martes, 2 de julio de 2024

Tu voz

Ya no oigo a las voces que me dicen eres un vicioso, estás sucio, no vales nada y nadie nunca te querrá. Durante años estuvieron conmigo día tras día, acompañándome, cada vez que mis ojos se impregnaban de lascivia al mirar fugazmente a un cuerpo prohibido pero deseado. Desaparecieron todas el día que percibí tu ternura, la soltura con la que mostrabas tu desnudez, tu intimidad jadeante, y podía ver en tu rostro lleno de placer, mientras pronunciabas mi nombre entre leves gemidos, el brillo de lo que yo creía en un principio tu osadía, como se colaba hasta mi corazón para aposentarse, buscar el mejor sitio y comenzar a construir nuestro amor. Ya no oigo las voces porque ahora estás tú haciendo que mi corazón palpite a tu ritmo y, cuando te veo, se enciende todo mi cuerpo, tus palabras perduran en el tiempo, y en mis sueños te oigo cantar, susurrarme, tu voz hablándome entre risas, tu voz acariciándome cuando llega cualquier brisa, tu voz deslizándose por mi piel, esa voz con manos de miel, con yemas invisibles que me llenan de placer. Tu voz pintándome en el cuerpo el amor que ha revolucionado mi vida.

No hay comentarios: