lunes, 16 de septiembre de 2024

El demiurgo conversa

El demiurgo llamó a mi puerta. Tenía una cara familiar, me dijo que quería conversar, que sólo serían unos minutos. Has construido un mundo así que vengo a hablarte como a un hermano, de igual a igual, que no es lo mismo. Solo quería advertirte de que tuvieras cuidado de a quien metes en tu mundo. Yo llené el mío de gente y lo estropearon todo. Así que te lo ruego, sé más cauteloso. Puede que incluso yo mismo termine en MundoPoema. ¿Has pensado en que tu mundo sea un mundo de demiurgos? No me hagas mucho caso, pero esa ha sido la ilusión de mi vida siempre. Bueno, tengo que dejarte ya, acuérdate de lo que te he dicho, te podría venir bien. Te lo agradezco. Se marchó por donde había venido pero con la cara relativamente descompuesta por la envidia. Sin duda veía futuro en MundoPoema y quería aportar su granito de arena para que no acabara como el suyo, como el mundo que yo estaba abandonando. Me asomé a la ventana y, desde la acera de enfrente, vi como se limpiaba las lágrimas el demiurgo. Levantó la cabeza y me saludó ostentosamente. Algo no cuadraba, pero era lo normal en un mundo que agonizaba.

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