lunes, 5 de agosto de 2024

Las cartas que nunca llegaron

Hoy me dije, por qué no leerlas, hoy tengo tiempo y, además, no creo que sean muy extensas. Primero las busqué por la casa, entre risas, diciéndome a mí mismo, ¿te imaginas que estuvieran en ese cajón?,jajaja. Luego pensé que si no llegaron podría ser, quién sabe, porque nunca las escribiste, pero esto no tiene que ser un impedimento para poder leerlas, no para mí. Así que me acomodé bien, agarré un par de folios en blanco y comencé a leer. Me decías que no tenías mucho tiempo, que siempre estabas liado con esto y aquello o simplemente no haciendo nada, y por eso no encontrabas el momento idóneo para escribir. Pero bueno, tampoco lo encontrabas para leer, algo que no entiendo muy bien porque yo gasto la mayoría de tiempo en esas dos cosas. Pero no quiero más digresiones y me ceñiré a la carta. Miré el folio y me concentré. No te esribí porque no sabía qué decirte y no podía seguir el ritmo de llegada de tus cartas que, sinceramente, me abrumaban. Cuando dijiste que podíamos cartearnos a la antigua usanza me pareció una buena idea, pero no creí que la llevaras a término. La gente habla y no cumple su palabra, tú, sin embargo, dices las cosas más locas y las cumples todas. ¿Pero quién escribe cartas en papel ahora? Sí, lo sé, tú, posiblemente tú seas de las pocas personas. Y también sé que tú mismo serás capaz de contestarte, un día que no sepas qué hacer, un día que elijas y digas: hoy es el día en que me va a responder. Sé que lo harás.

No hay comentarios: