miércoles, 9 de octubre de 2024

Cuando no tengo palabras

Para expresar lo que quiero decir busco otra manera, no sé si más sencilla pero tal vez más apropiada. Al oído me lo susurro una vez un hada. La escuché pero no entendí nada, luego se fue aclarando todo y, el día que me quedé sin palabras para decirte todo lo que sentía, el amor que mi cuerpo contenía, el amor que tú, cariño mío, habías generado y lo seguías haciendo cada día, me desnudé enfrente tuyo y, con la mirada, te dije este cuerpo es tuyo porque mi alma hace tiempo que la tienes, ha bailado con la tuya una y mil veces, nuestros espíritus entrelazados hace tiempo que se aman, ya sólo falta que nuestros cuerpos se unan en esta danza sagrada y, todo esto te lo dije sólo con una mirada. Cuando no tengo palabras dejo que mi piel contacte con la tuya. Te hablo con caricias y tu con gemidos contestas y se crea una sinfonía. Escuchar el placer que te doy es el mejor regalo que podía tener hoy o cualquier día, pues verte feliz vida mía, me pone en sintonía con la vida y el amor y me siento mucho mejor. Cuando no tengo palabras me baño en tus silencios mientras nuestras lenguas bailan un vals de los lentos y entre tus brazos me pierdo y me busco y me rebusco y te reencuentro, y siento que formo parte de ti, que soy tú, y me veo con tus ojos y de cariño me sonrojo y de tu amor me alimento y no puedo estar más contento en este diálogo sin palabras donde nuestros cuerpos hablan el idioma que electrifica nuestra almas y eleva este placer silente exponencialmente y un coro de jadeos nos envuelve, y dos palabras dibujo con mis dedos en tu pecho, las mismas que tu piel hacen sentir en mis manos: te amo.

No hay comentarios: