sábado, 30 de marzo de 2024

La sirena

Salí a bucear por la ciudad festiva. El cielo parpadeaba, ahora sol, ahora nubes, luces, sombras, brillos, claroscuros. Se formó un corro en la plaza. Un grupo de sirenas bailaba y mostraba sus encantos. Me acerqué mientras se iban emparejando. Cuando llegué todas las sirenas tenían pareja. No sé por qué pero me quedé. Surgió entre las sombras una sirena con bigote, gordita, peluda, sonriente; dio varias vueltas a mi alrededor, embelesándome con sus bailes. Me dijo algo gracioso al oído, me dio la mano y desaparecimos en las páginas de un libro abierto. El aire movía las páginas. Aquí es, me dijo. Soy la sirena con bigote y juntos vamos a escribir la historia más importante de nuestras vidas. Me acomodé en el párrafo dispuesto a disfrutar de sus encantos, mientras movía sus curvas le dije: como te cimbreas mi hermosa sirena bigotuda. Y por unos instantes desaparecieron todas mis dudas.

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