Regocijo enfermizo

Empecinarse en una postura decidida sin pensar, porque si pensamos creemos que sufrimos, cuando es al contrario. Si haces esto, tú no quieres soluciones a tus problemas, quieres regocijarte en ellos. Te gusta embadurnarte de tu dolor pasado, hablar de él, que te escuchen, pero que nadie te diga nada. A veces hacen más daño las palabras inoportunas, las mentiras o el silencio cuando se debería estar hablando que cualquier otra cosa. Los accidentes, los errores o tropelías que hayan cometido con nosotros no pueden decidir nuestra forma de actuar el resto de nuestra vida. La mejor venganza no es hacer lo que nos hicieron sino todo lo contrario. Si nos maltrataron lo que tenemos que hacer es amar. La solución no es demonizarse, flagelarse y auto castigarse, eso solo prolongara el sufrimiento que nos hicieron, de manera que nos hacemos cómplices de nuestros propios agresores sin saberlo. La vida te quiere en el presente, no en un pasado doloroso y constante. Cambia tus hábitos, tus respuestas, tus costumbres, conócete de una vez y ama. El regocijo enfermizo es una lacra, una perdida de tiempo, un cáncer de los sentimientos, es morir en vida, mucho peor que un zombi porque el zombi vivió anteriormente y ahora sólo es muerto viviente, pero un muerto en vida no vive nunca, entra en el dolor y no puede escapar de él porque azuza el fuego del dolor, lo mantiene caliente, le da vida al dolor perdiendo la suya propia y aniquila el amor de su alrededor. Alimenta al dolor que le hace víctima porque no conoce otra cosa mejor y acaba creyendo que merece todo lo que le ha pasado dándose falsas explicaciones por desoír las verdaderas y anclarse en el pasado. Debemos buscar el amor que hay en nosotros, el que nos ofrece el otro, cooperar amando, volver a sentir que la vida es bella y que el amor siempre ha estado ahí esperándonos.