sábado, 29 de junio de 2024

Los intersticios de la existencia

Allí donde quiere brotar la verdad fumigamos con nuestro auto engaño. Nos hemos acostumbrado. Unamuno nos caló a la primera, somos un país de victimistas. Pero por esos intersticios de la existencia a veces asoma el amor y, si es revolucionario, mucho mejor. Es curioso porque esas brechas, esa hendiduras, esas grietas que aparecen en nuestra existencia, si no captamos a tiempo lo que nos ofrecen, si no sabemos leer el momento, se cierran y desaparecen. Nos quedamos como anquilosados en la costumbre que, puede que nos desasosiegue, pero nos da cierta seguridad irreal que terminará por estallar en el momento más inesperado. Es importante estar atento, leer entre líneas, en esta caso leer los intersticios, escuchar lo que nos dicen y no sólo lo que queremos oír. Y en lo más importante de la vida, el amor, las grietas se abren y se cierran, como un corazón que bombea y, donde hayas dolor y mentira, de repente todo se oscurece, pero otra grieta aparece, el intersticio se llena de luz y, puede que sea el amor de nuevo, tal vez con un rostro diferente, pero en la profundidad de la mirada uno ve el mismo amor de siempre, agrandado, no sé si por la experiencia o la sabiduría, y por el intersticio se cuela la alegría y mi existencia brilla. El recuerdo me trae el sol de la niñez, la caricia materna, los juegos sin fin y de disfrute eterno, la fantasía natural del día a día y, en este intersticio maravilloso, se para el tiempo, vivo como si estuviera leyendo o leo viviéndolo todo. Si existe alguna verdad se cuela por esta brecha que se ha abierto en mi corazón donde la revolución del amor echó raíces y, aún en soledad, mi vida está llena de amor.

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