domingo, 26 de mayo de 2024

La nube

Apareció un día mientras estaba leyendo con la ventana abierta. Tuve que cerrar el libro pues todo se nublo al instante. Oí una voz que decía: sube. Y eso hice. Era bastante cómoda y, a pesar de ir volando por el cielo, no sé por qué, me sentía muy seguro. ¿Sabes dónde vamos?, preguntó. No, le dije. Llevo tiempo escuchándote hablar sobre la revolución del amor y voy a ayudarte. Cada día te llevaré a ver a un amigo, esos que tienes lejos, aunque no podrás bajar a saludarlos porque nos descubrirían. No importa, me parece estupendo. Pero puedo dejar caer algunas gotas llenas de tu amor revolucionario para que te perciban. Eso es una gran idea. Así el amor calará en ellos. Y eso hicimos y seguimos haciendo. Es uno de nuestros actos revolucionarios que la nube y yo mantenemos en secreto. No nos queda más remedio pues si lo revelaramos quién nos creería. El amor es tan maravilloso que, a medida que te vas adentrando en él, vas descubriendo el poder inmenso que tiene. Podría decir sin temor a equivocarme que no hay límites, para el amor no hay imposibles.

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