domingo, 16 de junio de 2024

Los frutos

Como de casualidad comencé con un proyecto. Todo ocurrió a través de un texto que fue creciendo. No había ninguna pretensión en ello. Sólo planté unas semillas que jamás creí que pudieran dar fruto, que se quedarían ancladas entre las líneas, que nadie las percibiría, que acabarían muriendo. Pero ese amor revolucionario llenó de amor cada palabra y la maravilla se iba extendiendo. Personas maravillosas acudían a la llamada, se apuntaban al evento. No sabía qué estaba ocurriendo, pero la alegría fluía por dentro. Un artista caribeño lleno de ternura salió a mi encuentro y estamos construyendo un universo que se plasmará en un libro. Y más proyectos fueron surgiendo. Recibo amor y cariño de diferentes partes del mundo y reboso de contento. Esta cosecha de gozo no parece tener fin. Conozco a personas entrañables, en directo y a través de mensajes digitales, pero todos son fenomenales. Un solo segundo de amor borra años de sufrimiento. A veces estoy tan contento que lloro porque creo que es un sueño. Pero hay una energía especial en mi pecho, unas chiribitas invisibles que no veo pero que siento a cada momento, son como micro abrazos que me dan mis amigos que se expanden en el interior de mi cuerpo y me ponen en movimiento. Nunca me había sentido tan querido y ya voy flotando a dos palmos del suelo.

No hay comentarios: