domingo, 15 de diciembre de 2024

Tesela

Si la vida fuera un mosaico ¿cuáles serían sus teselas? Yo descartaría los días monótonos, las repeticiones en el trabajo y cosas por el estilo. Las teselas de mi mosaico estarían repletas de colorido y alegría. Y en ellas se podrían ver las sonrisas de mis amigos, no solo de sus labios sino también de sus miradas. Habría muchas teselas con páginas de libros entrelazadas a algunos discos de vinilo y cimbreos míos y de mis amigos. Y en el centro del mosaico un gran ombligo. y arriba y a los lados dos hermosos rosetones rosados que, al acercarte, uno se diría, pero qué osado, son dos pezones, porque sí, porque siempre me han gustado. El mosaico de mi vida sería como esos cuadros compuestos de muchas figuras o cuadritos distintos que, al alejarte, toman otra forma y, dependiendo de la distancia desde donde se mira, se ve una cosa u otra. Porque la vida es cambiante y está hecha de pequeños instantes que hacen un todo, de muchas banalidades que adquieren importancia, de pequeñas cosas sencillas que se complican, de una frase corta que termina siendo un misterio o puede que un jeroglífico que lo acabe resolviendo. Y tú te preguntarás, pero qué dice, qué estás diciendo. Fíjate bien en el mosaico, porque muy cerca del pezón izquierdo estás tú sonriendo. ¿Y por qué el izquierdo? Porque estás en mi corazón, en el de mi cuerpo y en el del mosaico que es mi vida. Y tú eres la tesela del alma mía.

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