
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
lunes, 30 de septiembre de 2024
Esos dioses
Los verdaderos dioses se encuentran entre la gente normal. Se descubren poco a poco. Hay que tener paciencia. La maravilla es tímida y le cuesta salir al exterior. Pero con el tiempo he adquirido un pequeño don que me permite descubrir antes de tiempo a esos dioses que alegrarán mi vida, que me harán sonreír y me untarán de su dulzura y su cariño. Son dioses que no hacen milagros, pero te alegran el día con un par de gestos, paran el mundo y paran el tiempo para verme sonreír. Puede que, a veces, incluso no se percaten de que me alegran la vida con su existencia, con esas pequeñas tonterías que me cuentan, con su manera de ser y de estar y de acompañar. El placer me envuelven cuando se comunican conmigo y, como un niño, juego con su cariño a generar amor intenso, a crear mundos y aventuras, a contar cuentos y poemas, a sentir el silencio entre las piernas, su silencio entrelazado al mío, conversando, mientras con los dedos dibujo en sus pieles el enigma de nuestra existencia y ellos en mí el sentido de la vida. Esos dioses son los que quiero en mi vida, los que guardan mi corazón, los que acarician el alma, los que borran las cicatrices con besos de alegría.
A pesar de todo
A pesar de todo me faltan palabras para expresar mi amor hacia ti; por mucho que diga y hable y escriba, las palabras limitan lo que pienso y, a veces, creo que es mejor el silencio, observarte en silencio, que eso expresa mejor mi amor. El brillo de mi mirada, la sonrisa que empieza a dibujarse y nunca acaba, ese placer lento que me haces sentir, que siento en todo mi cuerpo cuando te observo, cuando te escucho, cuando te sueño. A pesar de todas las dificultades y problemas, de la distancia, del dinero, del tiempo, lo pienso un poco y me digo a mí mismo, como le quiero. Está lejos pero está dentro de mí, conocerle me enriquece, y escucharle me hace eterno. Discutimos, no lo niego, pero cómo le quiero. Sufro con su sufrimiento, siento su dolor, quiero que se sienta mejor y yo solo tengo amor, aunque a veces no es suficiente, hace falta también humor, y empatía, hace falta paciencia y mucho cariño, hace falta, casi diría que es lo primordial, volver a ser un niño, jugar con mi amigo, olvidarnos del mundo y compartir la alegría que sentimos. A pesar de todos los inconvenientes no puedo dejar de amar, al contrario, cada día amo más, es el destino, mi cometido verlo feliz y, si hace falta, marear la perdiz, hacer cosquillas en el aire y que el viento las lleve a su lado, y lo mismo con caricias y con besos, y también con muchos abrazos. A pesar de todo quiero querer lo que quiero y amar a quien amo, porque la vida sin amor no es vida y porque los amigos deben ser amados, cada día, por mí, a todas horas y a pesar de todo.
Yo os digo
El pesimista dice nada permanece, todo se acaba. Yo os digo que eso es distinto, que todo perdura, que no tenemos fin, que el amor sigue, la muerte no puede con él. Mi amor seguirá en las flores y en los animales, y en ese cuadro que pintaron pensando en mí, y en ese otro que pintó un amigo querido y me gustó tanto. Todo el amor que demos y recibamos se quedará en el aire con partículas revoloteantes que irán impregnándolo todo. Así se construyó MundoPoema y así permanecerá por siempre. El amor a los amigos, el cariño que damos a diario, todo permanecerá, cualquier pequeño detalle que contenga amor hará nuestra vida y el mundo mucho mejor, no sólo ahora sino también en el futuro. Hacedme caso amigos, un día sin amar es como un día sin reír, es un día perdido. Y no lo podemos consentir. La tierra se extinguirá, el sol se extinguirá, pero MundoPoema permanecerá porque lo hemos construido con amor, la materia prima de todos los mundos, del universo, la esencia de la vida. Sintámonos felices de expandir la alegría, de propagar el amor, en todos y cada uno de los pequeños detalles de la vida diaria. Digamos más te quiero en vez de no me apetece, digamos más te escucho en vez de no tengo tiempo, compartamos el silencio con nuestros seres queridos y amados, hagámonos compañía, regalémonos amor a diario.
domingo, 29 de septiembre de 2024
Desde que te amo
Soy mejor persona. Tu influencia ha llegado a los sitios más insospechados de mi vida. Ha mejorado mi alegría, es más intensa, más continua, voy por la calle regalando sonrisas, incluso a desconocidos, y eso por qué, porque voy pensando en ti todo el día. Desde que te amo escribo más, leo más, tengo más vida, parece que el tiempo se estira, y hasta trabajando -nunca me había pasado-, siento alegría. Algunas veces lo pienso, en el amor que me has dado, que me das, en el amor que siento por ti, en ese amor que me ha cambiado, que me hace sentir a tu lado a todas horas, porque estás revoloteando en mi órbita, nuestros espíritus entrelazados, todo lo que he soñado haciéndose realidad, y sintiéndome amado por amarte, siendo feliz al sentirte, llenándome de gozo al pensarte, viéndote a mi lado al imaginarte, porque el amor te hace visible y puedo tocarte y no es un milagro, es la magia del amor que hace que cada instante sea mejor. Desde que te amo voy flotando en un mundo donde todo es tu piel que voy acariciando, donde todas las bocas tienen tu voz, donde todos cantan tus cantos. Desde que te amo creo que estoy soñando y vivo el sueño con la normalidad más feliz y sencilla a pesar de que todo me maravilla. Desde que te amo sé qué es vivir, he nacido a la vida, a una vida plena de alegrías sencillas, en un mundo mágico donde beso tus labios y mejillas.
Puede que ya
Sí, puede que ya lo haya hecho todo en la vida. Para todos no es lo mismo, cada uno tiene su cometido y sus alegrías. Yo he escrito algunos libros, he soñado como un niño, es la mejor forma que encuentro para soñar, tanto despierto como dormido; y, lo más importante, te he conocido, en mi interior está mi amor hacia ti, tu cariño, y aunque el sueño de tenerte no se ha cumplido, puede que ya lo haya hecho todo en la vida. Sí, lo importante, que es amarte, darte amor, hace un tiempo que lo hago, y sé que sabes que te amo, porque te lo digo de mil formas a diario. Cuando la brisa te refresca en un día soleado, cuando el sol te da calor en uno frío, siempre, siempre, estoy contigo, en la brisa, en el sol, en las nubes, en el aire que respiras, y me cuelo dentro de ti e intento hacerte cosquillas. Y cuando sonríes sin saber por qué en un pensamiento tuyo estoy manoseándote. Te acaricio con el aire, con el viento, con el aroma de una flor, con la melodía de la canción que tarareas mientras te duchas, con el agua que recorre tu piel, con la que bebes cuando tienes sed. Soy el aura que te envuelve y te hace sentir bien. Así que sí, puede que ya lo haya hecho todo en la vida, ya que más de un millón de veces imaginé tus abrazos, soñé con tus sonrisas, nos proyecté en el espacio paseando por las estrellas de la mano, sin gravedad pero con sencillez y alegría. Puede que ya. Puede que ya sea siempre tu compañía.
Es el momento
De sentir algo intenso. La monotonía se dulcifica y las costumbres de cada día las veo ahora con más alegría. Será la actitud, me dicen, el tiempo o puede que la vida. No sé qué es, pero agradezco que la vida me sonría. El amor me recorre, me siento en armonía, hay paz en mis actos, en mi rutina. Cualquier pequeño detalle me llena de felicidad. Un mensaje de cariño, una mirada viva, esa sonrisa tuya que me alegra la vida. Es el momento, sin duda, de disfrutar cada instante, de sentir la intensidad de la vida en las cosas sencillas. Escucho música y, con mis manos, voy rozando las notas en el aire, acariciando cada sonido, escuchando con el tacto, oliendo con los oídos el perfume de tus labios que llega hasta mí a través de un pensamiento que se cuela entre mi ropa y mi piel y me hace sentir bien. Es el momento, me digo, de estar siempre contigo sin importar dónde estés. En mi corazón te siento, en el pensamiento te llevo, te hablo y te digo que también te sueño y te imagino, y por qué, me preguntas, porque es el momento, querido amigo, nuestro momento, la hora de sentir algo intenso, de vivir con pasión esto que parece un cuento, de abordar la ilusión, de crear la esperanza y de que esa pequeña bruma que aparece en los sueños desaparezca, porque estemos amándonos despiertos, porque lo que venimos imaginando se hace realidad, porque es la hora del encuentro, de disipar cualquier lamento y estrecharte entre mis brazos, de disfrutar de tu sonrisa junto a mis labios y verte siempre contento. Es el momento, amor, es el momento.
sábado, 28 de septiembre de 2024
Las voces
Oigo voces mudas, que no suenan y ni falta que hace, pero que me incitan a hacer cosas. Justo antes de escribir esta línea oí una voz que me dijo ponte a escribir, deberías escribir algo. Y me pareció razonable, escribir me gusta, así que por qué no iba a hacerlo. Aunque otras veces no le hago caso, hay como una lucha interna, un pero aquí quién manda, la voz o yo, y nos revolcamos por un suelo imaginario, menuda polvareda. La voz tose, yo me río y, al final, no sé por qué, le hago caso y escribo. Otras veces es una voz que me incita a hablar, a actuar, pero surge otra distinta que me dice ni se te ocurra, cállate, no hagas nada. Y luchan entre ellas, y me marean, hacen ruido en mi cabeza, que sí, que no, que caiga un chaparrón, madre mía, y estalla la contradicción. Suelen ser voces sentimentales, que surgen en momentos de deseo, de pasión, cuando creo que amo, cuando sé que estoy amando. Y entre medio de esas dos voces aparece una más sensata, yo la llamo Aristóteles, porque es un término medio, un ni pa'ti ni pa'mí. A veces me dice que hable, otras que calle, unas que actúe, otras que deje fluir. Y todo esto me recuerda a un ventrílocuo muy sui generis, pues no es una persona con muchas voces, sino muchas voces en una persona. Y me siento un poco marioneta, un muñeco articulado movido por voces que son hilos a los que estoy atado. Y da lo mismo que haga caso a la voz como que no. Luego creo que todas estas voces soy yo el que las ha creado, para sentirme mejor, para no ser culpable, pero poder echarle la culpa a la voz que me sedujo, que me llevó por el mal camino, que estropeó mi destino. Finalmente me relajo, las voces se disipan, soy yo, sin duda, el que todo esto lo ha pensado, actuando en mi cerebro, como un niño que está jugando.
El laberinto
Todo laberinto empezó siendo una línea recta. Las cosas cambian y la propiedad es efímera. El conocimiento va pasando de mano en mano y, como todo, también se va alterando. Todo tiene un límite pero la nada es ilimitada. Pero volvamos al laberinto. Suele ser como nuestra vida. En realidad necesitamos pocas cosas para subsistir: aire, agua y alimento. Pero con el tiempo y algo de vanidad se van acumulando las necesidades. Debido a problemas inventados o reales necesitamos evadirnos de la vida que estamos protagonizando y a la que hemos venido de forma natural y también mágica. Buscamos placeres artificiales para poder obtener los naturales o prolongarlos. Nunca estamos contentos con nada. Y esa línea recta se va torciendo, generando recovecos, protuberancias, idas y venidas, rodeos, repeticiones, callejones sin salida. Y lo que fue un camino recto y sencillo, una vida natural, se transforma en un laberinto, en una cárcel invisible con las rejas mentales, en costumbres malsanas y adictivas, en perdidas de tiempo innumerables basadas en la falsa creencia de la inmortalidad, que tampoco está muy clara pero escondemos a la muerte debajo de la alfombra y así sólo mueren los demás. Y hay múltiples laberintos superpuestos, uno de pasiones, otro de angustias y ansiedades, recuerdos que no dejan vivir, promesas incumplidas y esperanzas fallidas. Y en medio del laberinto una flor, creciendo y pensando que está en el centro del camino, de ese camino recto que perdimos pero con el que soñamos tantas veces. Y esa flor se llama amor. A veces crece sana y fuerte, otras es vapuleada por tempestades, por vientos de ira y sufrimientos evitables. Pero ahí sigue, dispuesta a existir, siendo el meollo del asunto, sí, del asunto que nos ha traído hasta aquí, que es la vida y un camino que se ha embarullado por dejar de oler esa flor, de cuidarla, de darle el mimo que se merece, de aceptar el conocimiento que nos transmite, de transformarnos en esa flor. De ser amor.
viernes, 27 de septiembre de 2024
Ay
Si pudiera estar en todas partes, estaría muchas veces a tu lado, para sentirte y verte como un caleidoscopio amado. Tu sonrisa multiplicada, tus abrazos clonados. Un beso tuyo elevado a la enésima potencia, el interminable contacto de unos labios que me hablan con su roce que llevo más de media vida soñando. Ay, si pudiera volar con estos brazos, iría a buscarte para tenerte en mi regazo, volaríamos abrazados atravesando nubes o contemplando un cielo despejado con una sonrisa compartida como dos niños cuando están jugando. Ay, si pudiera escribirte algo bonito en vez de embadurnar tantos papeles con párrafos rebuscados, escribiría tan solo dos palabras, un simple te quiero o un común te amo, pero con tanta pasión escritas que al leerlas se mojarían tus labios, tu corazón vibraría, y la electricidad de mi amor recorrería tus poros haciéndote sentir todo lo que contigo he imaginado, viajando a un mundo que solo para nosotros he creado. Ay, son tantas cosas las que quiero hacer contigo y sólo una vida me han dado. Por eso te sueño y te imagino, te hablo y te escribo, te pienso y te siento y todavía, sí, todavía aún me falta tiempo. ¿Qué hacer entonces? Me pregunto. Y te escribo un cuento donde todo se multiplica, donde ya no hay tiempo, donde en todas partes puedo estar, y siempre, siempre, te voy a amar.
Dejar pasar la vida
Puede que no haya más remedio que dejar pasar la vida. Pero no quiero dejar de soñar en cómo sería mi vida entre tus brazos cada día. Despertar abrazado a ti, acurrucados los dos, felices, seguros, en la cama como en una gran placenta que alimenta nuestros sueños de amor y cooperación. Ducharnos por turnos o juntos, dependiendo del día. Yo preparando el desayuno mientras tú pintas como distraido sentado en un sillón al lado de la ventana, sintiendo la brisa matutina que te despierta con sus caricias. Así, dejando pasar la vida, entre tostadas de alegría y café de cariño o té de compañía. Un poco de lectura, un paseo entre las flores, unos pensamientos de colores, un poco de música tumbados en la hierba, unas risas que corren entre las briznas. Mi cabeza apoyada en tu pecho, los dos mirando hacia el cielo, soñando un futuro de caramelo. De repente se me escapa un pedo y a ti una carcajada. Planeamos un fin de semana, un poco de cultura, una buena comida, visitar a unos amigos, una película o puede que un teatro. Sigo soñando, pues si he de dejar pasar la vida, la dejo pasar, sí, pero a tu lado. Y si no estás te imagino, y si estás lejos te pienso todo el rato. No, no voy a dejar pasar la vida, porque la quiero disfrutar contigo, amándote de a poquitos pero todo el rato, amándote desde el sombrero hasta los zapatos.
Puede que mi amor no valga nada
Pero a la nada vamos de cabeza así que por qué no amar como rareza, como pleno acto de pureza en una existencia de idolatrías llena. Puede que mi amor nada te diga, que tu corazón esté sordo a sus delicias, y tus ojos cegados por supuestos placeres que acaricias como costumbres de vida libre que dices que practicas. Qué libertad tan extraña repetir siempre los mismos actos que nos hacen reír unos instantes y sufrir unos tiempos muy largos. Puede que mi amor susurre desde lejos, incluso que un día sólo oigas silencio, y tú creas que ya no existe, pero mi amor te sigue viendo. Pues aunque nada valga es constante, aunque nada diga demuestra todo con sus actos, y si desde lejos susurra es para mantener el contacto, para seguir unidos, con la risa y con el llanto, para acompañar tu alegría y para curar tu espanto. Porque mi amor es de luz y de sombras y nunca abandona. Puede que mi amor no valga nada, pero si tú lo recibes, si tú lo aceptas, si tú lo abrazas, si tú correspondes con unas migajas, crezca y se expanda y llene de luz maravillosa nuestros corazones, nos dé razones para la sonrisa, fuerza para poner en marcha ilusiones, vida auténtica para soñar despiertos, para dormir desnudos, para vivir sin miedos, para sentir que el mundo es nuestro, de quien lo crea con un amor efímero pero sincero. Y lo que nada valía a nuestros ojos se hará eterno.
jueves, 26 de septiembre de 2024
Soy el producto
Sí, tenía que decírtelo. Soy el producto de tu imaginación. Y aunque yo te amo, no te voy a pedir que tú hagas lo mismo, pero, por favor, no dejes de pensar en mí, sigue imaginándome. Si te olvidas de mí desapareceré. Como ves, no importa lo que imagines. Puedes imaginarme muerto o tullido, alegre o triste. Todo lo que imagines, más o menos, será como la vida. Yo te seguiré amando pues soy tu producto, tú me has creado. Puedes seguir amándome o dejar de hacerlo y que yo sea sólo tu amigo. Lo que tú hagas no depende de mí. Sin embargo, mi existencia sí depende de ti. Tienes una gran responsabilidad, aunque yo diría que más bien es pequeña, porque soy poca cosa, un producto imaginado, una imagen que has creado. Querido artista del hambre, me soñaste y aparecí a tu lado. Puede que alguna vez haya provocado tu enfado, tu ira, tus ganas de decir 'pero por qué mierda lo habré imaginado'. Pero también hago compañía, muchas veces tengo buena conversación aunque otras soy un pesado. Todos tenemos un lado bueno y un lado malo. Los reales y los imaginados. Soy el producto de tu imaginación, y tú, tú eres el producto de la realidad que he soñado.
Cuando el tiempo
Cuando el tiempo haya modificado mi estructura, qué será de mi esencia, me pregunto, ¿y si no perdura? Cómo va a perdurar, oigo decir a un eco impertinente que me baja de las nubes inmediatamente. Pero eso es, podré ser un mar de nubes, una tumbona fantástica en MundoPoema, para quien allí habite pueda leer entre algodones, charlar cómodamente tumbado, echar una cabezada o pintar un cuadro en una de las nubes. Puede que sea una partícula de amor flotando en el aire, yendo de flor en flor, transportado por alguna nota de una canción hasta que encuentre un corazón donde acomodar mis bártulos. Cuando el tiempo haya destrozado por completo este cuerpo tan usado, podría ser brisa o llanto, o la humedad que dejan en los labios un bonito beso recién dado. Tal vez elija ser ese calor que permanece después de una caricia llena de cariño, o una de las chispas que salen entre dos cuerpos que se están amando. Si pudiera elegir sería todo, iría mutando, de brisa a chispa, de llanto a beso, de caricia en caricia, soñando entre dos pieles, surfeando en unos labios, nadando en una lengua que baila con otra mientras un beso están creando. Cuando el tiempo haya modificado mi estructura todavía te seguiré amando.
Tus imperfecciones
Me dices que no eres perfecto, que no vales la pena, que siempre lo estropeas todo, que deje de amarte. Pero eso no va ser posible. Pues cuantas más imperfecciones tienes más te amo. El amor no es para seres perfectos, en realidad nada es parar ellos, ya que su perfección les completa absolutamente, o ese creen. Pero las personas que estropean cosas y se dan cuenta más pronto que tarde merecen más cariño y amor. Más cuidados, más caricias, más besos en las mejillas, en la frente y en todas partes. Porque el amor que voy a darte hará que puedas valorarte como la persona maravillosa que eres. Tus imperfecciones, y también las mías, están llenas de ilusiones que deben cumplirse. Soñaremos despiertos juntos y alcanzaremos lo imposible porque nuestro amor así lo ha decidido. Y si alguna vez te juzgo, dímelo, porque no estoy capacitado para juzgarte, solo lo estoy para amarte. Amos tus imperfecciones, tus curvas, tus defectos y también tus ganas de superarte, tu valor para afrontar la desdicha, tu fortaleza ante la vida. Y si tropiezas, yo te ayudaré a levantarte. Y para no tropezar yo, te agarraré de la mano, siempre a tu lado, para secar tus lágrimas y compartir tus sonrisas, para quitarte y ponerte las camisas, para alegrarte la vida en todo lo que esté en mi mano. Porque así es el amor, un regalo, que se abre despacio, se saborea lentamente, como a sorbitos, a pequeños lametazos, como me enseñó mi perro cuando lo tenía en mi regazo. Y esas imperfecciones que tanto daño han hecho, tamizadas por el amor, lo único que van a conseguir, más temprano que tarde, es hacernos sonreír.
miércoles, 25 de septiembre de 2024
No tengo nada especial que ofrecer
Todo lo que yo puedo dar lo puede hacer cualquier persona. Puedo ser tu amigo, darte cariño, amarte, ser tu amante si se han dado todas las condiciones anteriores, pero todo eso lo puede hacer cualquiera. Puedo escucharte, estar a tu lado en silencio, compartir el arte y, como decía un canción, dar largos paseos y vestir como un dandy. Puedo permanecer a tu lado y puedo desaparecer. Lo sé, no tengo nada especial que ofrecer. Puede que incluso sea peor que los demás. He tenido que inventarme un mundo diferente para poder permanecer en este jodido mundo que habitamos todos. Así que muy bien de la cabeza no debo de estar. Hablo mucho del amor y vivo solo. Soy una contradicción con patas. Algo vulgar, como una cucaracha. Me dedico a llenar de manchas negras la hoja inmaculada, a soltar grandes parrafadas que a nadie le importan, a veces, incluso ni a mí mismo. Y no son textos especiales, más bien son bastante anormales, presuntuosos, prescindibles, como dije, nada especial que ofrecer. ¿Pero quién quiere ser especial? ¿Con qué fin? Ser normal es ya una odisea. Ser, sólo ser, me acarrea unas dificultades increíbles, me complica la existencia sobremanera sólo pensarlo. Puede que si tuviera algo especial que ofrecer ya me habría dado un jamacuco. A veces el hecho de respirar ya me parece complicado. Pero me dedico a actuar en esta vida de mierda, a ser esa cucaracha que sonríe incluso debajo de las piedras. ¿Por qué lo hago si nadie me ve? Porque yo sé que lo estoy haciendo, porque yo me veo y me siento y porque no tengo nada especial que ofrecer.
Quiero cuidarte
Que despiertes y sientas caricias y besos. Que la vida que mereces ha de tener un buen comienzo y, cada día al despertar, comienza la vida una vez más. Pasear a tu lado, sentirte cerca cuando hagas lo que tengas que hacer. Prepararte la comida cada día, con amor, para que disfrute tu paladar, tu estómago y tu vida. Masajearte los pies cuando estés cansado, después de la ducha y ponerte una crema hidratante para suavizártelos. Estar a tu lado en silencio contemplando las estrellas, con mi mano izquierda en tu hombro izquierdo y mi cabeza apoyada en tu hombro derecho. Escucharte siempre: cuando digas cosas serias y cuando digas tonterías. Y si te sobresaltas mientras duermes, abrazarte bien fuerte, pero con dulzura y cariño para que te sientas protegido y mi abrazo sea tu seguridad, tu nido. Arroparte si hace frío y, si hace calor, abanicarte o soplarte en el ombligo. Hacerte reír si estás triste y hacer lo que sea para que nunca, nunca estés aburrido. Jugar a tus juegos preferidos, acompañarte, estás cerca en tus soledades, dándote espacio pero haciéndote saber que siempre estoy contigo, en cuerpo y alma, en mi mente y en mi corazoncito tú siempre estás conmigo.
El maestro del deseo
Cuántos cuerpos solícitos se exponen, enjambre de carne placentera, uno puede pasar la vida entera contemplando pechos, nalgas y cipotes. Pero aburrido se hace si no hay trato, deseo, confianza, amor y cariño. De qué vale un cuerpo sin una atenta mirada, sin un roce de cariño, sin un silencio compartido, sin una conversación alegre que cambiará nuestras vidas desde ese mismo instante que la tuvimos. Los cuerpos se van haciendo bellos cuando los barnizamos de amor y cariño, cuando tenemos la confianza de jugar como niños, cuando un encuentro casual se convierte en maravilloso. Los cuerpos se hacen eternos cuando acariciamos las almas que hay en ellos. A veces un abrazo puede cambiar un mundo entero. Es el cuerpo el continente del amor que hay contenido y yo sólo he venido a despertarte los sentidos, a iniciarte en el deseo, ayudado de la razón, a reorientarte en el camino donde encontrarás la dicha de todas las alegrías que creías perdidas. Los deseos deben ser nuestros y no solo de nuestros cuerpos, pues deben alegrarnos la vida, aposentarnos en una tranquilidad amorosa que, aún estando en soledad, sintamos compañía.
martes, 24 de septiembre de 2024
Dicen que seré feliz
Lo asegura mucha gente. Desde niño vengo oyendo lo mismo. Que no desespere, que ya seré feliz cuando muera. Y después de decirme eso añaden que para conseguir esa felicidad después de muerto, tengo que ser bueno aquí y ahora, mientras viva. Y a la vez me hacen la vida imposible. Y todos se tragan semejante cuento. ¿Para qué quiero ser feliz cuando muera? Para aceptar esa felicidad futura y putrefacta primero hay que ser idiota. Y también esclavo. Y no protestar. Y sucumbir al mercado que corrompe, a la vanidad del consumo, a la manipulación diaria del todo más rápido, al aluvión de información inútil que abotarga. ¡Basta! Voy a ser feliz ahora. Voy a intentarlo. No quiero paraíso ni comprarme piso. No quiero felicidad eterna ni cuarenta vírgenes en una nube, quiero abrazar a mi amor cerca de un río, quiero compartir una fruta y muchas sonrisas, quiero regalar miles de besos y caricias. Quiero dormir sobre el pecho soñado, vivir en un abrazo, cuerpo con cuerpo, brazo con brazo, pierna con pierna, quiero la felicidad terrena. Quiero las lágrimas de mi amor en mis venas. Contrarrestar el dolor con cariño, volverme un niño a su lado y jugar con mi amor todo el rato.
lunes, 23 de septiembre de 2024
El proyecto
Siempre creí que debía ir poco a poco, que mis proyectos debían ser pequeños, como escalones de una escalera, pasito a pasito, me aconsejaban siempre. Pero llegó un día en que me cansé y me embarqué en una revolución llena de amor. Después la revolución del amor me llevó a construir un mundo, MundoPoema y, aunque no fue fácil, el proyecto creció a la par que mi mundo. Tal vez el proyecto sea la vida y aún no lo sepa. Tengo otros proyectos, algunos libros compartidos, pero aún no fructifican, no terminan de decidirse a cooperar. No tengo prisa. Sé que haré los libros, puede que al final sea solo, como siempre, aunque eso no importa mucho. El proyecto se hace más grande cada día pues, al contener la revolución del amor, y el amor ser más fuerte que la muerte, al tener a MundoPoema, al ser mi amor eviterno, mi proyecto se expande y se hace eviterno también. Se proyecta en el espacio tiempo y también sin ellos. Es un proyecto magnífico, lleno de esperanza, amor revolucionario y sueños de vida y alegría.
Se comparten silencios
Me fui de vacaciones un ratito, una tarde después de trabajar, un par de horas solamente, pero fueron las mejores vacaciones de mi vida. No estaba en mi mejor momento. Estábamos entrando en el otoño y muchos dicen que eso no ayuda; nunca lo entendí hasta que me ocurrió a mí. Suele pasar. Me sentía solo en el universo, tenía el corazón roto, el alma hecha pedazos, era un puzzle de dos mil quinientas piezas del que había perdido casi dos mil. No me apetecía leer, ni tampoco escribir. Pero tampoco estaba lleno de ira, ni tenía ganas de matar y destruir. Era una especie de tedio moderno, viral, internáutico tal vez. Salí a la calle porque necesitaba comprar no sé qué y me puse a andar. Mi mente estaba en medio de un océano, como un náufrago desesperado o tranquilo, no lo sé seguro, la verdad, que ha decidido hacerse el muerto y se deja llevar por el oleaje. Caminaba sin rumbo y cuando mi mente salió volando de ese océano, me vi en el parque entrando en una zona de puestos callejeros que tenía un cartel en la entrada que decía "Mercado de las oportunidades". Todavía no había mucha gente pero, poco a poco, se estaba llenando. Había colas en puestos de lectura de tarot, de magos cósmicos, brujas con bola de cristal, psicoanalistas kármicos y otras cosas estrafalarias que he olvidado. En uno de los puestos había una persona sentada enfrente de otra silla vacía con un cartel que ponía 'Se comparten silencios'. No había nadie haciendo cola. Poco a poco me fui acercando. Su rostro no llamaba la atención pero, no sé por qué, me atraía. Mis piernas me llevaban hacia allí sin ser yo muy consciente de nada. Me senté en la silla y, al poco rato, de compartir silencio, por lo menos eso creo yo, empecé a sentirme mejor. Luego comencé a llorar, sin decir nada. Cuando terminé, me ofreció un pañuelo. Me limpié y se lo devolví. Me abrazó unos minutos y mi vida se recompuso. Su abrazo, su silencio compartido, me reinició en la vida, en el mundo, en mí mismo.
Eviterno
Concepto que muchas personas no entenderán. Qué curioso, tal vez sean las mismas personas que les parece correcto decir eterno o siempre o nunca. No voy a explicar el concepto, pero mi amor es eviterno. Suena un poco a habitar en el infierno, pero no se trata de eso, aunque muchas veces el amor tiene vaivenes, altibajos, vientos heladores y vientos cálidos. Pero la vida, e incluso también la felicidad, son así. Por eso, antes de hablar de eviterno, deberíamos aclarar otros conceptos que no tenemos claros. Discutir con la persona amada es lo mas pertinente y adecuado porque ¿para qué voy a discutir con un imbécil o con alguien que no quiero a mi lado? La felicidad no es una sonrisa constante, ni un positivismo artificial, ni un optimismo interminable. Algunos dicen que es la ausencia de inconvenientes, tampoco estoy muy de acuerdo, pues, tarde o temprano, siempre hay algún inconveniente, entonces no podría haber felicidad nunca. Otros dicen que no es un lugar sino el camino, la actitud que uno tiene ante todo hecho en la vida; esta definición me seduce más pero voy a dejar de irme por las ramas. Mi amor hacia ti es eviterno. Lo sé, estoy seguro. Lo supe al comprender que el amor es más fuerte que la muerte y, aunque nunca pudiera tenerte, te amaría, te amaré y te amo igual, pues no es un amor de entrepierna o de vientre sino un amor de verdad, un amor de mayor capacidad, que todo lo abarca, sufre y soporta, pues sabe que lo que verdaderamente importa es tu alegría y tu felicidad. Eviterno amor nadie más te lo va a dar.
domingo, 22 de septiembre de 2024
Viendo lo invisible
Ocurrió un día cualquiera, mientras no hacía ninguna actividad concreta. Podría estar en Babia o pensando en las Batuecas. Mi mente, relajada, aposentada en el filo del horizonte, caminaba cual funambulista aturullado, que se para con un pie en el aire y, sin querer, debido al estrés o a un milagro de ir por casa, comienza a flotar sin darle la mayor importancia al asunto. Y comencé a ver donde antes nada había. Lo invisible empezó a tomar forma. Los pensamientos, los deseos, los anhelos, imaginaciones truculentas y maravillosas, las segundas intenciones; a veces, incluso las terceras, pues no hay dos sin tres. Mi primera intención fue revelar mi descubrimiento, pero, no sé por qué, me contuve. No me creerán, se reirán de mí; vamos, lo de siempre, dialogaba conmigo mismo. Y mantuve silencio. No voy a decir secreto pues mi rostro revelaba cierto potencial que los demás desconocían. Mi sonrisa me delata en cierto modo. Y cultivé mi nueva visión de lo invisible de la mejor manera posible. Mantenía la mirada con los otros, adivinaba sus intenciones, decía leer en sus ojos. Tal vez fuera cierto. Muy pocos son capaces de sostenerme la mirada cuando se percatan del conocimiento que estoy absorbiendo, cuando descubren que conozco sus secretos. Comprendo que resulta irritante sólo pensarlo. Muchos lo piensan y enseguida se autoengañan diciéndose que es imposible que pueda saber lo que sé, que sólo aparento saberlo. Les asiento con la cabeza entonces, pero saben todos que miento.
Tu presencia
Ilumina mi existencia. No me cansaré de repetirlo. Hable o no hable contigo, tu presencia es siempre palpable pues a mi corazón entraste, como un niño a un circo, con la mayor ilusión, imaginando un mundo nuevo, con esa pasión que el niño pone en el juego. Y ahí sigues. Jugando con mis pensamientos, trenzando sentimientos imposibles, haciendo que el amor crezca aunque no lo parezca, porque crece lento pero seguro, como lo hace siempre el amor puro. Tu presencia que estimula, me anima y me alegra la vida. Tu presencia es una auténtica maravilla. Y esos besos que lanzas al aire y tú crees que se pierden o se difuminan, llegan hasta mis mejillas y, los más lindos, en mis labios anidan y se recrean días y días. Tu presencia es tan auténtica que cuando abro los ojos la siento a mi vera. Y ya nada puede cambiar este amor ni tampoco tu hermosa y tierna presencia, que no tiene principio ni fin, pues es eterna.
sábado, 21 de septiembre de 2024
Lo más importante
Pienso en todo lo que me ocurre, en los seres queridos que se han ido, en la felicidad que he tenido, en el amor a pesar del dolor que conlleva, hago como un balance en mi vida. Es inevitable hacerlo a veces, incluso puede ser que lo hagas en una conversación con algún amigo. Y pienso en mi madre, y en mi hermana, en Néstor, mi amigo perro, y todos me parecen tan importantes que no sé qué decir cuando me preguntan qué es lo más importante. Y todas las personas y seres de mi vida que me han amado, que fueron lo más importante en su momento, parecen unirse en un coro para decirme que lo más importante es lo que ahora tengo delante, los amigos con los que comparto mi tiempo y mi vida, estén donde estén; lo más importante es el presente me susurra el pasado al oído y puede que el futuro pero cuando se haga presente. Lo más importante son las decisiones que tomo ahora, la vida que llevo, lo que estoy escribiendo en este mismo instante. Porque lo importante, como la vida, como nosotros, es cambiante. Todo es efímero, aunque quedan partículas maravillosas en el corazón, y el alma se ensancha con todo lo importante de nuestras vidas y los bellos recuerdos, pero lo más importante es ahora, eres tú, la felicidad compartida, la alegría de cada día.
El mejor regalo
El tiempo es el mejor regalo. Se nos da a cada uno sin saber cuánto va a ser. Parece que hay muchos factores que intervienen. Últimamente nos estamos obsesionando con el aprovechamiento del mismo, pero creo que nos confundimos. Aprovechar el tiempo no es estar en una constante actividad, por ejemplo, si eres artista, produciendo obras sin ton ni son. Considero más al arista como artista de la vida, en definitiva, del tiempo. Es un arte tener tiempo para descansar, meditar, dormir, soñar despierto, actividades aparentemente superfluas pero que son el motor y la energía del arte que vendrá después. El mejor regalo es el tiempo también cuando los amigos nos lo ceden, nos lo ofrecen, nos escuchan. La amistad es una muestra de confianza, pero tampoco hay que saberlo todo del otro porque entonces no nos haría falta la confianza. Cada vez que cooperamos, que compartimos, usamos el regalo del tiempo. Incluso amando el tiempo se eterniza, ese tiempo elástico que, durante el placer, pasa deprisa, y, en el dolor, muy despacio, o eso nos parece. El tiempo es el lienzo donde construimos la vida que vamos soñando. Imaginad un cuadro donde dais siempre la misma pincelada, la acostumbrada pincelada, la obsesión, el mismo color amargo que se revive a cada instante. Qué perdida de tiempo, qué derroche, qué no vida. ¿Dónde está el arte en esta monotonía? Y el regalo del tiempo se pierde. Ahora mirad al horizonte y dad una vuelta observando el paisaje. Los sentimientos, el cuerpo, el espíritu, los pensamientos y alguna cosa más son los pinceles del cuadro de nuestra vida. Los colores se generan con nuestros actos y el amor va captando las tonalidades, descubriendo la hermosura incluso en los grises más abyectos gracias al regalo el tiempo.
La casualidad
Sumido en la intranquilidad de la vida estaba. Después de un día duro de trabajo, ya en casa, pensando en mis problemas, en los de mis amigos, en mis pequeñas o grandes rencillas. Sin hallar solución pero intentándolo todo. Y, como siempre, preguntándome los porqués de las cosas que me ocurrían y no entendía. Como digo, ya en casa, intentaba distraerme con lo que más me gusta: la lectura y la escritura. Buscando cualquier tema con el que poder disertar un poco, la chispa que me lanza hacia el bolígrafo o las teclas. Y de pronto leí porfía, acción de porfiar, decía el diccionario. Y seguí buscando. Me encanta indagar en las palabras, son como la filosofía, dan respuestas cuando menos te lo esperas, te incitan a una revolución o a crear un mundo, y también, como no, al auto conocimiento, pues cuantas más palabras sepas mejor podrás expresarte, entenderte, conocerte, amarte, en fin, todo. Y busqué porfiar. La riqueza de nuestro idioma es maravillosa, y este verbo tiene varios significados. La luz vino con el segundo. Pero fui por orden. Al leer el primero me vi reflejado, discutir obstinadamente y con tenacidad. Ahora me contengo un poco más, hay que saber con quién se discute, no se puede hacer con todo el mundo. Y con el segundo significado vi la luz a un pequeño problema que estaba teniendo últimamente y no entendía muy bien. Importunar repetidamente con el fin de conseguir un propósito. Equilicuá, dije en un susurro que se me escapó en media de una sonrisa de placer y victoria al comprender lo que hasta ahora no entendía. Importunar repetidamente con el fin de conseguir un propósito. Así que de eso se trataba. Madre mía como está el patio y yo con estos pelos. Seguí leyendo un rato.
La zozobra
Hay diferentes tipos de zozobra. La mía es sigilosa, de vez en cuando le da un ramalazo, surge de las profundidades y, con un ataque repentino, como la rabieta de un niño mimado, mancha todo lo que toca y la inquietud, como la crema hidratante perfecta, penetra en todos los poros de la vida, y ya nada vuelve a ser lo mismo. La zozobra es como una depresión pero en la cresta de la ola en la tormenta del siglo. Cuando crees que estás en una calma chicha y ya casi la has olvidado, resurge como el ave fénix de los cojones, como el mosquito que dabas por muerto pero acabará picándote. Mi zozobra la alimenta el destino, ese destino ajeno que busca implicarte a toda costa pero solo en el sufrimiento. Cuando hay dicha desaparece el destino ajeno, la dicha es de su propiedad, entonces ya no le interesas, solo quiere inquietarte en el sufrir. En la vida hay personas que ponen cebos, amores y amistades de chichinabo que terminarán siendo el motor principal de la zozobra. Pero a todo se acostumbra uno, resiliencia la llaman, y la ensalzan. Pero igual que te acostumbras pierdes la costumbre. Aunque tal vez cueste un poco más desacostumbrarse, la resiliencia se puede ir al carajo cuando estoy inmerso en una revolución que, como diría aquel, de la misma soy el ajo, y el amor que contengo me transforma convirtiendo la norma en la excepción y la zozobra se apaga y aquí no ha pasado nada.
viernes, 20 de septiembre de 2024
Energía misteriosa
A veces me aborda una agitación interior y aparece una energía misteriosa que me diferencia del resto. De vez en cuando veo el brillo de esa energía asomarse por el iris de otra persona y en mi semblante el arrebol se asoma, la sonrisa que celebra se crea en mi boca, no se trata de un alma gemela sino de otra con energía misteriosa. Es como cuando dos manos que va a unir el amor, de repente, se rozan. Surgen chispas, se genera un calor que altera la palpitación, la respiración se acelera, cambia la vida entera, y todo es para mejor. La energía misteriosa fluye de muchas maneras, hay que estar atentos y bailar con ella. No se trata de dominarla o de dejarse llevar, es un baile acompasado y fructífero, maravilloso y placentero, un baile que nos descubre el sentido de nuestras vidas, que nos inclina al amor, que nos incita a la vida, a cumplir la imposibilidad que, hasta hace poco, nos estaba prohibida. A alcanzar la ilusión, a soñar despiertos, a plantar un huerto, a sonreír contentos en un baño en el río con un amigo. A pintar un cuadro con tinta invisible en el hueco de tu ombligo y escribir un poema con besos en tu pecho mientras recorremos el camino de nuestro sueño despiertos compartiendo la energía misteriosa en cada cosa que hacemos.
La muerte es mentira
Es el descubrimiento del día. Pero ojo, hay que tener cuidado, porque hay vida sin vida. ¿Y cómo es eso? Las vidas que no se desarrollan, las vidas sufridas, las que no evolucionan ni cambian, las que se limitan a ser parte del sistema aniquilador y corrupto que nos envuelve. Y también las vidas que transcurren con el miedo a la muerte, sea real, soterrado, negligente o inconsciente. La muerte es mentira, repito. Y lo sé de buena tinta. Hablo con muertos todos los días. Supuestos muertos. Y no hablo solo yo, porque me contestan, adivinan mis intenciones, me ríen las gracias, solucionan mis problemas, confrontamos ideas, intercambiamos opiniones. Todo es principio sin fin y, sabiendo esto, que la muerte sea mentira ya no parece tan absurdo. Y una cosas más, si todo es principio sin fin y el amor es más fuerte que la muerte, no sé a qué estamos esperando para estar alegres. Hay tanto trabajo por hacer. Tenemos amigos a los que amar, un mundo que estrenar, MundoPoema, una revolución que seguir, la revolución del amor, un sentido que vivir, el sentido de ser artistas de la vida y, para ello, no hace falta pintar o escribir, se puede ser artista de la vida solo viviendo y amando. El artista que pasea y conversa, el artista que escucha, el artista del abrazo o del beso o, tal vez, el artista de todo eso y más. Aprovechad el momento y el conocimiento y, si la muerte es mentira, tenemos mucho tiempo.
La mutación
En cada uno de nosotros se está operando una transformación sin igual. Por eso es tan importante el auto conocimiento, para dirigir esos pequeños cambios que harán que la mutación sea maravillosa. El amor, la amistad, el día a día, todo influye y, aunque parezca que avanzamos muy despacio, la transformación crece a pasos agigantados. Fijémonos en lo invisible y haremos posible lo imposible. Tened fe en estas palabras de un revolucionario del amor que ha sido capaz de construir un mundo con inestimable ayuda para tener una vida mejor. Siempre hemos buscado un sentido a la vida cuando lo teníamos delante de las narices y está en nuestra mano conseguirlo gracias al amor que sanará nuestros cuerpos, liberará nuestras mentes y, con la cooperación necesaria, conseguiremos tener la vida deseada. Mi corazón se esta expandiendo, el autoconocimiento crece a diario, el amor a mis amigos evoluciona de la mejor manera posible, mis textos cobran vida y un mundo sale de la nada, MundoPoema, para regocijarnos el alma. Soy aquel al que siempre has buscado y no conseguías encontrar. Ahora he mutado para que me encuentres y, juntos, hallar la felicidad.
Actuar
Para ser hay que nacer. Y si naces eres y puedes actuar. Y al actuar hay esperanza. Pero, curiosamente, uno actúa porque primero tiene esperanza. Hay algo que nos lleva a la acción, y es la esperanza de conseguir algo. En todos los aspectos de la vida ocurre lo mismo. Pero entre medio de todo esto está la sociedad y el autoengaño. La gente que se deprime y dice que no puede cuando lleva años pudiendo. Personas que dicen no creer o no tener esperanza pero todos los días esperan algo. Somos seres contradictorios engañados por un yo ideal, manipulados por los medios y las grandes empresas y corporaciones, automanipulados también, explotados por nosotros mismos en un mundo neoliberal, incluso en nuestros actos creativos. Necesitamos consumir, o eso creemos, para crear. Nos autoengañamos diciendo que somos libres cuando nosotros mismos nos hemos encadenado a una rutina que nos aniquila y nos pervierte y que nos convence de que el cambio es imposible. Pero aparece alguien que nos ofrece un vaso de un coctel nuevo, de autoconocimiento, de amor, de conocimiento íntimo y profundo, de milagro en la palma de nuestra mano y le hacemos caso. Y descubrimos quienes somos y actuamos. El amor genera la confianza desaparecida, la esperanza se materializa. Hemos de transformanos en los visionarios que sueñan despiertos y llevar a término nuestra revolución que nos salvará la vida.
jueves, 19 de septiembre de 2024
Atravesando la grieta
Estaba lleno de amor pero a la gente parecía importarle un huevo. Me daba igual. A la gente le importaba el fútbol, la tele o el informativo de la tres y yo me cagaba en todo eso. Así que, más o menos, estábamos empatados. Salí a la calle. La imagen era desoladora. Personas andando mientras estaban abducidas por pequeñas pantallas o hablando solas con dos pinganillos blancos en las orejas. Un paisaje publicitario de fondo con una bruma contaminante que nos pasaba desapercibida a pesar de que podías ingerirla a cucharadas de lo espesa que estaba. Incluso vendían colorantes y saborizantes para echárselos encima y que pareciese un postre o un tentempié de la época. Semejante mierda era la sociedad moderna, el progreso que nos vendían desde pequeños. Seguía lleno de amor, cosa que me maravillaba visto el panorama. Siempre he sido bastante raro, aunque ahora lo más apropiado sería decir normal, pues es lo que escasea, porque raro es todo quisqui. Me paré y observé a mi alrededor. No me gustaba. Así que busqué una grieta. La ensanché con mis manos, lo justo para colarme dentro. Entré y la grieta se cerró tras de mí. La tranquilidad me invadió ipso facto. Atravesar mundos era una de mis habilidades favoritas. Si no había una grieta me la inventaba y siempre me daba resultado. Nuestro mundo había pasado de soporífero a insoportable aunque a todos parecía, más o menos, gustarle. Menos a mí, claro. Aquí sólo, con papel y bolígrafo, construía un mundo nuevo. Y como estaba lleno de amor, era el mejor de los mundos.
Cosas que pasan
A veces teniéndolo todo uno está triste. Tienes trabajo, ganas más dinero que nunca, tus amigos son buenos y felices, pero tú no te encuentras a gusto. Esta normalidad tan buena te asusta. No puedes quejarte de nada, tienes una vida sana y alegre, la gente te quiere, pero siempre parece que algo te falta. Piensas en que ese afán de superación tuyo no tenga límite y te esté jugando una mala pasada. Puede que ciertas sustancias del pasado hayan decidido explotar en tu interior justo en el mejor momento de tu vida. Otras veces luchas desaforadamente contra el mundo. Todo te parece mal, el sistema, la sociedad, el capital. En una transfusión te metieron la lucha de clases en vena, crees que es lo mejor que te podía pasar, pero a veces es la mayor condena; nadie te entiende, el individualismo impera y tú, querido mío, pareces fuera de la estratosfera. Y otro caso más. Esas veces que uno está fatal, todo sale mal, las relaciones se rompen, te echan del trabajo, te tropiezas y te abres la cabeza, pero sigues sonriendo, nada te altera. Tu pareja te deja, pero sigues queriéndole y le sonríes cuando te lo encuentras. Nadie te entiende, te apodan señor calamidad y a ti te parece fenomenal. El amor está en tus venas a pesar de que todo te salga mal. Sueltas una carcajada y te vas a pasear.
Faquir de los sentimientos
Tengo una tabla donde me tumbo y se me clavan todas tus mentiras. Me amas y no quieres estar conmigo. Otros quieren estar conmigo y no me aman. Los sufrimientos del faquir del amor son intensos y permanentes. Absorbo dolor ajeno y, a través de la empatía, lo transformo en alegría pero pierdo muchas energías. Me trago cristales de una mala comunicación, esas palabras que no querías decir pero que me escupiste a la cara y se clavaron como espinas de hielo y quedé petrificado. Cuando desperté me regalaron múltiples aplausos en el circo de la vida donde amaba y sufría cada día. Mastiqué cuchillos de promesas incumplidas, escupí fuego de falsas amistades, escuché el dolor ajeno, el de verdad y el inventado, el ocurrido inevitablemente y el sufrimiento evitable. Y descubrí que el amor no me iba a evitar el dolor pero me haría sentir mejor, que discutiría con la persona amada porque es inevitable cuando una persona te importa, y que el amor no se iba a terminar aunque se cerrara como una ostra, aunque retirara parte de confianza, y me revolqué por las brasas de los desplantes y las malas decisiones y, a pesar de todo, el amor seguía adelante, imperturbable, invencible ante los designios del destino. Puede que algo o alguien acabe conmigo, pero jamás con el amor que vivo.
miércoles, 18 de septiembre de 2024
Como una pulga
Lo que creí imposible dejó de serlo. Lo que parecía evidente, lo dicho, lo afirmado, no era nada cierto. ¿Cómo permanecer en un mundo que abofetea mi entendimiento? ¿Dónde estaban los argumentos para que me estuvieras mintiendo? El amor soñado se ha difuminado y el amor estancado ha renacido como en un cuento. Dicen que el amor es una lotería, te toca y te da mucha alegría o puede echar a perder tu vida. Yo lo veo más como una pulga o un canguro, va dando saltos, y donde parecía que estaba seguro ya no hay nada y donde no había nada se ha creado un mundo. El amor es el viento del sentimiento, zarandea tu cuerpo, con el corazón dibuja el arrebol en tus mejillas y, de un soplido, te quita hasta las patillas. Viene y va como un péndulo pero con una constancia distinta. No puedo quejarme del amor, en todo caso de quien lo practica, de quien lo simula y disimula, de quien lo estimula y se esconde. El amor es la mirada que te habla, las palabras que no dices porque ya están muy gastadas, y los hechos, hermano, los hechos, ahí está el amor, en los hechos y dentro del pecho, palpitando, haciendo que la ilusión camine con un corazón que se está dando. La esperanza que sonríe y tú que me sigues mirando.
¿Por qué no hago lo que sé que me beneficia?
Sin darnos cuenta, va pasando el tiempo, y siempre respondemos de la misma forma ante situaciones conflictivas, emocionales, etc. Hemos adquirido un formato de respuesta erróneo y no sabemos salir de ahí, por eso siempre tenemos los mismos problemas. Actuamos ante los sentimientos como si fueran una adicción que nos domina, y tenemos problemas en el amor o haciendo amigos. Es como cuando respondemos algo de forma mecánica y, a los pocos segundos, nos preguntamos a nosotros mismos por qué hemos dicho lo que hemos dicho. Porque ya ni siquiera pensamos en lo que decimos. Por lo menos no antes de decirlo. Lo pensamos después, al ver las horribles consecuencias, pero ya no hay nada que hacer entonces. Hacemos el mal que no queremos y nos olvidamos del bien que sí queríamos hacer, pero que se queda en agua de borrajas, en intención que nunca llega a término. Y al no hacer lo que me beneficia me decepciono a mí mismo. El mal es ignorancia por eso necesitamos conocernos a nosotros mismos. Olvidarnos del sufrimiento evitable, desenmascarar los relatos falsos internos, deshacernos de lo que no somos. La falsa creencia de que no podemos cambiar por la edad, porque siempre hemos hecho lo mismo, de victimizarnos constantemente para acabar auto castigándonos y sufrir el doble. Por eso debemos observarnos, conocernos, amarnos a nosotros mismos, descubrir los patrones erróneos que siempre repetimos y cambiarlos para beneficio propio.
Se acabó el cuerpo
Ahora sólo habrá espíritu. Se acabó el mero hacer cuasi mecánico para dar paso a la ensoñación espiritual que se mezcla en el ambiente como una bruma de pensamientos, sentimiento y placer invisible y auténtico. Se acabó el cuerpo, el erotismo carnal del siempre lo mismo, donde las palabras pierden su valor ante la chicha desnuda que perturba, aletarga y embota. El amor y el placer corporal parece ser que no querían unirse. En mi caso estaban reñidos, cada uno por su lado; si estaba uno, no estaba el otro. No cabe duda que uno se lo pasa bien con el cuerpo, pero sin amor acaba cansando. El espíritu es más ligero, se transporta fácilmente y, en poco tiempo, recorre el mundo entero. Anima a la imaginación pues cada uno genera su propia ilusión. es como leer un libro, donde el lector pone cara a los personajes, pinta los paisajes y el mismo libro es diferente en cada cabeza. No todos leen lo mismo, ni ven lo mismo, cada uno con su propio mecanismo, pero para el espíritu se acabaron los mecanicismos. Sin cuerpo, sin miedo. La libertad se hace más grande y el amor verdadero. Se acabó el cuerpo y me deslizo a un mundo nuevo donde fluyen los espíritus entremezclados con los versos.
La carta
Comienzo a escribir con ilusión la carta a un amigo de lejanas tierras. Él, a su vez, está escribiendo otra, así que nos mandaremos la primera carta ambos, más o menos, a la vez. Habrá dos comienzos en la relación por misivas. Dos cartas que abrirán la conversación desde ambos flancos, sin ser contestación una de otra. Dos principios, uno en cada continente. Una línea que se irá uniendo, una conexión que ya existe y crece. Siempre me ha maravillado la relación por carta. La ilusión de rebirla, los sellos estampados en el sobre, el olor, la lectura tranquila y siempre placentera, es un auténtico ritual que no habría que perder. Los correos electrónicos lo han jodido bastante, pero yo me inclino por este sistema de comunicación de antes, por la alegría que da, la ilusión que conlleva, el tiempo que tarda en llegar, huyendo de las prisas del sistema de todo ya, cuanto antes mejor, perdiendo los momentos de observación y de pensamiento, la calma de la meditación, los momentos de ilusionarse y recrearse con la imaginación. Por fin he conseguido un amigo que acceda a mantener contacto por carta y que también escriba y no se dedique a recibir las mías sin contestar. Es un amigo maravilloso que, me ha asegurado, intentará plasmar los cincos sentidos en la carta que me está escribiendo y pronto me mandará. Estoy contento sólo de pensarlo.
El infiltrado
Se ha descubierto un infiltrado en MundoPoema. Han saltado las alarmas al ver las flores marchitándose producto de los vapores que desprende el infiltrado del sistema. Quieren eliminar un mundo nuevo de amor y alegría, pero MundoPoema está ya casi terminado y protegido por los hados que han puesto en vereda al infiltrado. Las flores ya han recuperado su vida y su alegría, todo vuelve a estar en sintonía, el arte natural y la poesía, y el amor, nuestro pan de cada día. Hay una ley superior que domina en este nuevo mundo donde el bien común es preferible al propio, más profundo. Arraiga en las almas del amor, en los espíritus meditabundos. MundoPoema se merece lo mejor. No se construye un nuevo mundo para corromperlo al segundo. MundoPoema es el futuro donde el miedo es el pan duro que se muele y pulveriza y destruye todos los males que hechizan porque no tienen cabida en este nuestro nuevo mundo. Contenido el infiltrado ha sido expulsado de vuelta a su mundo y arrojado a su sistema profundo. Tuvo su oportunidad de abrazar el amor y quedarse en MundoPoema, pero prefirió idolatrar al sistema. Y ahora los amantes de este mundo seguimos con nuestro rumbo, el amor es nuestro lema por eso habitamos MundoPoema.
martes, 17 de septiembre de 2024
El eco de la impermanencia
Todo comenzó puede ser un buen comienzo, pero no es cierto, porque nunca comienza todo. Tal vez sería mejor decir el asunto comenzó así o sin darme cuenta me di cuenta de que te amaba. Tal vez esto último sea un poco contradictorio pero se acerque más a la realidad. ¿Cuándo percibimos el amor? Yo diría que el amor está en la primera mirada y luego vamos buscando insconscientemente más datos para corroborarlo. Puede que el amor llegue más tarde o que lo que llegue más tarde sea nuestro apercibimiento. Pero el amor, como todo, no es permanente. Incluso este texto va cambiando. Ya ha sufrido varios retoques y correcciones y, además, llevo varias líneas escritas y el principio aún no está claro. El amor no comienza, está siempre y, a veces, nos salpica. No entiendo a las personas que me dicen que no les ame. Yo no elijo a quién amar, es el propio amor quien lo hace. Podemos elegir con quién estar pero no a quien amar. El amor es el arte mayor que te zarandea como un oleaje furioso, te perturba, te duele, te hace feliz, te hace cosquillas desde dentro, en la distancia y con el viento. Eso es, todo comenzó con el viento. Ese podría ser un buen comienzo. El susurro del viento me trajo tu nombre, tu olor, el brillo de tu mirada puso tu calor en mi corazón y ahora mi cuerpo arde de pasión. Mis sueños se llenan de ti y yo con ellos. Ya no soy el que era, soy una fuerza desbocada, una energía desatada, soy libre porque así lo ha querido el amor que me embarga. Porque la única libertad que existe es amar. Exacto. Así comenzó, así comencé, siendo libre, amándote.
El fin del fin
Cuando termine el fin ya sólo qudarán comienzos. El fin del fin será el último fin. Estad atentos. O no. Pero pensad que después estaréis siempre comenzando o continuando lo empezado que nunca terminará. ¿Vale la pena el fin del fin? Si fuera un delfín llamado Fin lo valdría sin duda. Porque veríamos a Fin nadar, chapoterar, Fin dando saltos, Fin cantando, emitiendo sus chasquidos, chirridos y sus ecos. Por fin Fin contento de vernos. El delfín Fin que no el fin del fin. Demasiados fines para un cuento. El fin del fin sería un cuento sin fin donde el protagonista sería el delfín Fin. Estoy alucinando con tanto fin, efectos psicoactivos emergen de las profundidades de tanto fin. En navidad ya no cantaré fun fun fun sino fin fin fin. Pero entonces no será el fin del fin sino el imperio del fin, o el imperio del delfín Fin, con nuestro delfín como emperador. No sé si todavía alguien me está siguiendo, pero no sería prudente volver a comenzar después de tanto fin, así que haré lo propio, lo lógico, como erróneamente dirían algunos, lo pertinente, que sería lo más apropiado y acertado, que no es otra cosa que poner fin a tanto fin y finiquitar el asunto del fin y del delfín Fin.
La oportunidad perdida
Dicen que la cosa más triste de la vida es una oportunidad perdida. No lo tengo muy claro. Solo puedo decir que cuando pierdo una oportunidad que realmente valía la pena, más adelante, con el paso del tiempo, comienzan a surgir en mí los si hubiera. Porque esa oportunidad perdida valiosa contagia a todas las demás decisiones. Y ya no aceptamos errores. Todo se transforma en los maditos si hubiera: si hubiera hecho esto, si hubiera dicho eso otro, si me hubiera ido, si no lo hubiera hecho. Y después de los si hubiera vienen los ahora estaría de otra manera. Es como un pequeño taladro mental con dos puntas que te dejan la cabeza como un queso gruyer, una piedra pómez o una esponja muy porosa y desgastada. Y uno tarda bastante en recuperarse después de una oportunidad perdida. Seguro que hay muchas oportunidades perdidas fantásticas que nos pasan desapercibidas, pero esas no cuentan, esas se van a mundos paralelos donde terminan realizándose. Las jodidas son las que uno sabe que son buenas oportunidades y que se han perdido por pura negligencia, apatía, vagancia o procrastinación del demonio. Encuentros, viajes, personas a las que no tendremos oportunidad de ver nunca más pero todavía no lo sabemos, solo sabemos que perdimos la oportunidad, pero aún no sabemos que fue la única. Pero también hay oportunidades perdidas que son un alivio enorme donde el destino, el error o lo que sea nos han hecho un gran favor. Son las dos caras de la moneda de la vida y de su toma de decisiones.
lunes, 16 de septiembre de 2024
El ectoplasma
Había entrado en una etapa tediosa de mi vida en donde todo me aburría. Lo habían probado todo conmigo: corrientes electro estáticas, bailarinas de la danza del vientre hipoestática, lectura cimbreante de una biblia invertida... Nada dió resultado. Hasta que en un día, en una cena entre amigos, nuestro amigo medio psicólogo y médium entero, Segismundo, habló de los ectoplasmas. Algo se removió dentro de mí. Salí del letargo y comencé a prestarle atención a la persona a la que jamás se la había prestado ni que jamás creí que lo haría. Pero ahí estaba, escuchando atentamente a Segismundo. Siempre me pareció un charlatán, pero sus relatos de ectoplasmas me cautivaron. Todos reían alegremente en la cena, no sé si de las palabras de Segismundo o de mi atención plena. Llegamos a los postres y Segismundo seguía hablando incluso con la boca llena. No entendía absolutamente nada y me escupió varias veces, pero seguí cediéndole mi atención y mi rostro para que escupiera. No sé por qué me acordé de Raffaela Carra en un programa de la tele diciendo su famoso 'dime tu si fuera'. Su fueron todos, se acabó la cena; creo que no fue en ese orden, pero valió la pena. Tuve un sueño intranquilo, agitado, sudé la noche entera. A la mañana siguiente, después de una ducha fría y caliente, me lavé los dientes y leí el periódico. Anuncios clasificados: ectoplasma independiente y cachondo busca cuerpo solícito y cimbreante para una noche apasionante. Llamé antes de terminar de leer. Concerté una cita con la materia viva. Jamás creí que pudiera pasar que no me diera tiempo a hablar y fuera la mejor noche de mi vida. Una boda ectoplasmática está a la vuelta de la esquina.
Elegante desnudez
Que embriaga mis sentidos. Potente y dulce mirada que me absorbe y acaricia y me lleva a todos los rincones del cuerpo más querido. De súbito estoy en el centro del universo hermoso, tu ombligo. Me deslizo por tus poros mientras una brisa de cariño ondea ligeramente todos tus pelos que saludan con amor al rozar mis dedos. Asciendo hasta tu pecho buscando la fuente de tus pezones para que calmen la sed de mi deseo. Qué ingenuo pensar que tan rico manjar me podría calmar. Busco tu cuello para que mis labios firmen y enciendan la pasión del momento. Meso tu barba y recorro tus labios con un dedo que luego lamo con esmero para saborear la ambrosía de tus palabras, la esencia que dejaron en ellos. Mis labios piensan ahora por sí mismos y hacia los tuyos se dirigen creando el final del cuento eterno en forma de beso. Cantan nuestras respiraciones y hacen coros los gemidos, y nuestros cuerpos unidos se descubren como dos ñiños en un juego atrevido. Tu piel sonríe a mi tacto, mi pecho se frota con el tuyo y chispas de amor se intercambian saludos. Tu elegante desnudez contagia a mi cuerpo lo más puro y nuestros dos cuerpos ahora son solo uno.
El demiurgo conversa
El demiurgo llamó a mi puerta. Tenía una cara familiar, me dijo que quería conversar, que sólo serían unos minutos. Has construido un mundo así que vengo a hablarte como a un hermano, de igual a igual, que no es lo mismo. Solo quería advertirte de que tuvieras cuidado de a quien metes en tu mundo. Yo llené el mío de gente y lo estropearon todo. Así que te lo ruego, sé más cauteloso. Puede que incluso yo mismo termine en MundoPoema. ¿Has pensado en que tu mundo sea un mundo de demiurgos? No me hagas mucho caso, pero esa ha sido la ilusión de mi vida siempre. Bueno, tengo que dejarte ya, acuérdate de lo que te he dicho, te podría venir bien. Te lo agradezco. Se marchó por donde había venido pero con la cara relativamente descompuesta por la envidia. Sin duda veía futuro en MundoPoema y quería aportar su granito de arena para que no acabara como el suyo, como el mundo que yo estaba abandonando. Me asomé a la ventana y, desde la acera de enfrente, vi como se limpiaba las lágrimas el demiurgo. Levantó la cabeza y me saludó ostentosamente. Algo no cuadraba, pero era lo normal en un mundo que agonizaba.
domingo, 15 de septiembre de 2024
En este tiempo hostil
Propicio al odio, lleno de amor y sin novio, me dirijo a un mundo nuevo. Ahora me siento distinte, el conocimiento profundo me ha cambiado, el auto conocimiento está siendo fructífero, me valoro más y más me quiero, porque para amar al otro tengo que amarme a mí primero. En este tiempo hostil plagado de individualismo, intento cooperar como hacíamos de niños. Es difícil, lo sé, pero no desisto. Intento cooperar en el arte, en la vida, en el amor, en todas partes. A veces me desespero, pero enseguida vuelve la esperanza reforzada porque la esperanza más íntima nace de la desesperación más profunda y en este mundo ya no hay nada que me hunda pues llevo un salvavidas de amor que mi alma fecunda. Y aunque sea un tiempo hostil, los tiempos cambian, y después de momentos de agonía febril, aparece la alegría escanciada en todas las aguas que salpican mi vida. No hay duda que con el amor termine, ni desplante que pare a mi corazón, no hay acción ni reacción que frene el amor que ha decidido guarecerse en mi interior. Lo maravilloso me espera y pronto estará a mi vera, tal vez esta primavera, puede que antes, no sé, pero aquí sigo a la espera. No me importan las tormentas ni los rayos, ni tampoco las centellas, yo sigo aquí cobijando al amor que a ti te espera.
Hacia lo desconocido
Voy con alegría y grandes dosis de amor. Sé que hallaré dolor pero lo asumiré como siempre lo he hecho, con esperanza. Porque la esperanza no rechaza lo negativo ni la duda, sino que los asume a ambos. Ir hacia lo desconocido es, en definitiva, vivir. Nadie sabe qué va a pasar mañana. Si se acabará el amor, si comenzará, si será nuevo, por eso es tan importante vivir el presente con cierta intensidad y con esperanza. Porque lo que vendrá es, en parte, lo que hemos construido en el pasado y lo que hacemos en el presente. Las cosas no cambian solas, requieren un cambio de actitud, de costumbres, voluntad, constancia, y todo eso no aparece de un día para otro. Hacia lo desconocido me dirijo con amor porque es lo mejor que puedo hacer, la mejor opción que tengo. Seguir haciéndome preguntas, acompañado de mis queridas dudas, del tiempo que me hace viejo aún sintiéndome yo joven, a veces, incluso niño. Y lo que me espera no sé qué es, pero con esperanza lo espero y con amor en mi puchero, en mi regazo, entre mis brazos, en el corazón, en el mundo entero que construyo, MundoPoema, el mundo que más quiero.
Las enseñanzas del dolor
Cuando hablas con algunas personas que no quieren sentir dolor, no quieren mostrarlo, son las mismas personas que acaban sufriendo más. Porque el dolor en la vida es inevitable, es inherente a ella; lo que es evitable es cierto sufrimiento extra que generamos nosotros porque queremos. El dolor es para sufrirlo en el momento, no para recordarlo eternamente. Cuando somos niños descubrimos que si corremos alocadamente podemos caernos y hacernos daño. Cuando nos caemos sentimos dolor y aprendemos que debemos correr con más cuidado y prestar más atención. Nos hicimos una herida en la rodilla a los cinco años y se curó a los pocos días, pero no estamos toda la vida recordando cómo nos dolió y lo mal que lo pasamos, día tras día recordando lo mismo, porque ese es sufrimiento evitable del que debemos huir. Lo que recuerdo del día que me caí es que me lo estaba pasando muy bien jugando y que, después de darme unos puntos para cerrar la herida, me regalaron una gran bolsa de caramelos. Ese dolor pasado es un recuerdo alegre ahora en el presente y si no puedo hacer que así sea, pues no lo tengo ni como recuerdo. Y con el dolor en los sentimientos ocurre lo mismo. Porque con el amor ocurre como con la vida: satisface, maravilla, da gozo pero también dolor. Porque las personas amadas tiene accidentes y mueren porque así es la vida y en nuestro recuerdo queda su amor y no su dolor. El dolor es un pequeño fuego que no hay que avivar con el tiempo porque se transforma en trastorno crónico. Para mitigar el dolor siempre es necesario más amor. Es la única cura posible.
sábado, 14 de septiembre de 2024
Seres contradictorios
Somos capaces de afirmar que todo nos hace daño y también que nada nos lastima. Tal vez sea la esencia del humano ser contradictorio. Amoldarse a la situación, acogerse a los pertinentes cambios que se nos piden para sobrevivir. ¿Pero quién quiere sobrevivir? Los esclavos. Y yo ya estoy cansado de ser un esclavo. No voy a formar parte del engranaje de un sistema que no me representa. Hice lo posible por cambiar el sistema y fracasé. Por eso ahora cambio de mundo y me marcho a MundoPoema donde la revolución del amor impera. Parece una ficción, suena a mucha inventiva, pero es la realidad de mi alegría. No voy a perder más el tiempo de mi vida en charlatanería vacua, en quedar bien, en aparentar algo que no soy porque no tengo que demostrar nada a nadie. Sólo he de conocerme, valorarme y amar. Y si a veces me contradigo solo es porque he adquirido nuevos conocimientos que me ayudan a construir argumentos más sólidos para mi mundo nuevo. Entonces no es realmente una contradicción si no un ligero cambio, de un ser que evoluciona, cambiante porque es mejor que antes, imbuido por un sentimiento que coopera, que elimina miedos y genera amor, que en el corazón alarga la primavera. Allí es donde está la vida verdadera.
La travesía
Mucho tiempo he pasado en isla monotonía. Cada día era el mismo que se repetía y, si recordaba uno, recordaba toda la vida. Mis sueños eran lo único diferente, lo único que me hacía salir de isla monotonía ligeramente. Pero también eran una trampa, pues además de soñarlos los imaginaba y con eso me contentaba, con ensoñaciones de madrugada, sueños etílicos que en pesadillas se transformaban. Pero un día dije que ya bastaba. Algo se coló en mi corazón, una fuerza inusitada y, de la nada, apareció la travesía ante mi mirada. Abrí una pequeña maleta, puse algo de ropa, unos escritos en una carpeta. En un petate guardé unos libros para el viaje, esos libros que siempre quise leer y que había comprado hace tiempo pero que nunca leía debido a mi triste monotonía. Cerré la maleta un poco apurado, temía ser engatusado por la costumbre de siempre y quedarme ahí parado. No había que perder tiempo, así que con determinación y algo apurado, agarré la maleta y el petate y me encaminé hacia la travesía de mi vida. Mi corazón palpitaba fuerte, con alegría, con esa futura alegría que encontraría en mi travesía.
Respiraba el aire de tu piel
Estaba tranquilo, sosegado, siendo mar en calma chicha, meditación en templo budista. Contemplando el horizonte infinito de mi corazón, pues aunque tenía los ojos abiertos, miraba hacia dentro, usando esa mirada reversible que me caracteriza. La música del silencio sonaba en mi cabeza, allegro ma non troppo, lo justo para generar el brillo de mis ojos. Varios poemas acudieron a mi vera, por ambos flancos, custodiando mi calma, vigilando esta paz que me invadía. Casi imperceptiblemente, mis labios se arquearon varias milésimas de milímetro, provocando lo que para una ameba sería un terremoto y para nosotros absolutamente nada. Pero la realidad era que una sonrisa placentera se creaba tan lentamente como una piedra va cambiando de forma a lo largo de los siglos, puliendo asperezas con el viento, el agua y los sonidos. La ventana estaba entreabierta y el frescor de las plantas recién regadas del vecino ascendía por el aire como la letra encaracolada de mi madre en un pergamino. Cayó el telón en mis ojos y volvió a ascender en pocos segundos; un lento parpadeo dió un toque intermitente a mi pensar profundo. Hoy parecía distinto, tranquilo, sosegado, meditabundo. Abriste los ojos y los dirigiste hacía mí como cuestionado qué hacía. Y sin abrir la boca te dije que respiraba el aire de tu piel.
La vida que puedo tener
No pienso en una vida llena de riquezas materiales porque sería absurdo querer lo que no tengo. Pienso en una vida dentro de mis limitaciones. Pero en el amor todo se hace maravilloso porque no hay ninguna limitación sino que todo es posible, incluso lo que parece imposible. No hay nada en el pasado que pueda obstruir la vida que yo pueda tener ahora, ningún dolor que haya sufrido podrá conmigo, al contario, me han hecho más fuerte y también más decidido. No voy a ocultar que quiero por eso me estoy construyendo un mundo entero, para que quepan mis amores, que son todos mis amigos, que son pocos y maravillosos, pero es mucho el amor que comparten conmigo. Así que es un mundo pleno donde sólo están los elegidos, no por mí, sino por el amor compartido. A la vida que puedo tener no le voy a poner trabas, le pongo una alfombra de flores sobre la que el amor me hace flotar hasta a MundoPoema llegar. La vida que puedo tener es muchas vidas pero yo voy a decidir que será la que me dé más alegría. Nadie va a parar mi corazón, ni siquiera frenarlo, porque mi corazón ama a diario, con intensidad y belleza, con la verdad más llena de pureza, con el amor como única fortaleza.
Desconfía de la gente
No lo pedí, pero me dieron un consejo. No lo acepté, pues soy ya perro viejo. Protege tu corazón, me dicen otros. Prefiero sentir dolor, pienso yo solo. Si desconfías de la gente nunca se llega a nada. Si proteges tu corazón se pierden oportunidades maravillosas. Hay personas que mienten, voluntariamente o no, eso no importa. A veces las relaciones crecen muy deprisa y se apagan muy deprisa, por el miedo o por la circunstancia que sea. Pasamos del yo te amo al ya me he cansado, es lo que tiene mentir con desparpajo. Por eso prefiero fiarme de la gente, porque aunque algunas personas mientan, también hay gente diferente, que no va deprisa, que siente amor lentamente, que demuestra con hechos y no solo con palabras todo el amor que siente y la alegría al verte. Internet no es diferente del mundo real, está compuesto de las mismas personas, incluso puede que en internet haya menos, no todo el mundo está conectado. Tener una personalidad diferente en cada sitio es ya una gran mentira. Por eso es bueno hablar, conocerse, saber de las personas queridas, porque, poco a poco, mientras se habla, aparecen las mentiras, las contradicciones. Es mucho más difícil sostener una mentira que una verdad, aunque también es cierto que es mucho más fácil decir una mentira que una verdad. Es más sencillo mentir por internet pero, con el tiempo, siempre se descubre. Mi corazón está abierto al amor y, a estas alturas de la vida, no voy a poner un cerrojo porque algunos me mientan y digan o hayan dicho que me aman o cualquier otra cosa y luego no la cumplan. Porque otras personas avanzan hacia mi corazón, hacia ese amor que contiene y, juntos, haremos que nuestra vida sea mejor.
viernes, 13 de septiembre de 2024
Cuando te dé el abrazo
Muchos abrazos dichos, escritos, pensados. Pero cuando llegue el día en que te dé el abrazo sentiré todo lo que he pensado al mandarte cada uno de los abrazos. Tendremos que aguantar un rato para que pueda asimilar todo lo que contiene tu abrazo: el cariño, el amor, la amistad, la ilusión, la esperanza, la vida, el futuro, la eternidad... Cuando te dé el abrazo temblará el mundo, repicarán las campanas de nuestros corazones, vibrarán todos nuestros poros, una melodía única sonará en nuestras cabezas con el ritmo de nuestro palpitar. Cuando te dé el abrazo se parará el tiempo o puede que deje de existir desde entonces, y las cosas bonitas ya sólo comiencen y nunca terminen. Una lluvia de besos invisibles caerá sobre nosotros. En mitad del abrazo sentiremos la felicidad en su máximo esplendor, flotaremos, seremos ambos la misma flor. Sentiremos como la revolución del amor valió la pena, habitaremos MundoPoema, seremos su sol. Cuando te dé el abrazo, el primer abrazo real, pleno, contacto sentido, me quedaré sin palabras pero te hablará mi corazón, tu respiración y la mía se mezclarán, tu olor entrelazado con el mío, generando uno nuevo y más vivo, la esencia de tu vida atravesando mi ombligo. Dos vidas sentidas y unidas en un abrazo. Cuando te dé el abrazo quién podrá terminarlo si no es con la intención de dar otro nuevo, de volver a sentir el mundo bailando, de quedarse a vivir en ese abrazo que sueño que sueño y vivo que vivo y siento que siento que ese abrazo contigo será mi gran momento.
Árboles y piedras
Fijaos en ellos. Tienen una belleza superlativa, pero disimulada, hay que fijarse bien. Lo mismo ocurre con algunas personas. A simple vista parecen normales, comunes, vulgares, uno más entre el montón. Pero siempre hay un rasgo diferencial, una llama oculta, una chispa que se asoma al exterior, un brillo en la mirada que incita al conocimiento profundo, que augura una amistad, un amor. Mirad los árboles y las piedras. Son naturales y maravillosos, como mis amigos. Los árboles y las piedras son mi país. Porque yo quiero un país natural, sin fronteras, que esté en todas partes. Viajar por todo el mundo y sentirme siempre en mi país, con mis amigos, mis piedras y mis árboles. Sentir que lo auténtico, lo primordial nadie puede acotarlo. Porque las piedras y los árboles hablan el mismo idioma entre sí, al igual que mis amigos y yo, que hablamos en el lenguaje del amor. Por eso construyo un mundo para todos mis amigos, MundoPoema, sin divisiones de países, sin fronteras, con una capital emblemática y placentera, Kariñópolis, nombre sugerido por un gran amigo al que pronto podré abrazar. Ya de niño soñaba con árboles y piedras. Con la conexión de los árboles a través de sus raíces, comunicándose, alimentándose bajo la tierra compartida. Y arriba, las piedras que cambian y no cambian, porque cambian tan despacio que parecen siempre las mismas. Piedras que acumulan recuerdos e imágenes de una extensa vida, que incitan a la meditación, que nos explican el valor del silencio y lo comparten con nosotros, con sus formas y colores. Y los árboles danzan para ellas junto a las flores. Hay una comunión sublime en todo ello. Por eso observo siempre atentamente a los árboles, piedras y futuros amigos. Para descubrir el amor y para descubrirme a mí mismo.
Para que estés alegre
A veces alguien aparece en tu vida. Otras veces ese alguien eres tú mismo que apareces en la vida de otro alguien. Empezaré diciendo que quiero a mis amigos, los amo. Sé que mi amor puede turbar a veces, los demás ven, imaginan, pero todo es más sencillo de lo que parece: el amor ama. No busco que la gente me ame también porque el amor no es un trueque. Yo puedo amar intensamente y, alguna vez, algún amigo se pone nervioso, siente que no sabe qué hacer, cómo responder, se siente responsable de algo que desconozco y que le nubla el pensamiento. Pero la responsabilidad está en todas partes. En uno mismo, tenemos que ser responsables de nosotros mismos. Yo soy responsable de lo que escribo, de mi obra, de mis acciones, de lo que digo, de la vida, del mundo que construyo a mi alrededor. Pero si estoy aquí, si he aparecido en tu camino y eres mi amigo, estoy para amarte y, sobre todo, para que estés alegre. Para verte feliz. Porque si eres mi amigo eres una persona maravillosa y te mereces lo mejor y, por supuesto, yo voy a contribuir para que encuentres la alegría, no hoy, sino cada día. Sin duda es una gran responsabilidad, pero es sólo mía. Porque el hecho de verte alegre, de verte sonreír, es el mejor regalo que para mí pueda existir.
jueves, 12 de septiembre de 2024
Dos amigos
Se apasionaron de sus formas en la distancia. Desearon tocar lo que no alcanzaban e imaginaron los sentidos. Un amor bidimensional y los dos amigos sumergidos. Después de un tiempo, un día, vino la tercera dimensión a unirse a la fiesta de los amigos. Todo parecía distinto en un principio. Sí, eran amigos. Hubo risas y también carcajadas. Hubo recuerdos de la vida pasada, de cómo se conocieron, de las vueltas que daba la vida. Se bañaron en un río, se rozaron en la cama, sus miradas se cruzaban, somos amigos pensaban al unísono, pero en el fondo se amaban. Se dieron un abrazo hermoso vestidos de elegante desnudez de amigos. Se quedaron a vivir un rato en ese abrazo deleitoso. No sé qué pasó, ellos tampoco, pero en ese abrazo se fundieron un poco. No había forma de separarse, y si la había nadie la buscaba. Estaban muy bien así, dos almas acompasadas, dos cuerpos en dulce roce, dos espíritus en puro goce. Dos amigos al fin unidos, tan felices, sin prisas, ombligo con ombligo, sonrisas compartidas y un beso que comienza y no termina. Lágrimas de alegría y el abrazo tampoco termina. Dos amigos que parecen un sólo cuerpo y el cuento se difumina.
El rastro brillante de la estrella
Apareció en tu mirada, lo vi en tus ojos. Tu sonrisa me lo susurro sin palabras. El rastro brillante de la estrella coincidía con el deseo amoroso que mi corazón había formulado. Todo encajaba. El arte del amor se había superado. Hay una estrella que nos guía en esta vida. Nosotros somos el futuro polvo de estrellas y nuestro amor iluminará a las generaciones futuras. Mi corazón se encendió al ver el rastro brillante en una persona distante y se puso a palpitar de forma trepidante. El amor es imparable, por mucho que se intente frenar sigue hacia adelante. No entiende de distancias ni de desplantes. El amor es el caminante brillante que accede a todos los recovecos en un instante. Y como decía el escritor Pedro Lemebel, no tengo amigos tengo amores. Y es en ellos donde pude encontrar el rastro del brillo estelar. Y ahí comenzó la revolución más apasionante de la historia, la revolución del amor. Y para tan insigne evento creé un mundo de cuento, un mundo de ensueño, MundoPoema. Y hay una conexión espeluznante entre todos los rastros brillantes. Es como una célula gigante, que se expande, se multiplica y, con cada amor, se hace más rica. Y ese brillo chiquitito, como una ameba difusa, se hace enorme con el amor y llega a ser un sol que no quema en el mundo maravilloso de MundoPoema.
Las imaginaciones
Qué son. Cuando imaginamos que estamos junto a otro cuerpo esa imaginación es deseo. Cuando imaginamos que a ese cuerpo le decimos te amo podría tratrse de un juego, pero si lo imaginamos repetidas veces es amor. Las imaginaciones no son una voluta de humo que se disipa cuando vuelvo a la rutina sino lo que deseo en lo más profundo de mi ser pero aún no lo tengo por eso lo imagino. Las imaginaciones que tenemos son lo que somos, ni más ni menos, lo que nos gustaría ser, lo que anhelamos, lo que amamos en secreto, pero, a veces, las cadenas que nos atan a lo real nos mantienen quietos. Sucumbimos a la atrocidad de no hacer posible lo imposible. Pero si supiéramos que lo imposible no existe y mucho menos se imagina. No puedo imaginar amar a una persona que conozco y que sea imposible. Muchos pensarán que sí, pero la imaginación reiterada no miente. Se trata de uno mismo que se va diciendo, sí, se puede, inténtalo. Cada vez imaginas más detalles, cada vez está todo más cerca, pero, por lo que sea, no te atreves. Y la vida no para; de momento. Yo una vez imaginé que tenía un perro; muchas veces. Le puse nombre. Le dí cariño y amor. Me imaginaba con él en el parque. Éramos felices. Y lo imaginé tanto, que todo ocurrió. Más de trece años pasé junto a él y fueron los mejores años de mi vida.
Encontrar y perder
Son dos verbos, dos acciones. A veces son voluntarias y otras no. A veces ocurren porque la vida nos regala encontrar a alguien o el destino nos priva de alguien. Pero otras veces ese encontrar y perder ocurre por decisiones propias. Puede que la vida nos regale un encuentro, un hallazgo, pero luego no sabemos responder, tal vez tomamos las decisiones equivocadas y esa personas que apareció en nuestra vida como un regalo desaparece por una mala decisión nuestra. Puede que no acabáramos de creérnoslo, de que nos superara su intensidad o lo que nosotros supusimos que era intensidad pero puede que sólo fuera interés o amor. Hay decisiones en la vida que lo cambian todo. La mayoría de veces no nos damos cuenta, seguimos en nuestra rutina diaria que nos acoge siempre, y no salimos de nuestro reducido mundo de siempre. A veces nos negamos al amor por una mala experiencia anterior. Puede que tomemos una decisión equivocada por un mal consejo que dimos por bueno. Y, cuando esto ocurre, no perdemos solo a una persona, perdemos toda una vida, una trayectoria que nunca se realizará, un amor, una alegría, un trozo de existencia que se esfuma y se queda en nada. Solo resquemor y arrepentimiento, más dudas para el futuro, más cerrojos al corazón. Y de la misma forma que encontramos también hemos de saber perder. No caben medias tintas, aquí no existen los ni para ti ni para mí. Por eso las decisiones se deben sopesar. Debemos preguntar a nuestro corazón, ser valientes. Decidir no hacer nada es una decisión. Escurrir el bulto es una decisión. Cometer el error de siempre es repetir siempre la misma decisión, la que nos hace llorar, arrepentirnos, sentir frustración, la decisión acostumbrada, pero, al fin y al cabo, la que hemos tomado porque hemos querido. Encontrar y perder es el camino y el destino lo elegimos con nuestras decisiones. No podemos echar la culpa a nadie más.
miércoles, 11 de septiembre de 2024
Estás tan cerca
Que creo que soñé contigo cuando viajaba en la placenta materna. Restos de ese sueño me han perseguido durante mi camino y, cuando vi tu rostro por primera vez, supe que ya te había conocido en otra dimensión. Tu cara me era familiar, tu sonrisa me inspiraba confianza, tu imagen era el espejo de mi alma. Estás tan cerca que si me pica me rasco tu cabeza, si me ducho es tu cuerpo húmedo el que mis manos frotan y limpian con cariño, que si siento vergüenza con mi desnudez es tu sexo el que hay debajo de mi ombligo y con mi mano tapo y, a lo lejos, oigo tus gemidos. Que digo a lo lejos, los oigo desde dentro, forman parte de la memoria de mis órganos, de mi sangre, de mi ADN, de los tuétanos ancestrales. Y ahora que ya te conozco sé que te conocí siempre, que lo que yo daba por imaginado era un recuerdo pasado. Te veo y conozco cada uno de tus poros porque los he habitado igual que tu corazón. Las palabras que pronuncias llevan mi saliva y la mano que me masturba tiene tu tacto a pesar de ser mía. Estás tan cerca que a veces creo ser tú que me haces compañía cuando solo estoy pensando en ti, en nuestra alegría.
Nadie necesita un gobierno si tienes cariño
Soñé con MundoPoema. Su capital, Cariñópolis, se había llenado de habitantes de muchos planetas. Todos iban desnudos y nadie sentía vergüenza. La gente sonreía, se abrazaba, recitaban en los parques, en las esquinas, en las plazas, dentro y fuera de sus casas. Mucha gente vivía en abrazos, eran los más afortunados. Se intercambiaban poemas y abrazos, se daban besos versificados. La gente se leía con caricias, incluso había bibliotecas de caricias donde los cuerpos desnudos estaban tumbados mientras manos expertas los leían. Se avecinaba tormenta y una nube de sombras llegó a Cariñópolis. Las sombras tomaron forma humana y eran muy extrañas, iban todas vestidas y estaban escandalizadas. Se oían voces de desaprobación, ¿pero qué es este caos? Cuánto desorden. Hay que poner orden, este infierno necesita un gobierno. Los habitantes de Cariñópolis se quedaron boquiabiertos y, por unos instantes, interrumpieron su lectura de caricias, pusieron en pie sus cuerpos desnudos y todos al unísono, sin previo aviso, gritaron a los extraños seres vestidos: ¡Nadie necesita un gobierno si tienes cariño!
Transeúnte
Soy el transeúnte del amor. El bibliotecario loco de un corazón solitario donde solo quedan los intentos de amor defenestrados por los hados caprichosos que querían ser amados unos segundos, jugar un rato, reírse de los sentimientos del viandante del mundo, del vagabundo que a veces intenta compartir esos libros de su corazón, y los abre y los enseña, y se muestra como es, pero le cierran el libro sin apenas leer, lo lanzan al aire y lo giran del revés. Soy el transeúnte del amor y por ende transeúnte de la vida, camina mi alma buscando alegría, de sombra en sombra, escarvando con cuidado hasta que parece que veo un rayo que ilumina mi vida. Pero sólo es una alucinación, un espejismo, un chiste de un dios que enseguida me olvida. Pero no desisto, lo sigo intentando, sigo caminando, sigue mi espíritu loco de bibliotecario guardando este corazón solitario. Tengo una enciclopedia de intentos de amor inusitados; muchos, al verla, se quedan boquiabiertos y asombrados. Pero sigo siendo el transeúnte del amor, sé que estoy de paso, no busco eternidades, tal vez, tan sólo, vivir en un abrazo.
martes, 10 de septiembre de 2024
Crónica mundopoemática de un amor revolucionario
Todo empezó cuando los ojos de mi madre me sonrieron. Lo recuerdo perfectamente. Tenía unos minutos de vida. Estaba aposentado en sus enormes pechos y me sentía flotar como en una nube, pero mucho más cómodo y con el latir de su corazón acompañándome y el calor de su carne dándome cobijo y abrigo. Muy pronto me enseñó a leer y comprobé que se podían crear otros mundos con voluntad, imaginación y mucho amor. La semilla revolucionaria del amor se estaba abriendo lentamente. A la edad de ocho años ocurrieron muchas cosas. Murió mi primer amigo, escribí mi primer cuento para mi tía que me lo pagó con un arco y unas flechas de juguete, gané un premio de poesía en el colegio y recibí un libro, hice una amiga estupenda en mis vacaciones, me caí en medio de una zarza mientras recogía moras silvestres. Empezaba a vivir intensamente sin apenas darme cuenta. Luego vino una adolescencia problemática, llena de altibajos, con crestas teñidas de rubio, una depresión como una losa rellena de tedio hasta que apareció la filosofía. Vino de la mano de la literatura. Y comencé a devorar libros. Ingerí libros y otras sustancias, y siempre los mundos literarios fueron mejores que los alucinados. El tiempo pasaba, el pelo se caía pero los libros eran interminables. Escribía mal y mucho, aunque yo creía que era bueno y poco. Después empecé a corregir y a perder escritos. Mi corazón no sabía lo que quería, y mi entrepierna tampoco. El trabajo me aposentó en el mundo consumista y su ausencia me hizo perderlo de vista. Amé poco y mal, aunque tuve mucho sexo. Después ame mucho y bien pero no fui correspondido. Pero el amor siempre ha estado conmigo. Y ahora tengo a MundoPoema para que habite la revolución del amor que comenzó cuando los ojos de mi madre me sonrieron.
Para qué escribo
Lo pienso muchas veces y no siempre me digo lo mismo. Escribo para entretenerme que es lo mismo que escribir para vivir, para llenar un tiempo vacío y llenarlo de placer conmigo mismo. Se trata, más o menos, de una masturbación intelectual o, más bien, cultural. Es una paja que se dilata en el tiempo y, por supuesto, la eyaculación también se dilata, no es tan intensa, es más relajada pero, si se me permite, podría decir que sí es más placentera. Porque no se trata de un fogonazo de placer intenso y corto en el tiempo sino de algo que se puede alargar toda la vida. También escribo con cierto uso terapéutico, para ahorrarme el psicólogo o el psiquiatra. Digamos que escribo, entonces, para ahorrarme pasta. Escribo porque me hace feliz, y sí es cierto, porque cuando no consigo escribir durante un tiempo me encabrito. También escribo para mitigar el dolor, para comprenderme mejor, a veces, incluso, pata ayudar al otro, porque aunque escriba sobre mí, no somos tan distintos. Escribo para no matar, así que también es un desahogo espectacular. Escribo para tener memoria, para saber quién era dentro de un cierto tiempo al releer lo escrito, para ver mis cambios, mi evolución. Escribo para salir de este mundo de mierda y entrar en otro mejor que voy creando con mi escritura que me alegra, me la pone dura, me excita, me relaja, me hace meditar y pensar. Escribo para tantas cosas que ya no sé para qué escribo.
Qué fluye en nuestra conexión
Dos personas conectan. Se suele decir a menudo. Tienen una afición en común, se hacen amigos, amantes, hay múltiples conexiones. Se conecta con la mirada, con las palabras, con los hechos, con ese algo invisible que flota en el aire y que sólo pueden sentir las personas conectadas. La conexión enlaza dos puntos por donde fluye algo. Qué fluye en nuestra conexión. Hay un interruptor que se enciende al verte y la fluidez se intensifica. No sé decir qué es lo que fluye, pero me gusta, siento deleite, hay un disfrute interno que sueño que se haga eterno. ¿Fluye el amor? No sé, no creo. Porque lo que fluye tiene que ser lo mismo, lo que va y lo que viene. ¿O podrían fluir cosas diferentes? Podría ir amor y volver primero sorpresa y, más tarde, miedo. Cuando fluía el deseo sí que iba y venía, pero luego comenzaron a fluir más ingredientes y la conexión se distorsionó, se hizo intermitente. Ahora mismo dudo incluso de que haya conexión, lo que iba y venía se pierde por el camino, no llega a su destino. El fuelle se ha roto, la conexión se desinfla, por eso me pregunto qué fluía, qué era. Cierto interés, tal vez mezclado con sorpresa, algo de deseo, una pizquita de amor, pero muy tenue. Hay una amalgama en este fluir y lo que va no viene, y lo que viene no va, no sé si me explico. A veces va amor pero vuelve enfado y miedo, otras va cariño y vuelve arrepentimiento pasajero o consejo equivocado. Y donde antes fluía conocimiento ahora fluyen palabras que se las lleva el viento. Había cien mil cosas por decir y no había tiempo. Ahora hay mucho tiempo y nada que decir. Tal vez lo que fluya en esta conexión es el silencio.
De lo imposible a lo verdadero
Cansado de lo posible, de todas las posibilidades que acabaron siendo mentira, me dirijo a lo imposible. No tiene sentido, me dicen algunos, pero se equivocan. En la magia de lo imposible se halla lo verdadero. No busco un te quiero solícito, ni siquiera uno altanero, busco un amor verdadero, que ahora mismo es prohibido, por la distancia y el miedo. Pero mi corazón chilla ¡sigue!, que se entere el mundo entero, que sólo al lado de lo imposible está lo verdadero. Todas las noches surco mares y cielos, mi espíritu te está rondando, mi pensamiento te tiene dentro. Muchos dicen, es imposible, pero yo te quiero y te quiero, y cuanto más imposible más te quiero. Busco en los libros una señal, un verso mágico que me transporte. Escribo una frase. La comienzo en el sur y la termino en el norte y para que el viaje importe paso de lo imposible a lo verdadero sólo porque te quiero.
¿Miedo?
¿Miedo al compromiso, a responsabilizarte de tus actos, miedo a ser tú mismo, a conocerte, miedo a cooperar, a tener sentimientos de cariño y amor compartidos? ¿Miedo a amar empezando por uno mismo? ¿Miedo terrorífico a amar a otro, a que te toque, a tenerlo cerca, a sentir el contacto de unos dedos sobre tu piel, pecho con pecho, piernas entrelazadas, respiraciones mezcladas? ¿Miedo a vivir? ¿Miedo a dejar de ser el constructo imaginario que hemos creado para defendernos de los otros y venderlo al mundo como nosotros mismos? Visita Delfos. Ve al templo de Apolo y lee la placa de la entrada como hizo Sócrates: Conócete a ti mismo. Aplícate el cuento. Sé realista. Sé vulnerable. Entra en comunión con la vida. Comunícate con veracidad. Ama al otro, regálale tu verdad, tu dolor, tu vulnerabilidad y despréndete de toda máscara y del sufrimiento existencial evitable generado por ellas. Sé tú mismo y el miedo desaparecerá. Conócete.
lunes, 9 de septiembre de 2024
La muerte no tiene dominio
Si amas, la muerte no tiene dominio. Pero ¿y si tu amor, el ser al que amas, muere? Tampoco. Si el amor es verdadero, siempre, siempre, es más fuerte que la muerte, pero si es amor pasajero la muerte siempre gana. En MundoPoema la muerte no tiene dominio. Somos vulnerables como niños, pero aventureros también como ellos, y creativos y juguetones, y más inteligentes que una guadaña que engaña y limita nuestro poder de amar. En MundoPoema brilla el sol del amor, es el mundo mejor iluminado por dentro y, en el corazón, hay cortinas de versos, mesas que son estrofas, sonetos intercambiables que se transforman como un reversible impermeable. Hay sombras que son amables y oscuridad segura, hay penumbra y contraluz para meditar en un abrazo, hay claridad en un regazo, hay luz donde estás tú. ¿Y dónde estás? En el corazón protegido del dominio de la muerte, en el corazón de la suerte del amor puro y hermoso, del cariño eterno que te salvará de todo infierno. Y no hay que apostar rojo o negro sino al amor, a este amor que te construyo desde que me atrapó tu mirada, tu nombre, tu cuerpo, tu alma, a este amor sempiterno y profundo que habita este nuevo mundo que llena de arte y color cada instante, cada flor, cada partícula de nuestro amor.
El amor que construyo
Me golpea en la cara. Da patadas en mi corazón. Está desatado, sin duda, porque está vivo. Pero el amor que construyo no es tuyo, es sólo mío. Es un amor infinito. La fuerza del amor reside en que no exige nada a nadie. El ser amado puede que no se haya enterado, pero el amor seguirá vivo. Pero hay personas que no se contentan con no amar, quieren que los demás tampoco amen, y eso no puede ser. El amor que construyo a veces duele, pero como duele caerse, una mala digestión o una mala decisión. Ese dolor se supera. Y amaré la vida entera. ¿Es un error amar sin ser correspondido? No. El verdadero error es no amar. Por eso construyo el amor en otro mundo, MundoPoema, y tengo praderas de amor, bosques de amor y bibliotecas de amor. Allí todo es mejor. Cuando entro en MundoPoema me siento seguro. Es como caminar por mi corazón, donde brillan todos mis amores, donde los lechos son de flores que nunca pierden su buen olor. El amor que construyo, como no, es más fuerte que la muerte, pero, no sólo eso, da vida a los muertos, renacen los seres amados del pasado que se fueron y vuelvo a ser el yo que quiero.
Muerdo mi lengua
Y te la escupo en la cara. Ahí tienes todo lo que tengo que decirte. ¿Ves la sangre brotando de mi boca? Ahí van las palabras de amor que no querías oír. Dice un poeta que la lengua rota habla. Pero no te asustes, hay precedentes, Zenón ya escupió su lengua a un tirano. Quién sabe. A lo mejor, a partir de ahora, escupir lenguas se pone de moda. Si eso ocurre, morderé mi mano para escupírtela y así no tengas que sufrir, reír, o lo que quiera que hagas, al leer lo que escribo. Ya sin lengua y sin mano, masticaré mis pensamientos para escupírtelos. No te preocupes cariño, esto ya es el postre, lo último que escupo pues los dientes se me han derretido. Y esa pasta blanquecina ha sellado mi boca. Y las legañas han tapado mis ojos y el cerumen taponado mis oídos. Y a pesar de todo, mi rostro sonríe.
domingo, 8 de septiembre de 2024
Poema es mancha
Hay en el sentimiento una gota que pierde su forma al caer de un corazón y golpear a otro. Es eso que nos conecta, algo de mi que en ti se estampa y genera la mancha. Primero no ves nada y te inquietas. Qué será esta mancha, te dices. De repente, un verso asoma su cabeza. Detrás hay otro que empuja. La mancha no está quieta, la mancha se dibuja, la mancha es el poema que viaja en la burbuja, que estalla en tu mejilla y en tus labios como un beso de bruja que se multiplica una vez dado. Y mientras el beso besa y tú te sientes besado, la mancha sigue generando versos de un poema enamorado. es un poema que camina, que grita, canta, que vuela y, una vez que comienza, no termina. El poema es mancha que perdura y no se quita. Tiene versos como besos, que seducen, que entretienen, que pervierten al converso, que ve manchas, poemas, en todos mis movimientos, que respira las miradas, que acaricia los momentos. Hay un brillo en tus ojos que contiene la gran mancha, un poema de amor que se está haciendo cuando te pienso, cuando te sueño, cuando me despertaste a la vida que estoy sintiendo. Vivo en este poema donde una mancha contiene tu rostro que mueve sus labios y me dicta la canción que suena en mi corazón como una mancha que impregna la ropa de tu amor. Pero estoy desnudo y me digo que lo impregnado es mi piel, y estos versos tatuados que dejaste son mi futuro alimento, tu miel. Tu poema es mancha que crece hasta hacerse mundo de bien. Dame un verso y un abrazo, toma un beso y esta mi mancha también.
Nunca voy a terminar
Vi tu rostro en una foto. La sonrisa inocente de un niño roto. Cierto dolor enquistado que debería haberse diluido en un pasado perdido e ignoto, borrado por un presente alegre con todas las mechas de las ilusiones y los sueños prendidas para estallar en un futuro próximo. Mi corazón dió un pequeño vuelco, algo me llamó la atención de tu sonrisa y de tus sueños, presentí un conctacto, un roce eterno, mi piel rozó tus dedos en una ensoñación que se repite cada vez que te veo. ¿Cómo no amarte? El tiempo iba transcurriendo sin apenas darme cuenta de que te había querido durante milenios. Qué cosas, me dije para mis adentros. ¿Tendrá límites el amor o será como el universo? La distancia se perdía al pensarte, el tiempo ya no existía pues tú estabas en todas partes. Leía un libro y te veía, oía una canción y te escuchaba, permanecía en silencio mientras te imaginaba. Y el universo de este amor se expandía y mi corazón, pletórico, cada día añadía más partículas de amor a mi vida. Era una historia interminable, un ciclo sin fin, y pensé, y me dije, y soñé, y escribí: Nunca voy a terminar de amarte.
Magia matérica del arte
Pude vislumbrar en la asombrosa profundidad de tu mirada la magia matérica de tu arte que iba a impresionarme. Volutas de tu idiosincrasia envuelven todas tus pinturas; cada gesto es un cuadro, cada sonrisa, una escultura. Desconozco muchas técnicas del arte pero intuyo la magia matérica del tuyo, y me zambullo en tu cuadro con orgullo para rozar con mis dedos el amor más profundo que aparece tan sólo durante unos segundos. Se asoma como por una ventana al sentir los rayos de mi mirada. Son sólo unos segundos de matérica magia que calan en el corazón y me insuflan ese amor del que hablo, ese amor que intuyo, ese amor mío y tuyo, esas partículas matéricas de sentimiento profundo que, como chiribitas parpadeantes, brillan en el aire, se posan en los labios y al respirar inhalo, corren por mi sangre, viajan hasta el tuétano, envuelven mi alma, se hacen espíritu, y volando unidos por un nuevo mundo nos sentimos. Somos la magia matérica del arte cooperando en el tiempo, viajando del pasado al futuro, construyendo un presente tan puro que el tiempo se diluye al lado tuyo. La magia no existe, es todo un truco; ¿quién fue el atrevido que dijo esto, quién fue el mameluco?
Falsas creencias
Aparentar, presumir de falsedades, un yo artificial, eso es lo que nos debilita en realidad. Lo que nos hace sufrir son nuestras máscaras, esas que nos ponemos para defendernos del resto, qué curioso, esas máscaras acabarán debilitándonos porque se sustentan en el miedo a ser uno mismo, a ser vulnerable. Y sin la vulnerabilidad no hay auto conocimiento. El corazón no se protege con candados al sentimiento ni al conocimiento profundo, no se protege siendo un irresponsable y un vagabundo emocional, el corazón se protege abriéndolo en canal para nuestro amigo del alma, para absorber su dolor y transformarlo en amor, para acariciarle la vida con sonrisas compartidas, abriendo el corazón de par en par, sí, para que se acomode bien dentro, para que se sienta bien a gusto, para que sea él el protegido y no nuestro corazón, porque un corazón que no ama no vale para nada, un corazón cerrado y supuestamente protegido es un corazón perdido. Y mi corazón llora pero ama, mi corazón sufre por mis amigos queridos pero ama, mi corazón, a pesar de todo y todos, amará siempre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)