Seres espirituales

Somos seres espirituales, conscientes pero adormecidos por la sociedad consumista, buscando todo lo instantáneo, el placer, lo material, la evasión de un sistema que nos abruma, que nos bombardea con noticias y publicidad que no nos da tiempo asimilar y al que estamos subyugados, la mayoría de las veces, voluntariamente. Nuestro cuerpo, nuestro cerebro nos piden calma y serenidad, pero no les escuchamos, y aparecen los malos hábitos, la depresión, el estrés, la ansiedad, múltiples males en pequeñas dosis que intentamos mitigar con un mal menor que no hace más que agravar el problema. Lo ideal sería volver a percibir lo que somos, seres espirituales, buscadores de sentidos, creadores de arte, pero no solo pictórico o literario, sino también del arte de la amistad o del amor, del arte de vivir una existencia única e inimitable y de maravillarnos de ella, de contribuir a un mundo cada día mas mejorado a través de una cooperación amorosa y revolucionaria. Seres espirituales libres y creadores de mundo poema. Yo no soy mi cerebro, ni mis circunstancias, ni mucho menos mi pasado, todo ha influido en mi espíritu, es evidente, pero yo no soy eso. Mis transformaciones las he de dirigir yo para que mi espíritu crezca no para que se pierda en un abismo generado en mi exterior. El amor me ayuda a seguir, a descubrir espíritus afines, pero no idénticos, a amarlos y a compartir la nueva alegría de vivir al construir un mundo en compañía de otros seres espirituales genuinos y auténticos. Una red de energía espiritual se genera en esta revolución de amor donde ternura y cariño son el material de construcción del mundo poema que habitarán los nuevos seres espirituales del planeta.