sábado, 25 de mayo de 2024

¿Por qué amo las imperfecciones?

Porque las personalidades maravillosas que conozco las poseen, porque yo estoy lleno de ellas y, sobre todo, porque lo perfecto no me sorprende en absoluto. Amo a los seres débiles y frágiles, a personas robustas pero delicadas, a amigos que parecen duros pero son entrañables y sensibles. Amo las corazas naturales que usan las almas tiernas para caminar por el mundo. Y por el último resquicio de sus miradas, por ese brillo apenas perceptible, las descubro. Amo las imperfecciones, tal vez, porque no me queda más remedio, ya que yo las acumulo. Pero las imperfecciones que más amo están en mis amigos y, aunque sea un sin sentido, son las que les vuelve maravillosos y perfectos; esos tropiezos, un tartamudeo, unos ronquidos, unas lágrimas que brotan en medio de una conversación que les emociona, ese sube y baja de la euforia a la pesadumbre... Todas y cada una de ellas me hacen quererlos, abrazarlos, decirles que todo está correcto, que sus imperfecciones les hacen perfectos, que les amo, pues son lo mejor que me ha dado el mundo, la vida, el destino, el poder cruzarme con ellos, conocerlos. ¿Qué haría yo sin ellos?

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