
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
domingo, 30 de junio de 2024
Te escucho
Puede que no digas nada, pero yo te escucho. Tus silencios dicen a veces más que tus palabras. Y no, no es como piensan muchos que el que calla otorga. A veces el que calla sufre y otras hace sufrir, pero el silencio siempre habla y a mí, que me encanta escuchar, me conoce bastante bien el silencio y me lo cuenta todo. Sí, te escucho incluso cuando no estás porque formas parte de mí. Son las cosas del amor, se crean sinergias inesperadas cuando llevas a una persona metida en el corazón. Cualquiera diría que lo estás imaginando pero la realidad es que lo estás sintiendo. Te escucho también cuando me hablas y, ahora que te voy conociendo, puede entender tus pausas, lo que no dices, cómo lo dices y por qué, y lo más importante de todo, qué quieres decir realmente. Te escucho con atención para oír lo que repites, para percatarme cómo vas cambiando tu discurso dependiendo de quien haya delante. Escuchar te muestra las costumbres que construyen tu personalidad y también la imagen de lo que tú has creado para mostrar a los demás. Te escucho con el mismo interés que me escucho a mí mismo, para comprenderte mejor, para amar incluso lo que no me gusta de ti, y tú ni quieres ni puedes cambiar. Pero primordialmente te escucho por una cosa, porque escucharte me hace feliz.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario