lunes, 8 de julio de 2024

No te veo

Pero te quiero. No te oigo pero te escucho. Porque soy capaz de descifrar los mensajes de tu silencio. Y si veo tu sonrisa, entreveo algún lamento. Y créeme, lo sé porque lo siento. No escondas la lágrima, no huyas cuando te bañe el sufrimiento. Déjate ver. Porque para mí verte, de cualquier forma, me pone contento, porque al verte te siento, puedo vivir tu lamento contigo, puedo sentir tu sufrimiento y ya no estás solo pues es un sufrimiento compartido. No te veo pero te amo, no te escucho pero oigo tu canto. No te veo pero te sueño. Y aunque no te vea te imagino y te sueño incluso despierto. No huyas de la vida ni del dolor, tráelo aquí, a mi lado, compártelo, quiero todo lo tuyo, tu risa y tu llanto, porque en todo lo tuyo hay encanto. Pasaré tus lágrimas por el tamiz de mi abrazo y encontraremos el oro de tu llanto. Sanaré tu dolor con mi encanto. Convertiré tu tristeza, con mis besos, mis palabras, mis silencios, con todo el amor que tengo y en todas sus formas, en pura alegría mi vida porque, aunque no te veo, te siento y también te llevo dentro. No te oigo pero al palpitar pienso que es tu caminar el que late, son tus pasos los que mi corazón mueven y tu alegría es el aire que necesitan mis pulmones. Tu sonrisa me da la vida, y aunque no te oigo ni te veo, te quiero como el primer día.

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