
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
miércoles, 12 de junio de 2024
La importancia de las cosas
A estas alturas de la vida deberíamos saber ya darle a las cosas la importancia que tienen. Tengo una gran vida interior, soy prolífico en pensamientos innovadores, mi pensamiento es incansable, me agoto yo mucho antes que él; la duda y la imaginación disputan una carrera rapidísima en mí, pero, a veces, también necesito sexo, poco, pero necesito. Y aquí es donde viene la importancia. Tengo compañeros de trabajo que hablan todo el día de sexo pero apenas lo practican, y la importancia debería fijarse en lo que uno más hace no en lo que menos hace. En mis compañeros la importancia no estaría en el sexo sino en hablar sobre él. Es un poco el autoengaño de siempre, como no tengo sexo hablo de él para disimular. A mí me gusta leer, pero casi paso más tiempo comiendo o haciendo cosas relacionadas con la comida: comprar alimentos, elaborarlos, preparar los platos, degustarlos, digerirlos, expulsarlos. Así que mi importancia, la máxima importancia está en la comida. Luego en dormir, seguido de los libros y escribir. Si piensas en dónde tienes que poner la importancia tu vida cambia sustancialmente. Lo más importante para uno no puede ser algo que apenas hace porque la angustia tomará su lugar. Bueno, lo dejo aquí porque me está entrando hambre.
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