martes, 18 de junio de 2024

La caja vacía

Hasta hace bien poco mi corazón era una caja vacía, un lugar de tránsito. La sangre era bombeada y circulaba por él. Y ya está. Eso dicen que es la vida. Pero ahora esa caja está pletórica, llena de amor. La habitan seres queridos, amigos del alma. Cada uno, ahora, es una parte indispensable de mí. Mi corazón, sin ellos, ya no sabría funcionar. Son piezas claves del órgano que me mantiene con vida. Por eso ahora no sólo tengo un ritmo cardíaco, tengo también una melodía. Suena en mi interior, recorre mis venas, la caja vacía de antaño es ahora una alacena sentimental, una alacena de amor vital. Y cuando parecía que nada cambiaba, todo se ha transformado. Gente querida que se preocupa por mí, que me regala su cariño y me ofrece su amor, y yo lo recibo con el candor del niño que habita en mi interior, que fui y que soy, que ha vuelto para implicarse en la revolución del amor que llenó de magia la caja vacía y plantó tu flor en el desierto de mi corazón que ahora es pradera de alegría, sintonía de buen humor, amorosa armonía que en volandas hasta tu lado me lleva para sentirte mejor. Hasta hace bien poco era una caja vacía, ahora es un universo de amor.

No hay comentarios: