Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
viernes, 27 de diciembre de 2024
El capitalismo es el parásito
Entra en nosostros con luces de colores, con la promesa del éxito, con el tú lo puedes todo, si quieres, claro, ¿y quién no iba a querer? Te dice cómo medrar, a quién pisar por el camino, qué sustancias ingerir, dirige tu destino y, cuando lo quieres percibir, ya es demasiado tarde. El capitalismo está en todas partes, pero, sobre todo, en nuestro interior. A todo le ha puesto un disfraz: al consumo el de la felicidad, a la religión el de la espiritualidad, a la manipulación y la mentira el de la información... Y esto es un sinvivir. Es difícil escapar de aquí porque el capitalismo no quiere disidentes. Nos quiere abotargados, sumisos, complacientes, dóciles, colaboracionistas. Y una vez que lo tenemos dentro (algunos ya desde nacimiento, pues lleva generaciones infiltrado y hasta nuestro ADN ha llegado), nos dirige, nos hace creer que las elecciones que tomamos son nuestras, que no nos hace falta pensar, que el amor duele y que son mucho mejor los placeres instantáneos. Nos dice cómo disfrutar, a dónde hay que viajar y cuándo, qué comer, cómo informarnos y cómo educar a la prole para perfeccionar a los futuros abotargados. ¡Despierta! Libérate del parásito, cultiva el pensamiento crítico, lee, ama y elimina cuanto antes al parásito.
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