viernes, 5 de enero de 2024

Lo que nunca sucede

Lo buscaba, quería que sucediera, esa ilusión truncada, esa esperanza muerta. La vida no vivida, ¿qué hacer para la sentirla? Hay una barrera infranqueable, un muro impenetrable entre lo que sucede y lo que no. Empecé a soñar imposibles y, a la par, apareciste tú. Y lo que no podía ser, fue. Y el amor que no estaba, vino. Ese amor que es la esencia de todas las cosas que valen la pena. Y así fue como lo que nunca sucede empezó a ocurrir todos los días. Esa vida no vivida era la única que sentía. No es real, me dicen. Todo es producto de tu sugestión, añaden. No se puede amar en la distancia, afirman, postulan, dictaminan. ¿Y eso por qué? A lo largo de mi vida, siempre que no se ha entendido mi forma de actuar, mi respuesta ante situaciones, se me ha tildado de loco. Lo mejor sería ampliar el conocimiento, abrir nuestras mentes a nuevos enfoques, a nuevas respuestas y argumentos en vez de buscar la locura del resto. Ampliar horizontes, transitar nuevos caminos, tener al amor como origen y destino. ¿Qué puede haber mejor? Lo que nunca sucede ya me ha sucedido.

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