lunes, 8 de julio de 2024

La estrategia

Me busco en diferentes ciudades, en el contorno de las personas, entre un cuadro y mi mirada, cuando pienso y a pesar del ruido no escucho nada. Analizo mis reacciones, sobre todo las respuestas automáticas, por qué digo según qué cosas cuando siempre estoy pensando otras, por qué salen tópicos de mi boca, por qué a veces mi palabra es más rápida que mi pensamiento o, tal vez, es el homúnculo que habita en mí el que responde, el que me suplanta sin yo quererlo. ¿Quién manda en mí, quién me dirige? ¿Es el libre albedrío algo que ya se ha desvanecido? Puede que la monotonía acostumbrada esté anclada en nuestro ADN sin saberlo, que la supuesta originalidad no sea más que un invento y, ser auténtico, un autoengaño refinado que nos concedemos para creernos diferentes al resto. Me busco y casi nunca me encuentro. Voy perdido por un mundo de solitarios vagabundos que viven en grupos de puro desconocimiento. La superficialidad rige nuestras vidas y muero por dentro en el intento de conocerme a mí mismo, al descubrir, que mi propio mecanismo me observa con cinismo, se ríe de lo que creo ser, me empuja hacia el rebaño. Pero entonces abro un libro y ya nada puede hacerme daño.

No hay comentarios: