martes, 28 de mayo de 2024

Deseo y amor

Pueden ir unidos, pero hay que saber diferenciarlos. Ves un cuerpo bonito, te atrae, eso es deseo. El amor es conocimiento, es confianza, puede incluir el deseo aunque no es indispensable. Por eso se suele decir que el amor es una construcción, es una relación que necesita cimientos, deseas empaparte del otro, conocerlo, ayudarlo, estar a su disposición, compartir, compartirlo todo, incluido el dolor y el sufrimiento. Y aquí surge un dilema con otras dos palabras, querer y amar. Para mí son similares pero no todo el mundo las usa de la misma manera, hay gente que dice que amar es más que querer, por eso es bueno definir los conceptos antes. Cuando le digo a alguien que le quiero no estoy hablando de apetitos, por lo menos no exclusivamente. Si sólo hay apetito sexual, no es amor ni tampoco querer, es deseo. Pero a medida que vas profundizando en el conocimiento de alguien, puede aparecer el amor. En mi experiencia personal ocurre así. Quiero y amo a personas con las que no he tenido sexo. El amor no se reduce a la pareja o a las relaciones íntimas y personales. El amor surge también con las amistades. Por eso hay que saber diferenciar a amigos de personas con las que realizas actividades: beber, bailar, salir. Todo el mundo necesita compañía, pero esa compañía no significa ni que sean amigos ni que te amen. El tiempo te lo va mostrando. Gente con la que te relacionabas mucho hace unos años y ahora no los ves nunca y, posiblemente, no los veas nunca más, no son amigos. Porque los amigos son para siempre, desde que aparecen en tu vida hasta la eternidad. La amistad es sempiterna, tiene principio pero no tiene final. Por eso amo a mis amigos.

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