martes, 8 de octubre de 2024

El diálogo

Puede que mi amor no sea más que la respuesta a tu mirada que me traspasó cuando la vi y en el corazón sentí una punzada, la punzada del vivir. Y mi amor siguió hablando contigo, con todas las sonrisas que me regalas a diario, con las que creo en mi imaginario, con las que sueño mientras Morfeo me abraza. Y aún en la distancia sigue el diálogo porque es tal la conexión que cuando sonríes yo siento un alegrón, y sonrío también y la gente me pregunta que ocurrió, porque sonrío, porque hay algo invivisble que me une a mi amor, tal vez un río de esplendor, una energía sine qua non podría palpitar mi corazón. Tu respiración la siento en mi pulmón y a veces me despierto por las noches creyendo que oigo tu voz, y me abrazo a almohada que tiene tu nombre, tu tacto y tu olor, y me quedo tranquilo en tus brazos y, en silencio, sigo dialogando con mi amor. Cuando escribo pongo algo tuyo en cada palabra, cuando algo bonito me embarga pienso, esto le gustara a mi amor. Y sé que estoy en lo cierto pues la brisa me responde con tu voz y me dice que tengo razón. Porque no solo compartimos amor, sino arte, belleza, verdad y color, el color de una vida mejor, la verdad de sentirte más cerca, la belleza de nuestras pieles rozándose en la naturaleza y el arte de dialogar en el pensamiento, de hacer mío tu dolor y tuyo mi amor.

No hay comentarios: