sábado, 4 de enero de 2025

Tenía que ocurrir

Siempre me han dicho que soy un soñador, que me hago muchas ilusiones, que me desborda la imaginación y, también siempre, terminan diciéndome que ya soy muy mayor para tantas tonterías, que debería poner los pies en la tierra y asumir la realidad, como si la realidad fuera una auténtica mierda. Que, a veces, lo es, no hay duda, pero muchas otras no, y yo me quedo con las veces en que no lo es. ¿Y qué es lo que tenía que ocurrir? Que las ilusiones se vayan haciendo realidad, que los sueños se cumplan, que lo imaginado se haga posible. Cuando era un niño soñaba con tener amigos en todo el mundo y ahora puedo decir que los tengo. No son muchos, pero son una realidad palpable. Ya de adolescente soñé con ser escritor, siempre me gustó leer y escribir, aunque publicar libros lo veía como algo lejano e inalcanzable, pero el tiempo me convenció de que todo era posible y ya he publicado varios. Luego construí un mundo donde se desborda el amor y se expande entre todas las amistades. Quise aprender tocar un instrumento y lo hice, quise estudiar filosofía y lo estoy haciendo, soñé con viajar por el mundo y, poco a poco, se va cumpliendo y, lo que antaño parecía imposible hoy es un recuerdo más en mi memoria. Y sigo soñando y generando nuevas ilusiones, imaginado nuevos imposibles y amando más allá de los límites.

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