domingo, 1 de septiembre de 2024

Nuestra verdad profunda

Cuando hay un conflicto en la infancia entre el amor y la aprobación del entorno, entre mantener el vínculo y nuestra sinceridad, solemos sacrificar la sinceridad. De adultos se seguirán repitiendo los mismos patrones y negando nuestra verdad profunda. Nos sentimos insuficientes, no importa mucho por qué razón, y estas creencias sobre nosotros mismos van construyendo la idea de nuestro yo, aunque ese no somos nosotros. Debemos de reaprender a conocernos. El pasado puede darnos matices pero no finaliza nuestro carácter ni nos deja inútiles para siempre. Todo se corrige, se adapta, se revive, se afronta, se cambia y, al final, se ama. Nuestra verdad profunda está en nuestro interior, en el amor que recibimos y damos, no en nuestro pasado. Por eso reaprendiendo a conocernos, reaprendiendo a amar, conseguiremos vencer al miedo, a los miedos anclados y ficticios que nos frenan. El amor nos construye, nos crea, produce una catarsis en nosotros y la maravilla surge de nuestro interior, y la compartimos, disfrutando de nuestro amor. Nos cuesta más llegar pero lo conseguimos porque la verdad profunda y el amor tienen muchos caminos. Siempre tiene que llegar lo mejor a cada instante porque así es el amor: alucinante.

No hay comentarios: