viernes, 15 de marzo de 2024

Supuestamente

Somos cuerpos con alma o tal vez espíritu, o puede que esas dos cosas, alma y espíritu, sean lo mismo. La mente no parece tener un sitio fijo en el cuerpo, los pensamientos flotan, las ideas son invisibles, parecen estar en otro mundo. Incluso nosotros mismos nos salimos de nuestro cuerpo con mucha facilidad. Da la sensación, o eso dicen algunos, que somos seres pensantes, el cuerpo sería como un medio de transporte, con un aire acondicionado placentero que denominamos sexo que, por cierto, muchas veces no nos deja pensar con claridad y, ese sexo, no sólo está en la entrepierna sino que también habita la cabeza, el cerebro, la mente. Así que somos seres pensantes fusionados a un coche-cuerpo, a una nave corporal orgánica bastante rudimentaria a veces. Y todos los extras que parecen ir con nosotros, la mente, la conciencia, el yo, el espíritu, el alma, si no los hemos construido nosotros por puro aburrimiento a lo largo de la historia de la humanidad, puede que solo sean un auto engaño más o quizá un descubrimiento, algo que perdurará más allá de nuestros cuerpos, tal vez como parte de una conciencia colectiva o de un cielo de almas cándidas o de un averno divertido de espíritus trasnochados. Supuestamente somos seres pensantes que no sabemos exactamente qué somos aunque intuimos qué nos gustaría ser: seres que aman y son amados, aprendices de buscadores de felicidad, alegres artistas de la vida soñada.

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