
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
sábado, 31 de agosto de 2024
Cloaca de la galaxia
Estercolero de inmundicia llamado Planeta Tierra. Aquí vivo o mal vivo. Creyendo que estoy en una buena situación si me comparo con los que están peor, pero dominado por impulsos vacíos generados por un mercado que todo lo banaliza, donde el alma se vende y se ofertan cursos de risa. Viendo como el mayor problema que tenemos somos nosotros mismos. Nos enseñan que el cuerpo es un templo y lo apedreamos a diario. Exigiendo productividad cuando deberíamos estar mirando el cielo o debajo de una higuera meditando un ratito. Nos caemos por las zancadillas, del amigo, del hermano y luego, un cualquiera, nos ofrece su mano para ayudar a levantarnos. No sabemos amar porque una vez nos hicieron daño, pero sabemos emborracharnos aunque nos haga daño siempre. Lo peor que nos pasará nos lo haremos nosotros mismos, con nuestros actos, nuestras decisiones, con los miedos que creamos al sentirnos perdidos cuando éramos unos niños. Siempre repitiendo el mismo error pero con diferentes variantes, con detalles superfluos y cambiantes. La vida es una mierda, nos repitimos, pero no nos esforzamos por cambiarla. Contentos de habitar la cloaca de la galaxia, lo que es una mierda es nuestra vida, nuestra manera de afrontarla. Teniendo pequeños éxitos, todos monetarios, rehuyendo al amor que se asoma con la excusa de que nos harán daño. La cloaca de la galaxia se gestó en nuestro corazón que huele a banco y alcohol, a producto sintético que nos ha colonizado. La basura que ingerimos, por la boca, por los ojos, por todos los orificios corporales. No hay nada natural. El sexo por una pantalla, las exposiciones naturales a través de gafas digitales, conversaciones tecleadas o con robots irracionales. Sueño inducido, descanso programado, ingesta controlada por una máquina expendedora de garantizada productividad, sin sentimientos, sin roce, sin amor, sin cariño perturbador que podría hacerte soñar una vida mejor.
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