miércoles, 4 de septiembre de 2024

Soy el circo

Estar siempre contento y feliz resulta un tanto sospechoso. Tal vez producto de algún medicamento o, a lo mejor, tan solo las malas prácticas de las mentiras y el engaño llevadas a extremos insospechados, una actuación estelar, un fraude social. Por eso soy como los payasos del circo, una mezcla de alegría y tristeza. Eso es lo bonito. Estar alegre a pesar del dolor, superarlo. La tristeza también es sana, forma parte de la vida; atravesarla y estar alegre a pesar de ella, ahí está la maravilla. Por eso soy el circo, porque río a pesar de llevar una fiera dentro que hace malabarismos y acrobacias con una bailarina que lee filosofía en medio de un número acrobático, que es vivir, todos los días. Soy el circo porque ya desde pequeño, cuando quería salir a la calle, me decían: el que quiera verte que venga a casa. Porque soy el rey de la aventura, entro y salgo de muchas todos los días; del más difícil todavía, sobre todo en el amor. Soy el circo, soy el inventor chiflado que, harto del mundo, crea otro junto a un poemario, MundoPoema, y camina sobre versos simulando la cuerda floja, un redoble de tambor, un tira y afloja, qué será lo siguiente mi amor, ¿una galaxia, un universo? La vía Poemogaláctica, un universo narrativo que jamás será vencido, donde se encuentra MundoPoema y, allí dentro, se realizó la revolución del amor. ¿En dónde?, os estaréis preguntando. En un circo que soy yo.

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