
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
jueves, 29 de agosto de 2024
Van de la mano
Como dos amantes. Decepción e ilusión. Porque si no hay ilusión no hay decepción. Puede que vayan de la mano siempre, pero la decepción permanece invisible hasta que ocurre lo inevitable. La decepción es ese espíritu silencioso, ese acompañante que, si se hace notar llena de lágrimas tu rostro. Ilusión y decepción, una dualidad de poema, un éxito en la mente, un fracaso en la arena. Pero el fracaso genera nuevos intentos, nuevas iluisiones, como en el amor. Yo no soy de los que se rinde. No insisto en un amor que me rechaza, pero sigo buscándolo, aunque más que buscarlo lo espero, pues aparece solo. Viene envuelto en unos ojos, en una mirada que insinúa sonrisas, en unas sonrisas que prometen besos, besos que te abrazan de cuerpo entro, y luego, luego puede que llegue la decepción, pero la ilusión vino primero. Y luego el amor salta como una rana, a veces no ves donde cae, la tapan las ramas, las hojas, el agua y tardas un tiempo en volverla a ver. Pero un día vuelve a saltar, la rana de amor que te hará querer. Y surgirá de nuevo la ilusión, y la fábrica de chiribitas de tu corazón se pondrá en funcionamiento otra vez. Y se colarán por una mirada ilusionada, por unos ojos que me observan con placer. Y nos empezaremos a conocer. Como dos niños primero, como dos amantes después.
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