
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
domingo, 10 de marzo de 2024
El inventor
Igual que tenemos un niño en nuestro interior que debemos dejar salir, mantenerlo con vida, escucharle, también tenemos un inventor. Todos debemos ser inventores de nosotros mismos. Inventor, sí, pero no farsante o mentiroso. Por eso es necesario un previo autoconocimiento para poder inventar la personalidad o las formas ideales para mi personalidad. En ese inventarse a uno mismo está el descubrir nuestras limitaciones verdaderas, y destruir las limitaciones impuestas por la sociedad o por uno mismo y nuestra educación. El inventor que hay en cada uno de nosotros tiene que servir de guía en la vida, es el corredor que salta en una carrera de obstáculos, el que se las ingenia para dar un rodeo, atravesar o saltar ese obstáculo, dependiendo de la situación inventa la mejor manera posible y que está a nuestro alcance. Y algunas veces el inventor inventa la posibilidad, y me refiero a cada vez que tenemos un sueño que, en primera instancia, nos parece imposible. El inventor, con muy pocos materiales, o con los que tiene a su alcance, creará su invento. Y como un cocinero, tiene sus salsas preferidas y sus ingredientes mágico sorpresivos, y el inventor que hay en mí tiene el mejor ingrediente: amor.
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