jueves, 22 de agosto de 2024

El riesgo de lo desconocido

La vida suele ser monótona y nos quejamos de ello. A veces nos sorprende y también nos quejamos. Nunca estamos contentos. Deseamos y deseamos, pero en cuanto conseguimos el deseo volvemos a estar asqueados. Es un sistema de mierda, lo sé, por eso lo he abandonado. Tampoco queremos correr riesgos, nuestra aburrida rutina nos tiene bloqueados. Cada equis tiempo hay un ligero cambio que nos conmueve, pero son siempre los mismos, las mismas veces, las mismas sorpresas, que no son tales, solo que las habíamos olvidado. El sistema nos ha inoculado memoria de pez, para que hoy hayamos olvidado lo de ayer. Pero en el cuerpo hay ciertos residuos que recuerdan y, en los sueños, aparecen imágenes que desvelan el pastel. Vas andando por la calle, como casi siempre haces, por el mismo recorrido de siempre y, de pronto, una anomalía, un pájaro se te caga encima. Te enfadas, entras en un bar o, tal vez, en una fuente cercana intentas limpiar la cagada. Vas con sumo cuidado, pero no sirve de nada, te equivocas y extiendes la mierda haciendo más grande la mancha. Frotas con enfado y nervio y cierta rapidez de cabreo. Algo te dice por dentro que pares. Te quedas estupefacto. Debajo de la mierda que has quitado hay un mensaje. Crees que estás alucinando. Miras a tu alrededor, no te fias de nada ni de nadie. Ves varias cámaras que te están apuntando; una, la del banco, otra, no sabes de dónde ha salido pero ahí te está mirando. Huyes de su campo de visión y contemplas la mancha de caca de pájaro y lees el mensaje oculto: la felicidad es tomar el riesgo de lo desconocido.

No hay comentarios: