Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
martes, 3 de diciembre de 2024
El único espejo
Sólo quiero ver mi reflejo en tu mirada, que mi único espejo sea tu sonrisa. Quiero verme en tu alegría, no sólo hoy, todos los días. El espejo de tu mirada me reconforta pues ese brillo que ahí habita es un hada que a tu corazón me transporta. Y allí me veo seguro, querido, tranquilo, me veo como parte de tu mundo y a mi existencia le encuentro sentido. Al mirarme en tus ojos me acicalo con tus besos y si me miro en tu sonrisa te lleno de caricias y puede que también algunas cosquillas. Y aquí no hay que preguntarle al espejo quién es el más lindo, pues lo más lindo es quererte. El único espejo donde nunca me hago viejo va de tu corazón al ombligo y si me preguntas te digo que amarte me ha vuelto niño. Vamos a jugar, cariño, que nuestra fantasía nos alargue el día y nuestro amor nos haga mejor. Y en cada uno de tus poros me veo y, de repente, creo que estoy leyendo un tebeo, donde salimos los dos en plena aventura, volando por el espacio, cabalgando por la llanura. Abrázame espejito lindo, que nunca termine el juego, que siempre seamos niños.
Una cosa sencilla
Contemplar el paisaje en silencio y en tu compañía. Dejar que el pensamiento fluya en armonía, que se libere en un abrazo tuyo y contemplar tu sonrisa. Tumbado a tu lado sintiendo tu tacto en mí, oyendo tu respiración, tus ronquidos, cualquier sonido que salga de ti. Soñar en tus brazos. Ser el guardián de tu sueño y, si te agitas, darte un abrazo y unas caricias para que vuelvas a soñar con albricias. Descubrir el mundo paseando con mi mano en tu mano. Leer en un parque soleado con la estrella más grande y más bonita sentada en mi mismo banco: tú. Comentar lo leído, reírnos un rato, pasear otro poco, hacer la comida, degustar un postre deseado, hacer la siesta entre caricias, lanzar besos al aire y cazarlos con los labios. Escuchar música, bailar un poco, hacer el loco, reír mucho, tomar un helado. Té o café, cualquier cosa si es a tu lado. Una buena ducha antes de ir al teatro. Cena tranquila, paseo relajado bajo un cielo estrellado. Un baño de brisa, otro de risas, una lluvia de besos y una tormenta de caricias. Un abrazo bien largo. Un día cualquiera a tu lado. La máxima alegría. Una cosa sencilla.
La constelación maravillosa
Todos los mundos tienen sus estrellas y MundoPoema no iba a ser menos. Observando el cielo pude percibir una constelación maravillosa que formaba varios dibujos, todos espectaculares. Cada estrella que la compone es uno de mis amigos y, entre todas, van formando las caras de ellos sonriendo, saludando y, a veces, incluso bailando. Las estrellas irradian luz de varios colores debido a la idosincrasia de MundoPoema. Observar la constelación supone tener siempre a mis amigos presentes, brillando junto a mí, independientemente de donde estén. En la oscuridad del cielo brilla el amor de la amistad dejando una obra de arte cambiante y en movimiento perpetuo en el firmamento. La constelación maravillosa a veces dibuja versos, otras cuadros o recuerdos, rostros sonrientes... Podría estar eternamente observando este maravilloso cielo que envuelve MundoPoema. La propia constelación es una gran artista que expone su espectacular obra en el espacio para deleitarnos. Uno puede meditar observando, absorber la alegría y la felicidad que transmite y adquirir la calma que nos deja en un estado cósmico apaciguado y encantador. Ahora mismo están todas las estrellas (mis amigos) sonriendo en MundoPoema.
lunes, 2 de diciembre de 2024
Suave brisa en los ojos
A veces, estando solo, te veo en alguna foto donde estas sonriendo y, esa sonrisa, expande tu belleza. Mi corazón se ensancha, mis poros vibran y aparece una suave brisa en los ojos. Entonces mi mirada brilla, y en ese brillo de mis retinas surge tu imagen solo para mí, en movimiento. Sonríes, bailas, te vas desnudando, en cuerpo y alma. Yo mismo asciendo hasta esa brisa en los ojos para poder estrecharte entre mis brazos. Y es tanta la felicidad que el brillo se transforma en lágrima que, como una burbuja gigante nos contiene. Y allí yacemos los dos amándonos en el horizonte de mi mirada, desnudos y llenos de amor. La suave brisa en los ojos nos refresca y retozamos como en una fiesta interminable, donde la música nunca termina porque es como nuestro amor, que se puede sentir en silencio y oír en la distancia, un amor que nunca cansa porque cada nuevo beso es siempre el primero, tiene un nuevo matiz, contiene más amor, son más ligeros pero más intensos. Y seguimos flotando en la lágrima de la dicha suprema que baila al son de la suave brisa en los ojos. Y la fiesta continúa en nuestras bocas donde las lenguas bailan agarradas mientras dentro de un susurro hay un coro de gemidos que nos dicen que nos aman.
El último brote
Hoy mientras estaba trabajando pensaba. Iba saltando de pensamiento en pensamiento hasta que de sopetón apareció la muerte. Pensaba en familiares desaparecidos, me venían recuerdos a la mente y, como un flechazo, me vino un brote de angustia vital. ¡Voy a dejar de ser!, me dije, y mi corazón se encogió unos segundos. Después mi mente se fue a su biblioteca filosófica y se calmó enseguida. Hacía mucho tiempo que no sentía angustia por este tema. Y esta vez fue algo momentáneo, pasajero y, además, me di cuenta enseguida que se trataba como de una despedida. Era el último brote de angustia vital. Ya no iba a tener más, fue como una visión. El amor había vencido la batalla y, como siempre digo, el amor es más fuerte que la muerte. Fue también como una despedida del mundo de siempre y la entrada definitiva a MundoPoema. Todo va a ser diferente. El amor lo cambia todo. El dado y el recibido, así que tengo mucho que agradecer a mis grandes amigos que me regalan su amor. La sensación del último brote fue como de un pequeño coletazo, el último trozo de costra de una herida que se cae sola y todo vuelve a la normalidad, todo sana. El amor me envuelve ahora y me protege. Y sé que nunca dejaré de ser porque me transformaré en esencia de amor y habitaré muchos corazones, formaré parte de recuerdos e ilusiones y, cuando estos desaparezcan, seré una partícula de amor.
domingo, 1 de diciembre de 2024
Si no tienes nada que decir
Si alguna vez ocurre eso, tócame. Yo puedo hablarte con palabras pero también con caricias. Y mi piel narra todas las historias que los dedos le transmiten. Podemos conversar en silencio, solo nos hace falta el roce del cariño. Las yemas de mis dedos pasando con delicadeza por encima de tus poros, haciendo vibrar a todos tus pelos que, con su canto mudo, crean la música de otro mundo. Tócame si no tienes nada que decir, hazme sentir que mi cuerpo puede comunicar, respira conmigo el mismo aire y que bailen nuestras lenguas esa danza lenta del deseo placentero para que nuestros parpadeos involuntarios digan te quiero. Si no tienes nada que decir, no digas, deja que hable la vida, sé sincero, canta con tu mirada, baila con todos tus gestos, dímelo todo con besos. Tócame con el alma, fusionemos el pensamiento, háblame en todos tus sueños, allí estaré con mil formas y en todas te daré besos. Si no tienes nada que decir dame la mano y cierra los ojos, siente el fluir de nuestro amor, la calma que se aposenta en nuestros cuerpos, que llega a los tuétanos y al espíritu que se desliza entre los vientos. Túmbate en esa nube y dame un beso en el pensamiento, flotemos en el espacio y hagámoslo muy despacio, no tienes que decir nada, será nuestro amor el que habla, será la vida cantada en sentimientos, será este abrazo que no termina y este beso que nunca acaba.
Que lo que es sea y que sea lo que no es
No sé si me entiendes o puede que me explique del revés, pero me gusta que lo que es sea y que sea lo que no es, todo a la vez. Si veo una persona grande y fuerte quiero que sea también tierna y llena de cariño, si la persona está triste y enferma quiero verla alegre y con toda su magia. Todos somos organismos repetidos y endebles pero con muchas posibilidades, llenos de amor que primero tenemos que descubrir para poder expandir. Todos somos normales y especiales y escondemos un artista formidable al que tenemos que dejar brotar y que llene nuestra vida y las de nuestros amigos de felicidad. Que si la vida es triste y llena de desgracias y con mucho dolor, pues que lo sea, pero que también sea lo que no es, una maravilla que podamos disfrutar en compañía y en soledad, una aventura fantástica con unos amigos estupendos que desbordan alegría y amabilidad. Aceptar lo inevitable y generar lo imposible y, a pesar de todo, sonreír siempre, intentar ser felices, abrazar, besar y acariciar al mundo y, si no podemos, crear un mundo donde sí se pueda, transformarlo todo y que sea lo que no es. Y si es triste que lo que es sea, volverlo del revés para que sea lo que no es. Y esa magia está en nuestro poder y es amor y está en esa flor, y en tu corazón, y mi sonrisa, y en los abrazos que nos prometemos, y los que nos damos y los que nos daremos.
De cara a la pared
Siempre me ha gustado la magia de transformar las cosas. De cara a la pared era un castigo que nos ponían cuando éramos niños y, ya desde niño, supe que todo se podía transformar. La pared sería, a partir de entonces, como una pantalla de cine, mucho mejor, una pantalla de la imaginación. En la pared, en sus manchas, en esa pequeñas grietas que, poco a poco iban moviéndose a mi antojo, en las luces y las sombras que se proyectaban en ella, todo un mundo nuevo estaba en la pared. Mis amigos y compañeros de clase me preguntaban porque me gustaba tanto estar de cara a la pared si era un castigo. Yo se lo explique y en algunos caló ese poder de transformación. Un día el profesor me castigo de cara a la pared. Llegó la hora del recreo y dijo, ya puedes irte, el castigo ha terminado. Yo le dije que no, que prefería estar allí. Tres amigos se unieron a mí. Los cuatro comenzamos a reír de cara a la pared ante la mirada atónita del profesor. Tenías razón, dijo uno de mis amigos, es fantástico. El profesor no entendía nada de lo que estaba ocurriendo. Nos pasamos todo el recreo de cara a la pared. Cuando llegaron los demás compañeros a la clase y nos vieron tan felices, se pusieron todos a mirar la pared. Entró una profesora para dar la siguiente clase y nos vió a todos de cara a la pared y fue a preguntarle al profesor que por qué nos había castigado a todos. Entraron los dos a la clase y nos vieron a todos felices de cara a la pared. Y el castigo se esfumó y quedó en el olvido.
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