Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
lunes, 15 de enero de 2024
Aprender de nuevo
Creo sinceramente que, para no estancarse, hay que volver a aprender a ver esos pequeños detalles que, con el tiempo, vamos dejando atrás porque nos enfocamos en lo importante, en lo aparentemente principal que, por desgracia, acaba siendo lo habitual, la costumbre de hacer siempre las mismas cosas, con los mismos métodos, de la misma manera. Ese aprovechar el tiempo al que nos han acostumbrado, no nos deja reposar, tumbarnos y meditar a la sombra de una higuera o de un árbol cualquiera. Por eso hay que aprender de nuevo a recuperar esos pequeños detalles, esas alegrías que supone captar los olores cercanos, sentir las miradas, no tener prisa, porque para disfrutar del detalle se necesita tiempo o, más bien, olvidarse de él, como si el tiempo no existiera. Recuperar ese tiempo que pasa desapercibido porque estamos inmersos en el detalle y disfrutándolo, de la compañía amiga, y el tiempo se nos pasa volando precisamente por eso, porque ha valido la pena, el disfrute, la alegría recibida. Aceptar nuestras emociones, comprenderlas, del tipo que sean. Asumir el destino, afrontarlo, volver a la confianza y sentir la alegría que la vida nos ofrece en casi todas las cosas, sea en pequeñas porciones, en grandes o en diminutas.
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