
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
martes, 25 de junio de 2024
Ir contra el destino
A veces vemos la vida como una aguadilla reiterada que nos van haciendo diferentes actores: un amor fallido, un mal trabajo, el sistema capitalista, cualquiera con una falsa promesa. Y creemos que nuestro destino está escrito y que es una fatalidad lo que nos persigue y no podemos evitar. Tu trabajo es una mierda, tus escritos no los lee nadie, las palabras ni siquiera se las lleva el viento sino que se pudren en el intento de parecer verdad. Y sucumbes creyendo que el destino te ha vencido, te domina, te tiene atrapado. Pero sales con fuerza de la última aguadilla y la revolución del amor entra en ti y te regenera. No hay destino, te deshaces de su trampa y construyes el camino para ir en contra de ese supuesto destino establecido. Y amas, y escribes, y haces todo lo que tú decides. Y entonces es cuando descubres que la maravilla estaba a la vuelta de la esquina. Aparecen amigos maravillosos, escribes como nunca antes habías escrito, pocas personas te leen, pero son las suficientes para dejar tu corazón henchido de amor. Ir contra el destino es lo que debí hacer desde un principio, porque mi destino lo construyo yo, el amor, mis amigos, la música, escribir, los libros. Jamás hay que dejarse llevar sino responder por uno mismo y, además, nada está escrito. Porque mi destino lo escribo yo y la tinta sale de la revolución del amor.
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