viernes, 3 de mayo de 2024

La fuente encendida

Estaba en el parque leyendo. Los niños jugaban con sus padres, unos iban en bici, otros se entretenían con pistolas de agua, daban migas de pan a los patos y a las palomas...y yo leía. Los patos nadaban tranquilamente en la fuente. El agua se movía al ritmo de las patas de los patos. De repente apareció el rumor. El sonido del agua. Múltiples chorros de diferentes tamaños borboteando al unísono dibujaban en el aire la alegría de la vida en movimiento. Y entonces comprendí que eso mismo me había sucedido a mí. Mi corazón tranquilo, mi cuerpo pausado, la rutina que me envolvía; todo ha cambiado. Ahora soy la fuente encendida. La sangre bonita, la primavera alterada, el corazón cantando, la mente asimilando alegrías, el alma ubicua, llenándose del amor de todas partes. Llego a casa, me desnudo, me tumbo en la cama y sigo escuchando la fuente encendida.

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