jueves, 17 de octubre de 2024

El silencio ha crecido como un árbol

A veces me encuentro meditando a su sombra y, cuando sopla el viento, puedo escuchar los mensajes que transmiten ramas y hojas con su balanceo. Y ese árbol de silencio me habla, me susurra con su cimbreo, que las personas que yo quiero puede, incluso, que desconozcan mis sentimientos, pero que lo importante está en mi corazón, no en la respuesta exterior. Que el amor no busca ni pide correspondencia, que es un regalo más de la vida, como la conciencia. En ambos casos hay una semilla que se aposenta y nosotros vamos alimentando, construyendo, creando, es nuestra gran obra de arte invisible, pero la más gratificante. Inundará nuestra vida de cambios para que descubramos quiénes somos y qué hacemos aquí. Y el árbol del silencio, la música interior, esa pequeña flor que es el detalle diario, ese arcoíris divino que es la sonrisa en tus labios, llenarán de amor todo mi espacio, un cielo armonioso destruirá mi espanto y mi corazón, rebosante de cariño, buscará la forma de volver a ser un niño, de crear un mundo jugando, de chapotear en los charcos y salpicar con versos que poder recitar mientras los veo volando por encima de tu rostro asombrado y, ahora mismo, van dos versos formando un pareado. Nos reímos, cantamos y seguimos bailando, tan contentos, a la sombra del silencio que ha crecido como un árbol.

No hay comentarios: