
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
sábado, 13 de julio de 2024
Razonar y creer
A veces no es suficiente. Razonamos que con un sueldo mayor viviríamos mejor y tendríamos todo lo necesario. Un día llega ese aumento deseado pero no tenemos bastante, queremos más. Creemos que si vamos a tal sitio de vacaciones lo pasaremos genial pero cuando llegamos, al poco tiempo, ya queremos ir a otro sitio o volver a donde estábamos antes. Creemos que nos sentiríamos más plenos si tuviéramos tal amante, pero, una vez conseguido ya estamos pensando en uno nuevo. No se puede razonar ni con la pasión ni con el anhelo. Ansiamos cambios constantes y, de hecho, los tenemos, todo es puro cambio. Aunque el problema no es el cambio sino el ansia. Está muy bien razonar y creer pero sin barnizarlo de auto engaño. Estos razonamientos y creencias que efectuamos deberían ser tamizados por la revolución del amor. Así, el trabajo deseado no tiene que darnos más dinero sino más disfrute en su realización. Los sitios que visitamos debemos amarlos antes de ir, igual que a las personas. Y el amante que nos dará placer, que nos regalará su compañía, que entenderá nuestros silencios y nuestra algarabía, es el mismo amante que nos llenará de amor con su presencia y también con su ausencia, pues lo llevaremos siempre en el corazón, y sólo pensar en él nos hará sentir mejor. Para una vida plena y revolucionaria no basta razonar y creer, hay que amar también.
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