martes, 3 de septiembre de 2024

La distancia entre dos yo

Yo real y yo ideal. Vamos construyendo el yo ideal y, sin darnos cuenta, aunque se vaya separando del real, nos sentimos a gusto porque pensamos y creemos que somos lo que decimos y no lo que hacemos. Decir cuesta menos, es el pan de cada día, el auto engaño, el mal del milenio. El yo ideal provoca contradicciones y sufrimiento porque lo creamos para poder aceptarnos, lo que ocultamos debajo de la alfombra no nos gusta, pero es un yo irrealizable y cada vez nos aceptamos menos y el dolor emerge con más frecuencia. Por eso hemos de fijarnos en el real, conocerlo, para poder mejorarlo de verdad, entonces desaparecerán el desprecio que tenemos hacia nosotros mismos, el autocastigo, la impaciencia, todo lo que ha generado ese yo ideal inalcanzable. Cuando empezamos a darnos cuenta de que no somos lo que pretendemos ser, tenemos que abrirnos a nosotros mismos, conocernos, disfrutar de nuestros encantos verdaderos, del amor de los amigos, querernos un poco más que ayer y empezar a ser lo que siempre soñamos. Y la única forma de conseguirlo es reducir la distancia entre esos dos yo, que se transformen en uno, que el yo ideal sea idéntico al real. Adiós autoengaño. Bienvenidos a la alegría constante de MundoPoema, a la aceptación del cambio, al conocimiento propio, al amor que nos está esperando.

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