sábado, 27 de enero de 2024

¿Cuál es tu método?

Hoy me han hecho esta pregunta. Si uno se fija en la palabra, parece sinónimo de la frase hecha "poner toda la carne el asador"; dentro de método está todo y también meto. Así que podríamos asegurar que mi método es poner todo el corazón cuando escribo. Antes de empezar, llenarme de amor, dejar que aflore a la superficie y, con todo el amor que supuro, usarlo de tinta y comenzar a escribir. La página en blanco es el como el filo de una cuchilla, asusta, te mantiene en guardia, pero si, como dije, usas el amor, el miedo desaparece. Te transformas en un pastelero que rellena las palabras de amor para que cuando sean leídas, ese amor se desprenda y pueda ser absorbido, para que llegue a otras vidas, para que los lectores se sientan queridos, su ánimo se recargue, saboreen la sustancia del texto, lo apliquen en sus vidas. El método es sencillo, pero todo lo sencillo requiere tiempo, paciencia, no es flor de un día porque el método es crecer a diario, con cada lectura, con cada relación, con cada pensamiento. Mi método requiere de muchas personas, todas amigas, que me insuflan ternura, me dan amor, amistad, me hacen ver las cosas de manera diferente o incluso me hacen ver lo que no veía, me sorprenden cada día, me alegran la vida. Puede que el método sea no tener método porque hay aportaciones distintas cada día o, incluso, que el método sea nutrirse de esas aportaciones, mezclarlas en mi interior, hacerlas mías y devolverlas al mundo con amor y alegría.

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