viernes, 31 de mayo de 2024

La anomalía

Conocer gente. Primero digitalmente; tal vez, no lo aseguro, físicamente. Hay una norma no escrita para según qué personas. Debes relacionarte más, me dicen. El sexo no es amor, pero debes practicarlo con más frecuencia. Haz como las abejas, pica un poco aquí, un poco allá, disfruta de la vida. Les oyes hablar y parece todo tan natural, tan razonable, que, por un instante, crees que esas personas no tienen ningún problema, ni con las relaciones, ni con los sentimientos; casi, casi, con nada. Pero luego los vas conociendo mejor y todo son problemas. De todas formas, un día, te convencen. Has escuchado tanto sus discursos que han calado en ti. Y decides conocer a gente. Y piensas, voy a disfrutar de la vida. Pero nada es como tu creías, ni siquiera como ellos te decían. Conoces a personas digitalmente y, parece algo improbable e imposible, pero te enamoras. Te dicen que eso no es amor, que no puede ser. Pero tú sabes que formas parte de la anomalía. Siempre hay una excepción, y te tocó a ti, vida mía. Decides conocer a una persona físicamente, todo el mundo lo hace. Haz amigos, ten sexo, disfruta y a por el siguiente. Resuena en la cabeza esta melodía que parecía tan cierta antes de convertirse en anomalía. Conozco a personas, las abrazo, digital o físicamente y, he de ser sincero, no me pasa con todas, pero hay tanta gente maravillosa, que amo a muchas personas. Eso no es amor, me dice gente que asegura que el amor les ha hecho tanto daño que no volverán a caer en la trampa. El amor puede doler, pero te curte y jamás puede uno darle la espalda porque es lo más maravilloso de la vida. El amor es mi anomalía.

No hay comentarios: