miércoles, 11 de septiembre de 2024

Estás tan cerca

Que creo que soñé contigo cuando viajaba en la placenta materna. Restos de ese sueño me han perseguido durante mi camino y, cuando vi tu rostro por primera vez, supe que ya te había conocido en otra dimensión. Tu cara me era familiar, tu sonrisa me inspiraba confianza, tu imagen era el espejo de mi alma. Estás tan cerca que si me pica me rasco tu cabeza, si me ducho es tu cuerpo húmedo el que mis manos frotan y limpian con cariño, que si siento vergüenza con mi desnudez es tu sexo el que hay debajo de mi ombligo y con mi mano tapo y, a lo lejos, oigo tus gemidos. Que digo a lo lejos, los oigo desde dentro, forman parte de la memoria de mis órganos, de mi sangre, de mi ADN, de los tuétanos ancestrales. Y ahora que ya te conozco sé que te conocí siempre, que lo que yo daba por imaginado era un recuerdo pasado. Te veo y conozco cada uno de tus poros porque los he habitado igual que tu corazón. Las palabras que pronuncias llevan mi saliva y la mano que me masturba tiene tu tacto a pesar de ser mía. Estás tan cerca que a veces creo ser tú que me haces compañía cuando solo estoy pensando en ti, en nuestra alegría.

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