viernes, 27 de septiembre de 2024

Dejar pasar la vida

Puede que no haya más remedio que dejar pasar la vida. Pero no quiero dejar de soñar en cómo sería mi vida entre tus brazos cada día. Despertar abrazado a ti, acurrucados los dos, felices, seguros, en la cama como en una gran placenta que alimenta nuestros sueños de amor y cooperación. Ducharnos por turnos o juntos, dependiendo del día. Yo preparando el desayuno mientras tú pintas como distraido sentado en un sillón al lado de la ventana, sintiendo la brisa matutina que te despierta con sus caricias. Así, dejando pasar la vida, entre tostadas de alegría y café de cariño o té de compañía. Un poco de lectura, un paseo entre las flores, unos pensamientos de colores, un poco de música tumbados en la hierba, unas risas que corren entre las briznas. Mi cabeza apoyada en tu pecho, los dos mirando hacia el cielo, soñando un futuro de caramelo. De repente se me escapa un pedo y a ti una carcajada. Planeamos un fin de semana, un poco de cultura, una buena comida, visitar a unos amigos, una película o puede que un teatro. Sigo soñando, pues si he de dejar pasar la vida, la dejo pasar, sí, pero a tu lado. Y si no estás te imagino, y si estás lejos te pienso todo el rato. No, no voy a dejar pasar la vida, porque la quiero disfrutar contigo, amándote de a poquitos pero todo el rato, amándote desde el sombrero hasta los zapatos.

No hay comentarios: