jueves, 11 de julio de 2024

El instante en que una sonrisa se borra de un rostro

Se parece a cuando ya esta todo dicho en una relación y piensas en algo, dos o tres palabras, sí, tal vez esas tan manidas y dichas siempre, que no sirven de nada si no las sientes y, a veces, ni sintiéndolas. El instante en que una sonrisa se borra de un rostro son esas horas que pasas delante de una hoja en blanco esperando escribir lo más maravilloso de tu vida pero no se te ocurre nada, ni una palabra, ni una letra, ni tan siquiera un tachón, no has sido capaz de apoyar el bolígrafo sobre el papel, y el tiempo pasaba como pasa la vida, sin que ocurra absolutamente nada. El instante en que una sonrisa se borra de un rostro es esa vuelta a la nada, donde no hay cabida para más sonrisas, ni imaginación, donde la creación está perseguida por esa normalidad que todo lo impregna, por ese trabajo y consumo luego existo, y si no existo por lo menos tengo esta mierda capitalista, y vuelvo a consumir. Ese instante en que la sonrisa se difumina y enseña otra vez los dientes la rutina, los sueños se escapan por el sumidero, a la carrera, el amor va primero pero...¡No! La revolución del amor ha llegado hasta aquí para que ese instante se llene, para poner un tapón al sumidero y que los sueños no se vayan hasta que se realicen o hasta tener otros, para crear un mundo mejor y el instante en que una sonrisa se borra de un rostro sea un mero intermedio, una pequeña pausa para que otra sonrisa aparezca y el amor crezca, y el mundo tenga otro verso y en tus labios otro beso.

No hay comentarios: