
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
domingo, 20 de octubre de 2024
Rueda de dolor
Los ratones hacen ejercicio y muchos kilómetros en una rueda que está anclada en una mesa y, literalmente, no se mueven del sitio a pesar de estar todo el rato moviéndose. La rueda de dolor humana es muy parecida. Consiste en rememorar todo lo malo que nos ha ocurrido en la vida y retorcerlo en el pensamiento, a ser posible casi a diario. A veces se transforma en característica de un país, como dijo Unamuno, que nos llamo a todos los españolitos victimistas. Pero la rueda de dolor va un paso más allá y se extiende a todo el mundo. El dolor sirve de aviso y anuncia enfermedades o cosas que debemos evitar, pero la rueda de dolor es provocada por el mismo individuo que se la auto inflige usando el dolor del pasado para seguir sufriendo en el presente y, posiblemente, también en el futuro. Y es un sufrimiento interminable porque el dolor que lo produce, aunque ya no exista, sigue estando en el pasado, en ese pasado que no se quiere ni se puede olvidar. Es similar al sufrimiento del adicto a cualquier sustancia. Cree que puede escoger, cree que elige tomar, pero es la sustancia la que manda sobre el sujeto, igual que aquí es el pasado el que manda y rige el presente, pero única y exclusivamente el pasado doloroso. Y hay que usar cuatro verbos que comienzan por la misma letra, la letra a: asumir, aceptar, amar y avanzar. Es la única forma de salir de la rueda de dolor. Porque cuando uno está triste el alcohol no apagara la tristeza, ni la cambiará por alegría, sino que la acentuará. Por eso no caben falsas distracciones en la rueda de dolor. Lo primordial, como casi siempre, es el amor.
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