lunes, 11 de noviembre de 2024

El camino de la alegría

Escuchamos con la máxima atención a nuestro sentir profundo, esa guía interior que nos habla con sinceridad y cariño, y nos aceptamos como somos. El camino de alegría no necesita la aprobación externa, solo nuestro amor y nuestra actitud para avanzar por ese camino. La alegría se construye a diario, con pequeñas cosas, es un camino que se hace paso a paso. Amor con desprendimiento y sin posesión, buscando el crecimiento del ser amado, una alegría compartida, la alegría del otro es también nuestra porque lo amamos. El camino de alegría es tan sencillo que parece complicado, porque en este mundo aturullado lo simple lo obviamos y tendemos a lo complicado. Dicen que amar sin esperar nada a cambio es una fantasía, pero yo opino que ahí está el meollo de la alegría. Lo más maravilloso es que te correspondan, pero no siempre ocurre, de ahí que debamos aceptar cómo somos, de desprendernos del ser amado, que jamás debe de ser usado para deleite propio. Si no hay alegría mutua no puede haber amor correspondido. El camino de alegría se compone de más cosas, de amigos, de libros, de aficiones que nos hacen crecer, que ensanchan nuestro espíritu, de compartir amor pero también dolor, de comprender, de ayudar, de hacer que el mundo sea un lugar mejor. En eso consiste la vida y el camino de la alegría.

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