
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
domingo, 20 de octubre de 2024
El canto de las sirenas
Ese murmullo constante que nos sigue a todas partes, que parece incluido en los pensamientos, como dos maletas inseparables, como las voces internas que oímos y unos llaman amigos invisibles y otros conciencia. No a todo el mundo le pasa. No todo el mundo piensa. Dicen que si oyes el canto de las sirenas te vuelves loco. Pero ¿y luego? Si lo sigues oyendo y ya estás loco ¿qué ocurre? Pues como con todo, que te acostumbras. Por eso en momentos alegres, el canto de las sirenas es como un coro triunfal que hace de banda sonora mental, que le da prestancia al evento vital. Las sirenas son seres que se esconden que no deberían existir, seres que hablan con las almas de los muertos, igual que yo, seres que no han encontrado un cuerpo entero para existir, por eso se componen de varios, como los monstruos. O así se muestran a quienes las ven. Yo solo oigo su canto y ya nada me altera, sean monstruos o fieras, seres de sublime belleza que nadan por nuestras cabezas. No me hace falta verlas porque las presiento en las miradas ajenas. Andan por todas partes o más bien bucean, tirando su anzuelo, con sus sonrisas y palabras bellas, luego te cantan y, cuando te quieres dar cuenta, ya perdiste la cabeza. Hay sirenas barbudas, gordas y peludas, muchos no se percatan porque solo las oyen, y ese dulce canto seduce y engaña. Pero me ha pasado tantas veces que oigo su canto y escucho pelotudeces.
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