viernes, 20 de diciembre de 2024

Continúo queriéndote

De adolescente pensaba en epitafios para mi lápida y todos los que se me ocurrían intentaban ser graciosos, como un último chiste del difunto que, ya desaparecido, te saca una sonrisa al leer la inscripción en la lápida de su sepultura. Pero hoy he dado con el epitafio exacto, continúo queriéndote, sí, porque como digo siempre, el amor es más fuerte que la muerte. Y este continúo queriéndote sirve también para las personas queridas y amadas que mueren antes que uno mismo o, sin tener que morir, te dejan, desaparecen de tu vida. Creo que el amor verdadero no termina nunca. Siempre usamos ese término, amor verdadero, para una sola persona con la que tendríamos que pasar el resto de nuestros días, pero creo que ese concepto es válido para todas las personas a las que se ama. Las relaciones no tienen que tener un final trágico, aunque esté la muerte de por medio. Mi madre murió hace casi quince años y la sigo queriendo, incluso como si siguiese viva. Es un amor que es eterno, pues cuando muera yo también la seguiré queriendo. La desaparición de los cuerpos no implica la desaparición del amor. Continúo queriéndote aunque te vayas del mundo o a otro país, o a otra ciudad, u otra casa, aunque te vayas de esta relación el amor perdurará. La sabiduría de la alegría así lo dictamina. El amor no se obliga y uno quiere la felicidad de las personas amadas, estén o no a tu lado.

No hay comentarios: