede que nada pues a tu lado el paseo ya lo es todo y, a lo mejor, son tus besos los que saben a horchata, pero puestos a fantasear, prefiero que sepan a ti, tus besos y la horchata, y que el sol caliente como tus abrazos, y las nubes blancas del cielo azul sean tan esponjosas como tus caricias, y que tus manos me quiten este traje rosa y negro y lo guardes en la maleta rosa y, los dos desnudos, en el cielo azul, tumbados en una nube, vamos creando nuestro mundo mientras nos amamos en la eternidad de los segundos, como dos niños que juegan, como adolescentes impetuosos, como dos artistas que dibujan en los lienzos de sus pieles con las yemas de sus dedos, no a brochazos sino a besos, besando con las miradas y también con los pensamientos, con los labios y los dedos, con todas las partes de nuestros cuerpos.
miércoles, 11 de diciembre de 2024
Mi cuerpo es libro
No creí que esto fuera a suceder, pero los libros de mi biblioteca, no todos, son como mis órganos, si uno desaparece, mi cuerpo se resiente. Noto cierto malestar. No hay un orden en mi biblioteca o tal vez el orden sea el caos que, por cierto, reina en toda la casa. Hace años me di cuenta de esta particularidad, de este tipo de relación mágica entre los libros y mi cuerpo. Ocurrió algo con uno de mis libros que más admiro, Jacques el Fatalista, de Denis Diderot. Se lo había dejado a una amiga, Verónica, para que disfrutara de la lectura. Un día empecé a sentir desasosiego sin que hubiera ocurrido nada que pudiera provocarlo. Notaba cierto malestar que en un principio achaqué a la comida. Pero iban pasando los días y el malestar continuaba. Fui al médico y me dijo que estaba perfectamente, pero yo me sentía extraño. A las dos semanas me dijeron que Verónica había muerto y que habían repartido sus pertenencias entre familiares y amigos, pero como yo vivía en otra ciudad, a mí no me habían incluido, así que mi libro vete tú a saber donde acabó sus días, puede que incluso en la basura. Fui a una librería y me compré otro ejemplar en una edición mejor. Y cuando llegué a casa me encontraba perfectamente. Era como tener un nuevo órgano, a estrenar, había rejuvenecido. Lo volví a leer y disfruté incluso más que antes. También percibo que mi cuerpo es libro al escribir, al crear un libro nuevo. Cuando lo termino siento una satisfacción que me reconforta al haber escrito unas páginas más de vida. Supongo que cada escritor tiene una cantidad de libros para escribir asignada de antemano por el destino, puede que incluso venga detallado en su ADN y, cuando cumples tu cometido, tu cuerpo se transforma en libro y habitas en las estanterías de las bibliotecas para siempre.
martes, 10 de diciembre de 2024
Te amo permanentemente
Te llevo en mi corazón y a la vez estoy nadando en el tuyo. Cada palabra tuya me acaricia. Cuando pienso en ti soy feliz, por eso te amo tanto. Soy esa brisa lenta que recorre tu piel buscando ese leve gemido con un roce mínimo justo en el momento que piensas en mí. Paso por tus labios y salto a tu pecho donde me delito dando vueltas a las rotondas maravillosas de tus pezones. Casi sin que te des cuenta, me dejo caer a tu ombligo y, cuando cierras los ojos y dejas escapar un gran gemido, estoy en el escondite de poesía que hay entre tus piernas. Intercambiamos versos y besos, ya no soy brisa, ahora soy carne y deseo, y deseo tu amor y también tu fuego, y que arda mi cuerpo junto a tu cuerpo. Una sinfonía de placer nos envuelve y un coro de gemidos en plena armonía celebra nuestra alegría. Me llevas en tu corazón y a la vez tú estás nadando en el mío. Cierro los ojos y en tu mirada respiro, entro por tus ojos y salgo por tu ombligo. Son las cosquillas de amor maravillosas que te haré cuando esté contigo. El amor que te tengo lo vivo a cada instante, a tu lado y en la distancia, porque el amor hace su magia y en el corazón te tengo y jamás te olvido.
Movilizarse en común
Porque el mundo es lo que hacemos de él. Por eso es tan importante el amor, la cooperación, el compartir y el vivir la amistad con todo el amor posible. Movilizarse en común por la paz, para la vida creativa, para crear nuevas expectativas, para vivir nuevas esperanzas, sí, vivir, no sólo tener. Movilizarse en común por los derechos humanos, en contra de cualquier tipo de atropello consumista y capitalista. Movilizarse en común por el amor, porque persista, porque se expanda, porque llene nuestras almas. Hace falta una nueva política, combativa, comunitaria, una revolución del amor en común, movilizando corazones, cuerpos y almas al unísono. El mundo necesita nuestro amor para ser distinto. Hagámoslo en común. Creemos un nuevo mundo lleno de arte, de cariño, de ganas de amarte, a uno mismo, al vecino, al amigo, a cualquiera y en todas partes. Hay que movilizarse. Los tiempos lo exigen y el mundo que queremos también. Movilizarse por amor y por un mundo mejor, porque nuestros actos son lo que hacen al mundo. Hagamos posible lo que el capitalismo nos dice que es imposible. No nos dejemos engañar ni manipular, en común podemos cambiar. Movilicémonos en común. Y con amor.
Lo que vivo, lo que veo, lo que siento
Cuando se trata de mis amigos no hago diferencias entre tres y dos dimensiones. Porque aunque los vea en las redes, en fotos, en vídeos o, tal vez, sólo lea sus mensajes o sus comentarios puedo sentirlos. Puedo ver en una foto esa tristeza que intenta ocultarse con una sonrisa forzada. Puedo vivir la alegría de un baile o una canción en un vídeo o de la instantánea de una carcajada. Puedo sentir su alma en esa mirada reposada que sonríe a la cámara en una foto inesperada. También entiendo los tonos invisibles en un mensaje o cómo se puede elevar la voz en un comentario escrito e incluso en un silencio que dura tres días o una semana. Lo que vivo, lo que veo, lo que siento está en todas partes, en las ilusiones y en los sueños, en las cartas que me llegan de bastante lejos pero siempre siento tan cerca, en mensajes de voz que me envuelven y me acarician con todo detalle, haciéndome notar la exquisitez de su cariño en cada palabra. Vivo un rayo de sol que se cuela por una rendija o por una pequeña grieta como si fuera un gran tesoro de esperanza o el comienzo de una vida nueva. Veo el pensamiento del amigo querido que en su corazón me lleva y comparte los deseos que imagina conmigo y, con el tiempo, les da vida. Siento su amor sin importar la distancia a la que se encuentren, pues la intensidad de sus caricias, sólo pensadas, recorren mi piel generándome albricias que vivo, veo y siento.
domingo, 8 de diciembre de 2024
Nosotros somos los únicos creadores
Del sistema que nos tiene atrapados. No ha sido un robot, ni un ordenador gigante, ni una inteligencia artificial. Hemos sido nosotros. Y esta tela de araña invisible que nos engatusa con su eterno consumismo, con-su-mismo sistema de mierda capitalista, atenaza nuestras vidas, las comprime en un bucle que se repite de manera general con pequeños detalles cambiantes. Ya no deberíamos pensar en cómo hemos llegado hasta aquí, sino en cómo salir. Y tal vez la única manera posible sea haciendo lo mismo, creando, pero creando algo mejor, distinto. Yo voy a salir del sistema a través de MundoPoema y del amor. Ese es mi acto creativo para salir de esta trampa en la que estamos metidos. Unirme al impulso vital que rezuman los poros del mundo en el mismo instante de abrirse al amor, surfear en la ola de alegría que surge en el momento creativo. Prolongando lo mágico, expandiéndolo para mis amistades, compartiendo la creación, creando escuela, academia, jardín de amor y conocimiento. Nosotros somos los únicos creadores. Sigamos creando.
viernes, 6 de diciembre de 2024
Persona de amor
He descubierto un nuevo tipo de ser humano: la persona de amor. Son esas tan maravillosas que no puedes hacer otra cosa más que quererlos. Desprenden cariño y bondad y, si consigues que sean tus amigos, son los más maravillosos del mundo porque te llenan de ternura, te contagian su alegría, te hacen reír y, el solo hecho de pensar en ellos, te hace feliz. También tienen otra cosa muy importante en común: que todos son habitantes de MundoPoema. Puede que alguno de ellos aún no lo sepa, pero ya se encargará el amor de quitarles su ceguera. Todos tenemos a una persona de amor incipiente en nuestro interior, solo hay que dejarla crecer, alimentarla con buenos hábitos, con amor sincero, con puro cariño e irá creciendo sin apenas darnos cuenta. Es curioso pero siempre se dan cuenta los demás antes que las mismas personas de amor. Te das cuenta de que estás delante de una persona de amor porque se te olvida el tiempo, desaparece la prisa, te encuentras a gusto en su compañía, da lo mismo que hable mucho o que esté en silencio, da lo mismo lo que diga, sientes un baño de alegría al perderte en su atenta mirada, y te pones a bucear en dirección a su corazón que es como el centro de una flor, donde libarás el increíble amor que desprende y que inundará tu corazón. De mayor quiero ser una persona de amor.
jueves, 5 de diciembre de 2024
Un lugar seguro en el mundo
Lo tengo para ti. Un lugar donde estarás a gusto, con calma y seguridad, un lugar donde te sentirás querido. Lo he preparado todo para que estés bien. Es el lugar más seguro del mundo, es mi corazón. Es un lugar donde el aire te acaricia, donde puedes conversar con el silencio, donde una ligera lluvia de besos chisporrotea frecuentemente. Es el cobijo natural hecho de amor protector, donde nuestros cuerpos desnudos se cubren de pura ternura con los pensamientos más dulces, y las yemas de mis dedos recorren todas tus deliciosas curvas. Puedes acceder a este lugar seguro cerrando los ojos, dejándote llevar, disfrutando de uno de mis abrazos o puede que en mi regazo, incluso también en la distancia donde el amor hace su magia, porque este lugar seguro para ti se expande y crea nuevos mundos alegrándote todos los instantes. Aquí no hay tiempo, solo un palpitar de amor constante que va perfumándote a través de los sentimientos más hermosos y, juntos, creamos un arte de maravilla, salpicado con la alegría del día día, con tus sonrisas más bellas, decorado con tus miradas profundas donde me zambullo para que nuestros espíritus se entrelacen. Tú tumbado en mi corazón y yo, nadando por tu mirada. Y ya no nos importa nada pues estamos en el lugar más seguro.
Guerra perdida antes del inicio
Hay cosas que debemos evitar, una de ellas es la guerra. No hay victoria en la guerra, todos son derrotados. La propia palabra guerra apesta. Una mierda es mucho mejor que una guerra. Cualquier cosa diría yo. A veces estamos en guerra con el mundo o con nosotros mismos. Tampoco valen esa guerras. Por eso todas las guerras se pierden antes de empezar. La guerra es una mala semilla que hacer crecer traumas, conflictos interminables, heridas que supuran hasta el fin de los días. Huye de quien defienda una guerra porque está mintiendo, no hay defensa posible. La guerra es el fracaso de la especia humana. Pero en estos tiempos donde la tecnología avanza, somos una generación que pretendemos que nos defina el progreso cuando todo va en retroceso. Y si creíamos que no había nada peor que la guerra nos equivocábamos Hay algo peor y se está perpetrando en varias partes del planeta: genocidio. Nos engañan, nos convencen, nos manipulan, para que pensemos que es inevitable, que tiene una explicación, que las víctimas se lo merecen. Y todo esto no hace más que incrementar el dolor. La guerra, el genocidio, es un virus que se propaga por los medios de comunicación, por las opiniones vertidas en su defensa, por el desprecio al ser humano por conseguir unas migajas de territorio, gas, petróleo, oro o cualquier sustancia a la que el mercado dé más valor que a la vida del humano. Aún estamos a tiempo de volver al amor.
miércoles, 4 de diciembre de 2024
Pienso en los porqués
En por qué te he conocido, por qué nada más verte supe que había algo en ti que me atraía, una mezcla de deseo, hermosura, ganas de conocerte, un cúmulo de cosas que, con el tiempo, he sabido y podido comprobrar que era amor. También pienso en por qué cuando me pierdo en tus ojos, en tu mirada, mi corazón se alegra, mi cuerpo se calma, siento paz y armonía, y me digo a mí mismo, esto es lo que siempre he deseado yo en mi vida. Pienso en por qué es tan maravilloso ser tu amigo y sonrío, y a mi cabeza vienen un montón de respuestas: porque me entiendes y no me juzgas, porque me haces feliz, porque me haces reír, porque te gusta como soy y lo disfrutas. Pienso en que he encontrado la llave para abrir la puerta de mi destino y, a pesar de haberla buscado durante mucho tiempo en el exterior, estuvo siempre en mi corazón. Amor. Sólo había que sentirlo de la mejor manera posible, dar rienda suelta a la imaginación, crear un mundo, MundoPoema, dejar entrar a mis queridos amigos, disfrutar de todos los porqués que pienso, por qué adoro vivir en un abrazo tuyo, por qué acariciarte me hace mejor persona, por qué tus besos iluminan mi vida, por qué pensarte me alivia, me sana, me cura y me da placer, por qué puedo sentirte con solo imaginarte. Pienso en todo esto y para todos los porqués hay la misma respuesta: por amor.
Diciembre no es nada
Nos dicen que es donde las cosas acaban. Sirve para reunirnos con la familia, quien la tenga y quiera hacerlo. Es uno de los meses más consumista porque así lo ha estipulado el sistema. Está barnizado con cosas bonitas y un dios que no existe que nos dicen que nació el veintitantos pero nació en verano y no era dios. Diciembre sirve para hacer recuentos, balances, resúmenes y todas esas chorradas. Parece que en diciembre solo sabemos comer y beber más de la cuenta y llenar programas de radio y televisión con lo mejor del año. Y todos los años ocurre lo mismo, lo mejor del año es pura mierda. Por eso me levanto y grito que diciembre no es nada. Unos pocos días más que van agrupados y tiene más grupos detrás y tendrá más grupos delante, como todos los meses. Diciembre no es nada pero si me amas lo es todo y qué más da que sea diciembre o no. Con el amor pierdo la cuenta de los días, incluso del tiempo en su totalidad, el tiempo desaparece porque todo lo ocupa el amor. Hsta la nada está llena de amor. A quién le importa diciembre si puedo vivir en un abrazo tuyo. Qué tiene un villancico que pueda desbancar a uno solo de tus besos, al más pequeño. Nada.
El mito de don Jorge
Muchos años pasó don Jorge siguiendo el curso de la vida abotargada del ciudadano medio. Obedeció a sus progenitores y a los maestros del sistema imperante. Se dejó moldear por la sociedad sin saberlo, pero algo se apagaba por dentro, su espíritu se consumía. Se evadió como pudo. Al principio mal, luego con libros. Pero la sociedad era terca y oprimía mucho. Un día después del trabajo, don Jorge recibió una puñalada. Estuvo a punto de perder la vida. Y en ese momento se dió cuenta de que todo debía cambiar. Comenzó con sus habitos. Cambió también de amistades. Encontró trabajo, la verdad es que fueron varios, fue saltando de uno a otro sin dejar de leer y de aprender. Y, con algo más de diez lustros, creó un nuevo mundo, MundoPoema. Parecía estar sólo en su imaginación, pero MundoPoema comenzó a tomar forma. Al principio puso un pie, después un brazo. Todas las tardes habitaba en MundoPoema y, después de dormir, regresaba al mundo de siempre para seguir trabajando. Pero don Jorge se dió cuenta de que había abierto una brecha en el sistema. Junto a él, muchos de sus amigos fueron al nuevo mundo. Todos los que habitaron MundoPoema disfrutaron del amor más puro. Muchos aseguran que aún continúan allí. Han pasado muchos siglos y el espíritu de don Jorge sigue vivo. MundoPoema está en muchos de nuestros corazones.
martes, 3 de diciembre de 2024
El único espejo
Sólo quiero ver mi reflejo en tu mirada, que mi único espejo sea tu sonrisa. Quiero verme en tu alegría, no sólo hoy, todos los días. El espejo de tu mirada me reconforta pues ese brillo que ahí habita es un hada que a tu corazón me transporta. Y allí me veo seguro, querido, tranquilo, me veo como parte de tu mundo y a mi existencia le encuentro sentido. Al mirarme en tus ojos me acicalo con tus besos y si me miro en tu sonrisa te lleno de caricias y puede que también algunas cosquillas. Y aquí no hay que preguntarle al espejo quién es el más lindo, pues lo más lindo es quererte. El único espejo donde nunca me hago viejo va de tu corazón al ombligo y si me preguntas te digo que amarte me ha vuelto niño. Vamos a jugar, cariño, que nuestra fantasía nos alargue el día y nuestro amor nos haga mejor. Y en cada uno de tus poros me veo y, de repente, creo que estoy leyendo un tebeo, donde salimos los dos en plena aventura, volando por el espacio, cabalgando por la llanura. Abrázame espejito lindo, que nunca termine el juego, que siempre seamos niños.
Una cosa sencilla
Contemplar el paisaje en silencio y en tu compañía. Dejar que el pensamiento fluya en armonía, que se libere en un abrazo tuyo y contemplar tu sonrisa. Tumbado a tu lado sintiendo tu tacto en mí, oyendo tu respiración, tus ronquidos, cualquier sonido que salga de ti. Soñar en tus brazos. Ser el guardián de tu sueño y, si te agitas, darte un abrazo y unas caricias para que vuelvas a soñar con albricias. Descubrir el mundo paseando con mi mano en tu mano. Leer en un parque soleado con la estrella más grande y más bonita sentada en mi mismo banco: tú. Comentar lo leído, reírnos un rato, pasear otro poco, hacer la comida, degustar un postre deseado, hacer la siesta entre caricias, lanzar besos al aire y cazarlos con los labios. Escuchar música, bailar un poco, hacer el loco, reír mucho, tomar un helado. Té o café, cualquier cosa si es a tu lado. Una buena ducha antes de ir al teatro. Cena tranquila, paseo relajado bajo un cielo estrellado. Un baño de brisa, otro de risas, una lluvia de besos y una tormenta de caricias. Un abrazo bien largo. Un día cualquiera a tu lado. La máxima alegría. Una cosa sencilla.
La constelación maravillosa
Todos los mundos tienen sus estrellas y MundoPoema no iba a ser menos. Observando el cielo pude percibir una constelación maravillosa que formaba varios dibujos, todos espectaculares. Cada estrella que la compone es uno de mis amigos y, entre todas, van formando las caras de ellos sonriendo, saludando y, a veces, incluso bailando. Las estrellas irradian luz de varios colores debido a la idosincrasia de MundoPoema. Observar la constelación supone tener siempre a mis amigos presentes, brillando junto a mí, independientemente de donde estén. En la oscuridad del cielo brilla el amor de la amistad dejando una obra de arte cambiante y en movimiento perpetuo en el firmamento. La constelación maravillosa a veces dibuja versos, otras cuadros o recuerdos, rostros sonrientes... Podría estar eternamente observando este maravilloso cielo que envuelve MundoPoema. La propia constelación es una gran artista que expone su espectacular obra en el espacio para deleitarnos. Uno puede meditar observando, absorber la alegría y la felicidad que transmite y adquirir la calma que nos deja en un estado cósmico apaciguado y encantador. Ahora mismo están todas las estrellas (mis amigos) sonriendo en MundoPoema.
lunes, 2 de diciembre de 2024
Suave brisa en los ojos
A veces, estando solo, te veo en alguna foto donde estas sonriendo y, esa sonrisa, expande tu belleza. Mi corazón se ensancha, mis poros vibran y aparece una suave brisa en los ojos. Entonces mi mirada brilla, y en ese brillo de mis retinas surge tu imagen solo para mí, en movimiento. Sonríes, bailas, te vas desnudando, en cuerpo y alma. Yo mismo asciendo hasta esa brisa en los ojos para poder estrecharte entre mis brazos. Y es tanta la felicidad que el brillo se transforma en lágrima que, como una burbuja gigante nos contiene. Y allí yacemos los dos amándonos en el horizonte de mi mirada, desnudos y llenos de amor. La suave brisa en los ojos nos refresca y retozamos como en una fiesta interminable, donde la música nunca termina porque es como nuestro amor, que se puede sentir en silencio y oír en la distancia, un amor que nunca cansa porque cada nuevo beso es siempre el primero, tiene un nuevo matiz, contiene más amor, son más ligeros pero más intensos. Y seguimos flotando en la lágrima de la dicha suprema que baila al son de la suave brisa en los ojos. Y la fiesta continúa en nuestras bocas donde las lenguas bailan agarradas mientras dentro de un susurro hay un coro de gemidos que nos dicen que nos aman.
El último brote
Hoy mientras estaba trabajando pensaba. Iba saltando de pensamiento en pensamiento hasta que de sopetón apareció la muerte. Pensaba en familiares desaparecidos, me venían recuerdos a la mente y, como un flechazo, me vino un brote de angustia vital. ¡Voy a dejar de ser!, me dije, y mi corazón se encogió unos segundos. Después mi mente se fue a su biblioteca filosófica y se calmó enseguida. Hacía mucho tiempo que no sentía angustia por este tema. Y esta vez fue algo momentáneo, pasajero y, además, me di cuenta enseguida que se trataba como de una despedida. Era el último brote de angustia vital. Ya no iba a tener más, fue como una visión. El amor había vencido la batalla y, como siempre digo, el amor es más fuerte que la muerte. Fue también como una despedida del mundo de siempre y la entrada definitiva a MundoPoema. Todo va a ser diferente. El amor lo cambia todo. El dado y el recibido, así que tengo mucho que agradecer a mis grandes amigos que me regalan su amor. La sensación del último brote fue como de un pequeño coletazo, el último trozo de costra de una herida que se cae sola y todo vuelve a la normalidad, todo sana. El amor me envuelve ahora y me protege. Y sé que nunca dejaré de ser porque me transformaré en esencia de amor y habitaré muchos corazones, formaré parte de recuerdos e ilusiones y, cuando estos desaparezcan, seré una partícula de amor.
domingo, 1 de diciembre de 2024
Si no tienes nada que decir
Si alguna vez ocurre eso, tócame. Yo puedo hablarte con palabras pero también con caricias. Y mi piel narra todas las historias que los dedos le transmiten. Podemos conversar en silencio, solo nos hace falta el roce del cariño. Las yemas de mis dedos pasando con delicadeza por encima de tus poros, haciendo vibrar a todos tus pelos que, con su canto mudo, crean la música de otro mundo. Tócame si no tienes nada que decir, hazme sentir que mi cuerpo puede comunicar, respira conmigo el mismo aire y que bailen nuestras lenguas esa danza lenta del deseo placentero para que nuestros parpadeos involuntarios digan te quiero. Si no tienes nada que decir, no digas, deja que hable la vida, sé sincero, canta con tu mirada, baila con todos tus gestos, dímelo todo con besos. Tócame con el alma, fusionemos el pensamiento, háblame en todos tus sueños, allí estaré con mil formas y en todas te daré besos. Si no tienes nada que decir dame la mano y cierra los ojos, siente el fluir de nuestro amor, la calma que se aposenta en nuestros cuerpos, que llega a los tuétanos y al espíritu que se desliza entre los vientos. Túmbate en esa nube y dame un beso en el pensamiento, flotemos en el espacio y hagámoslo muy despacio, no tienes que decir nada, será nuestro amor el que habla, será la vida cantada en sentimientos, será este abrazo que no termina y este beso que nunca acaba.
Que lo que es sea y que sea lo que no es
No sé si me entiendes o puede que me explique del revés, pero me gusta que lo que es sea y que sea lo que no es, todo a la vez. Si veo una persona grande y fuerte quiero que sea también tierna y llena de cariño, si la persona está triste y enferma quiero verla alegre y con toda su magia. Todos somos organismos repetidos y endebles pero con muchas posibilidades, llenos de amor que primero tenemos que descubrir para poder expandir. Todos somos normales y especiales y escondemos un artista formidable al que tenemos que dejar brotar y que llene nuestra vida y las de nuestros amigos de felicidad. Que si la vida es triste y llena de desgracias y con mucho dolor, pues que lo sea, pero que también sea lo que no es, una maravilla que podamos disfrutar en compañía y en soledad, una aventura fantástica con unos amigos estupendos que desbordan alegría y amabilidad. Aceptar lo inevitable y generar lo imposible y, a pesar de todo, sonreír siempre, intentar ser felices, abrazar, besar y acariciar al mundo y, si no podemos, crear un mundo donde sí se pueda, transformarlo todo y que sea lo que no es. Y si es triste que lo que es sea, volverlo del revés para que sea lo que no es. Y esa magia está en nuestro poder y es amor y está en esa flor, y en tu corazón, y mi sonrisa, y en los abrazos que nos prometemos, y los que nos damos y los que nos daremos.
De cara a la pared
Siempre me ha gustado la magia de transformar las cosas. De cara a la pared era un castigo que nos ponían cuando éramos niños y, ya desde niño, supe que todo se podía transformar. La pared sería, a partir de entonces, como una pantalla de cine, mucho mejor, una pantalla de la imaginación. En la pared, en sus manchas, en esa pequeñas grietas que, poco a poco iban moviéndose a mi antojo, en las luces y las sombras que se proyectaban en ella, todo un mundo nuevo estaba en la pared. Mis amigos y compañeros de clase me preguntaban porque me gustaba tanto estar de cara a la pared si era un castigo. Yo se lo explique y en algunos caló ese poder de transformación. Un día el profesor me castigo de cara a la pared. Llegó la hora del recreo y dijo, ya puedes irte, el castigo ha terminado. Yo le dije que no, que prefería estar allí. Tres amigos se unieron a mí. Los cuatro comenzamos a reír de cara a la pared ante la mirada atónita del profesor. Tenías razón, dijo uno de mis amigos, es fantástico. El profesor no entendía nada de lo que estaba ocurriendo. Nos pasamos todo el recreo de cara a la pared. Cuando llegaron los demás compañeros a la clase y nos vieron tan felices, se pusieron todos a mirar la pared. Entró una profesora para dar la siguiente clase y nos vió a todos de cara a la pared y fue a preguntarle al profesor que por qué nos había castigado a todos. Entraron los dos a la clase y nos vieron a todos felices de cara a la pared. Y el castigo se esfumó y quedó en el olvido.
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