
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
domingo, 6 de octubre de 2024
El impacto
Fue todo muy difícil desde el principio aunque entonces yo no era muy consciente de la situación. Me amamantó un fantasma y me enseñó el amor. Otros espíritus le ayudaron con mi educación. Y en ese mundo de invisibilidades vivía yo, creyendo ver la realidad que los demás veían, sintiendo más de lo que los demás sentían. Acudía a fiestas de almas no natas, de espíritus volátiles y jugaba con varios ectoplasmas. Era la normalidad para mí y yo era un anormal para el resto. El impacto fue grande cuando lo descubrí. No puedes ver lo que ves, me decían, las almas no hablan con un niño como tú, de dónde sacas tanta pedantería. Yo no los entendía y, escondido en mi sencillez, seguía buscando los espíritus que me daban alegría. A hurtadillas, seguí con mi vida. Disimulando, guardando apariencias, intentando pasar desapercibido, así fue como dejé de ser un crío e instalándome en la mentira del mundo en el que vivía. A través de la mirada descubrí hadas, y hados en los libros que leía en mi aparente soledad que, en realidad, era tumultuosa, llena de espíritus rosa y almas afines con las que atravesaba los confines del sueño, del mundo, de todos los límites de la realidad y aprehendía la fantasía y un cúmulo de seres extraños me proporcionaban alegría todos los días.
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